El pesimista se queja de la lluvia; el optimista espera que cambie; el realista coge el chubasquero
La
prontitud con la que todos llegamos al punto de encuentro, indica un entusiasmo
especial por afrontar el reto de la ruta MTB de hoy. Cada
uno con sus propias motivaciones.
Equipados
y dispuestos para iniciar la marcha, a las 9 en punto estamos sobre las bicis: Enrique,
Juan, Rafa y Alfonso. Un 75/25 para quienes saben
de qué hablamos.
Poco
o nada novedoso el trazado que nos aguarda. Ascender
hasta La Nava por el recorrido más duro, más desafiante, es decir, en
sentido antihorario. El día se presenta claro y
despejado en principio y la temperatura, más que agradable, no invita a
abrigarse demasiado.
Pasamos
junto a la entrada principal de La Pedriza, (batolito granítico ¡toma
ya!) en el Parque Nacional Sierra de Guadarrama, en busca de entrada
lateral.
Desde
el principio, se percibe un buen ritmo de marcha, pero de manera no pactada dejamos
que sea Enrique el que lo marque, siempre atento a sus watios y pulsaciones. Primero,
por algunos senderos que compartimos con vacas que nos observan con cierta
desconfianza, lo que nos aconseja no perderlas de vista. Y
después, ya por pista, atentos a los vehículos que entran al parque de camino
al aparcamiento de Canto Cochino.
Hace
años que desechamos, por estar prohibidos, los senderillos que nos podían
presentar alternativas más divertidas que las pistas, pero seguimos adelante
hasta cruzar valla de tubo y detenernos junto al monolito de la “Puerta de
La Pedriza”
Ver: Puertas en la Sierra del Guadarrama
Cogemos
la pista que se desvía por la derecha y, a modo de calentamiento, superamos
tramo con desnivel medio del 14%. Tranquilos,
que va a suavizar.
Una
breve parada junto al Puente del Francés (un abrazo Patrick), sobre el río
Manzanares, momento en el que vemos aparecer a Pawel. Ha
llegado justo de hora y sin darnos aviso ha preferido rodar a toda pastilla
para alcanzarnos. Un fenómeno. Vaya,
ya estamos en un 60/40.
Nos
estiramos, reagrupamos sin detenernos y de nuevo estiramos. No
son series, pero vamos tomando la cabecera por turnos. Enrique,
al que no recuerdo haber hecho tantas fotos desde hacía tiempo, con un rodar
controlado y Pawel, que no puede disimular que es el más joven del grupo, pegándose
a la rueda de todo aquel que osara adelantarse.
El Mirador
de la Losilla nos da ocasión de hacer unas bonitas fotos, mientras Juan se
adelanta y espera en el siguiente cruce junto al desvío previsto. Por
delante tenemos un “ir para volver” de casi 5,5 kilómetros de ascenso hacia el Alto
de la Nava a 1929 m. Creo que Juan no lo había disfrutado nunca tanto.
Y a
medida que avanzamos y subimos, las nubes se empeñan en bajar e ir
envolviéndonos, impidiendo que disfrutemos del espectacular paisaje. Curioso,
los nidos de orugas también aumentan según tomamos altura.
Pedalear
continuo, sin detenciones. Apenas algún cruce de
palabras, pero sin conversaciones prolongadas que pudieran alterar el necesario
fluir de oxígeno a los pulmones.
Estamos
en el Alto y no conseguimos ver nada de nada. La
temperatura ha bajado bastante. Un
par de minutos para ponernos chubasquero que evite que el sudor se nos quede
frío en el descenso y nos vamos… aquí no pintamos nada. Ahora
mismo no recuerdo si hemos llegado a tomar alguna barrita.
De
nuevo en cruce con la pista principal. Aparente
amenaza de lluvia. Sin parada, por los walkies: ¿Regresamos
por donde hemos venido? La respuesta parece unánime: Seguimos
adelante y completamos track. Ojo, que nos quedan otros 7
kms que no nos van a librar de fuertes repechos. No
hay temor.
El mirador
del Collado de los Pastores (1798 m) parece acogernos con más simpatía que
el Alto. Despeja las nubes y nos ofrece su bella
panorámica hacia el embalse de Manzanares, donde se aprecian nubes que
sí deben estar descargando mucha agua.
Bueno,
pues toca regresar y completar los casi 18 kms que nos restan. La
euforia por lo conquistado ya nos da alas en los toboganes que nos encontramos.
No
podemos mostrar sonrisas más amplias a quienes se cruzan con nosotros por miedo
a tragarnos algún bicho.
Y
colorín colorado… de nuevo en los
coches, sin que nos haya caído una sola gota de lluvia y con tiempo para tomar
unos refrescos. ¿Se puede pedir más? Sí,
que la próxima vez acudan más amigos.
Resumen:
Un
desnivel acumulado de 1367 m
Velocidad
media en movimiento de 14,41 km/h
Tiempo
total 4 horas 15 minutos.
Tiempo
en movimiento: 3 horas 34 minutos.
Insisto,
al ritmo que han marcado Enrique y Pawel.
¡¡NOS VEMOS!!
Ruta con solo dos subidas, la primera de 20 Km y 1100 m de desnivel. Yo tardé algo más, 3:50.
ResponderEliminarMuy buena ruta, ideal para lo que nos espera a finales de mes.
Un abrazo para todos.