La alta tecnología del Parque Eólico de Aldeavieja contrasta con la tradición y antigüedad de la Ermita de Nuestra Señora del Cubillo
No puedo evitar que me
venga al recuerdo frase popular de hace ya bastantes años con el Dúo Sacapuntas
como protagonistas y su 22, 22… 22, 22, 22, cantados a ritmo de copla.
La convocatoria la hemos
realizado para concentrarnos en la calle de La Luna de El Espinar, conocida también como el Paseo de las Bolas, “la calle de las
piscinas” o incluso el “paseo del inserso” (este
se aplica a varios lugares) y algún otro, seguro. Inventiva popular que no
falta.
Me sorprende comprobar que
llego el primero y que me ha resultado fácil despabilarme en una mañana que se
presenta espléndida de luz y temperatura.
Los habituales tempraneros
van haciendo acto de presencia y alguno llega a comentar: “Parece que hoy el
grupo va a ser reducido” y que el compañero no tiene precio como vidente va a
ser evidente en unos minutos.
Por el este y por el oeste
van llegando convocados. Todos ellos, hombres y máquinas, ansiosos por devorar caminos.
Más abrazos que de
costumbre, muchos reencuentros que nos alegran a todos y alguna que otra cara
nueva que se apunta con ilusión a nuestro grupo.
Andrés, Ángel, Chupo, Daniel
JR., Diego, Enrique, Ferluy, Germán, Javi “Galo”, Juan Carlos, Héctor, José “Bombi”,
Juan Patricio, Lourdes, Manuel, Miguel Ángel, Patrick, Samuel, Santi, Sergio, Toño
y Alfonso.
Lo dicho, 22. Y habituales como Eva, Luis Ángel y
Luis Ángel JR., Pawel o Paco no han podido acudir (un
abrazo para ellos). Esto promete para próximas ocasiones… promete que va a
ser difícil de controlar. ¡Qué tiempos aquellos en los que el bigote blanco del
Jefe de Ruta imponía cierto respeto!
Partimos de El Espinar como grupo compacto que a lo
largo de la ruta se encogerá y estirará como goma elástica, pero siempre sin
riesgo de romperse.
Con los primeros toboganes
de la Vereda de la Talanquera (con pista
adecentada en las últimas fechas) vamos cogiendo temperatura en las piernas y ya
habrá quien se arrepienta de haber cargado demasiada ropa.
Cruzamos la Carretera de
Ávila para introducirnos en la Cerca
Portillo, con un recorrido de algo más de siete kilómetros que desde aquí
recomendamos a ciclistas y andarines en toda época del año.
Nos rodean prados con un
verde vivo que llama la atención mientras seguimos un estrecho sendero que
bien conocemos. Hay otras fuentes, pero la parada en la que se conoce como Pilón
del Diamante o del Pajar es para nosotros de obligado cumplimiento.
Poco más adelante el
camino se pierde y el grupo atraviesa un par de pequeñas laderas campo a través
por zona que se adhiere a nuestras ruedas.
Saltamos con cuidado cerca
de piedra y atravesamos la Cañada Soriana Occidental que discurre silenciosa junto al
muro.
Tranquilos pero con
esfuerzo bien reconocido tomamos altura buscando otro senderillo que utiliza el
ganado para acudir a las fuentes.
Hay que coger el Camino de
Vallestuertos, que sube desde la Casa de las Gachas y que nos sitúa en el
collado que aprovechamos para realizar parada y fonda.
En alguna ocasión por paso
con puerta y en alguna otra saltando pequeños muros, vamos avanzando hasta que
cruzamos la Cañada Leonesa Oriental
y tomamos la pista que discurre junto al Parque
Eólico de Aldeavieja.
Los molinos, de gran altura y con sus grandes aspas zumbando al viento, son impresionantes.
Los molinos, de gran altura y con sus grandes aspas zumbando al viento, son impresionantes.
Hemos tomado bastante desnivel y estaremos obligados a descender algo para situarnos en el Puerto de la
Cruz de Hierro (1474 m).
Este era nuestro primer objetivo del día y aquí es Lourdes la que toma la decisión de volverse por la Carretera de Ávila, pues teme llegar tarde a compromiso si completa ruta con nosotros.
Este era nuestro primer objetivo del día y aquí es Lourdes la que toma la decisión de volverse por la Carretera de Ávila, pues teme llegar tarde a compromiso si completa ruta con nosotros.
El grupo se divide en este
punto: Los que bajarán por trialera y los que lo haremos por carretera. Los
primeros se lanzan rápido deseosos de disfrutar del descenso y el resto
esperaremos a los más rezagados, pero creyendo haberlo hecho bien, habrá sin
embargo algún extravío que se solventará con una espera más larga al final del
descenso en Aldeavieja y el olvido de las gafas de Bombi en el puerto.
Los de la trialera se han dejado caer literalmente en la Ermita del
Cubillo y el resto aún recorreremos unos 4 kms por carretera sin tráfico
para reunirnos. Este es el track que acompaña la crónica, si quieres conocer el
tramo de trialera puedes acudir al enlace de otros compañeros.
Estamos casi en Semana
Santa y la Ermita invita al recogimiento. Habrá compañeros que querrán ofrecer
alguna oración, quienes entrarán para conocer el interior y otros que apenas
descansarán a sus puertas. Toda acción
respetable.
Ferluy mira la hora y a
pesar de que estamos on time se
acuerda de que también ha quedado para comer e inicia la marcha a buen ritmo. Como
si se hubiera soltado la liebre en carrera de galgos un buen grupo parte rápido
a la caza.
Mientras tanto, habrá
amigos que aún están dando fin a sus oraciones o haciendo las últimas
fotografías.El grupo se ha partido en
dos y cada uno de ellos disfrutará de los siguientes kilómetros a diferente
ritmo.
Cuando el segundo grupo llega
al cruce de la AP6 allí se encuentra
el resto esperando. La liebre y los galgos corredores se han tomado un respiro.
Todos juntos afrontamos el
ascenso por la Colada de la Raya de las Navas hasta la NVI, donde cogemos camino paralelo hasta llegar a las Navas de San Antonio.
Breve reagrupamiento, no hacía falta más, y atacamos los más de cuatro kilómetros que nos separan de los restos del Telégrafo Óptico (1341 m).
Primero camino fácil con
desnivel, más desnivel y piedras, más desnivel y piedras más gordas y no se te
permite tomarte un respiro si no quieres poner pie en tierra. Ahora sí que se
estira el grupo y no es por falta de ganas para afrontar el obstáculo.
La recompensa está en el
alto, junto a ese resto de ruinas desvencijadas que otean el horizonte y
vigilan El Espinar. El ascenso se ha merecido cruce de felicitaciones y tiempo
para recuperar el aliento.
Ferluy vuelve a recordar
que tiene compromiso y se despide para lanzarse cuesta abajo; Galo decide
acompañarle. Pronto les perdemos de vista mientras el resto iniciamos el
descenso con más precaución al principio y más rápido en los tramos finales para
reagruparnos en pocos minutos junto a la Carretera de Ávila.
El final ya es el
habitual. Últimos kilómetros por carretera junto al polígono para llegar a
nuestra meta, echando cada uno el resto de sus fuerzas.
22 caracteres, 22 estados
de forma física, 22 ciclistas con distintos gustos por las trialeras, los
ascensos o el rodar agrupados. Y todos dispuestos a disfrutar al máximo de la ruta con AlfonsoyAmigos. ¡¡Qué grande!!
Y lo importante es poder comprobar que al final de
la ruta, cuando ya el último esfuerzo se ha consumado, lo que ves en la cara de
los compañeros, de los amigos, es satisfacción.
Obligado felicitar a los más
jóvenes: Dani Jr., excelente chaval, con gran estado de forma pero sin querer
llamar la atención y a Diego, que pasó algunos apuros pero completó como un
campeón a pesar de llevar tiempo sin montar. Y a Sergio por su rentrée, que nos ha alegrado a los más
antiguos.
De interés: Toño volvió por la tarde y encontró las gafas perdidas. ¡Lo que no haga él por este grupo! ¡¡¡Rastreator!!!
El Vídeo de Toño
El Vídeo de Patrick
Nuestro recorrido sin trialera
Recorrido con trialera
De interés: Toño volvió por la tarde y encontró las gafas perdidas. ¡Lo que no haga él por este grupo! ¡¡¡Rastreator!!!
El Vídeo de Toño
El Vídeo de Patrick
Nuestro recorrido sin trialera
Recorrido con trialera
Ruta chula la que habéis hecho este domingo, y además parece que el tiempo os acompañó.
ResponderEliminar¿Habéis contado los aeros que tiene el parque de Aldeavieja?
Casualidad o no eran también 22 inicialmente, ampliándose a 4 más con posterioridad en esa zona de Cruz del Hierro.
Curiosa casualidad también la de veros en el parque eólico con el que yo me inicié laboralmente en la financiación de proyectos de energías renovables hace ya unos cuantos años… bonito recuerdo el que me traéis al veros coincidir de nuevo y en concreto con esos molinos, gigantes quijotescos.
Abrazo.
Gracias Arancha. No, no lo sabíamos. Los molinos continúan plantados más allá de la Cruz de Hierro y se pierden monte arriba.
EliminarUn abrazo.