Milán – San Remo - 1910
Domingo
3 de abril de 1910. El ciclista francés Eugene Christophe trata de
avanzar penosamente a través de una gruesa capa de nieve. Está en el paso
Turchino, sitio en el que Fausto Coppi logró triunfo en 1946 en la primera
Milán-San Remo de postguerra.
Aquel día de 1910, los ciclistas lucharon contra la
naturaleza. En una jornada de condiciones dantescas, se enfrentaron desde la salida a un
aguacero que se transformaría en nevada para cuando alcanzaron las pendientes
del Turchino, punto decisivo de aquellas primeras "sanremos".
Al coronar la cima, Christophe era uno de los pocos supervivientes
desparramados en el camino. Otros eran el belga Cyrille Van Hauwaert (ya
vencedor de esta carrera en 1908) o el primer campeón del Giro de Italia, Luigi
Ganna.
Después del Paso Turchino, todos se vieron obligados a buscar refugio y Christophe tuvo la fortuna de que el dueño de una posada saliera a su encuentro con mantas y le ofreciera caldo caliente pero, a pesar de suplicarle que abandonara, el ciclista francés, hombre testarudo, retomó la carrera y volvió a sacar ventaja a sus rivales, quienes, para ese momento, habían alcanzado la misma posada. Tras casi doce horas y media de padecimiento, Christophe alcanzó la meta en San Remo, proeza que solo lograron 4 de los 63 ciclistas que partieron.
El duro Eugene fue elogiado en Italia, Francia y
Bélgica. No obstante, esta hazaña le costó buena parte de su salud. Tanto es así que estuvo un mes recuperandose de la hipotermia y de la pulmonía posterior y pasó casi dos años, llenos de penurias,
tratando de volver a ser el Christophe vigoroso que dominó esta monstruosa
clásica.
El propio Eugéne Christophe narra sobre su experiencia
en la dantesca Milán-San Remo de 1910:
“Pedaleaba, me bajaba de la bicicleta, corría, volvía a
subirme a la bicicleta, pedaleaba y a los pocos metros estaba congelado y tenía
que desistir. Entonces volvía a correr. Un poco más allá siento calambres en el
estómago y avanzo con una mano en el manillar y otra sobre la barriga. Me
detengo y me tumbo apoyado en una roca, al borde del camino. El frio me
paraliza, tan solo puedo mover ligeramente la cabeza a los lados. El resto del
cuerpo está congelado. Pienso que me muero allí mismo.”
El "viejo galo" que dejó la mitad de su vida en una gélida jornada de 1910 entre Milán y San Remo.
ooOoo
De esta impresionante historia hay numerosos testimonios y me he permitido relataros y resumir el más corto. Si os ha gustado, podéis encontrar reportajes más detallados y minuciosos como:
Manzanares El Real – Alto de La Nava - 2022
Domingo 14 de mayo de 2022.
AlfonsoyAmigos emprende su ruta clásica desde Manzanares El Real para alcanzar
el alto de La Nava, pero la lluvia acabaría frustrando el intento en aquella ocasión.
Manzanares El Real – Alto de La Nava - 2023
Las fluctuantes previsiones anuncian lluvia para la tarde del sábado y a lo largo del domingo, pero AlfonsoyAmigos lo intentará de nuevo.
Hora de encuentro: 8,45
Punto de encuentro: Aparcamiento a las puertas del Club Hípico en Manzanares El Real, antes de llegar a la entrada del parque de La Pedriza.
Ya sabes Alfonso cómo me gustan estos reportajes del ciclismo 'clásico'. No puedo menos que comentar que Christophe fue el inventor del calapié, hoy en desuso tras el invento de los pedales automáticos. La empresa francesa Zéfal sigue comercializando los calapiés y las correas de cuero con el nombre de calapié Christophe.
ResponderEliminarGracias, Ernesto, por tu interesante y curiosa aportación.
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