sábado, 14 de mayo de 2022

La Pedriza pasada por agua, con AlfonsoyAmigos

 

“No importa si está lloviendo o brilla el sol. Cuando voy en bicicleta soy el hombre más afortunado del mundo“. – Mark Cavendish


 

La Pedriza

No esperábamos, yo al menos, lograr reunir para hoy tal número de amigos en nuestra ruta clásica de San Isidro.


La Pedriza

El grueso del Grupo de AlfonsoyAmigos (sin mirar a nadie) ya debería haber partido horas antes desde Roncesvalles, cuando cerca de la entrada al Parque Nacional de La Pedriza y con distintas opiniones sobre la “puntualidad” nos encontramos:

Eva, Jesús, José “Bombi”, Juan, Luis Ángel, Miguel Ángel, Patrick, Rafa y Alfonso.


La Pedriza
 

Creed que se me ha hecho extraño no recitar de corrido la nómina de presentes sin comenzar por un Andrés o un Ángel… en la cabecera, pero es lo que hay. Un nuevo recuerdo especial para todos los “bicigrinos”, ¡ánimo que ya os queda menos!... Je Je, con la confianza de que hayan empezado con buenas pedaladas.


La Pedriza

Una alegría enorme ver cómo se acerca hasta nosotros nuestro añorado y querido Bombi y no solamente para saludarnos. Los abrazos de todos un tanto reprimidos, pues la última o penúltima variante del COVID nos ha sobrevolado.


La Pedriza

Un 14 de Mayo, avanzada la primavera y antes de partir surgen dudas sobre si cargar o no ropa de abrigo en la mochila. La temperatura es buena, muy buena, pero los cielos están cubiertos y amenazan con permanecer así toda la mañana.


La Pedriza

Allá vamos, por el trazado que hace tiempo consideramos es tal vez el ¿más fácil? No, al contrario, aquel que parece alargar más los tramos en ascenso para llegar a nuestro destino, el Alto de La Nava.


La Pedriza

No se adelantó el track previsto, pero no es la primera vez que los presentes hacemos este recorrido en fechas que fueron de calor, mucho calor, o de frío intenso con viento que nos paralizaba y en ocasiones para rodar sobre nieve recién caída o soportando lluvia persistente. ¿He hablado también de granizadas? ¿Te acuerdas Fer en aquel mano a mano que tuvimos hace tiempo?


La Pedriza

Riscos, paredes rocosas, canchales, arroyos y praderas van quedando atrás con nuestra marcha, pasando junto a los aparcamientos de Canto Cochino. Está a rebosar, se diría que más de un vehículo ha pasado noche en aquel lugar.


Puerta de La Pedriza

Pasamos la “Puerta de la Pedriza”, donde una guarda forestal asegura que la encontraremos siempre abierta. Confiemos en que así sea y no ocurra como con la infinidad de senderos que hemos conocido en años pasados y que ahora están totalmente prohibidos para las bicicletas.


La Pedriza

Superamos la Charca Verde, sin dejar de escuchar el estruendo de las aguas saltando valle abajo por el cauce del río Manzanares, que no perdemos ocasión de fotografiar antes de comenzar a atacar las zetas.


La Pedriza

Tras un buen tramo avanzado, Eva nos da alcance a los que vamos en cabeza y avisa de que Patrick ha tenido un pinchazo que no consigue reparar. Regresaremos un kilómetro a su encuentro: Sigue perdiendo aire de su rueda delantera y logra avanzar gracias al “mouse” que lleva bajo la cubierta, pero habrá que recurrir a mecha, líquido tubeless y bombona de co2 para ponernos de nuevo en marcha. Jesús le echará buena mano.


La Pedriza


Unas primeras gotas de lluvia se dejan sentir sobre unos brazos que todavía van al descubierto, pero avanzamos. Es como si nos hubieran querido avisar: “Eh, que os vais a mojar…” Unos cientos de metros y nuevas de gotas de lluvia, la temperatura parece descender con rapidez.


La Pedriza

Mezcla de fragancias de plantas aromáticas como el cantueso, el romero, las jaras o el rosal silvestre, que se funden ahora con el olor familiar y agradable a tierra mojada.


La Pedriza

 

Llegamos a la zona de Las Losillas, donde nos esperan formidables bloques de piedra de anárquicas formas y tamaños que ya conocemos de otras ocasiones. Tal vez allí o muy cerca se encuentran las piedras que ya fueron bautizadas hace mucho tiempo: el Cáliz, el Yelmo, las Torres, el Pájaro, el Cocodrilo, la Bota, la Maza, el Hueso, la Esfinge, el Elefantito, la Campana, la Vela, el Indio, el Centinela, o el Tolmo, entre otras muchas. Siento no poderlas reconocer una a una.


La Pedriza

Agrupamos, hacemos alguna foto y… empieza a llover con ganas. No me atrevo a decir diluviar, pero sí cae lo suficiente como para intentar buscar cobijo bajo algún árbol y plantearnos el regreso a la vista de que los cielos se cubren de nubes negras con más rapidez que nosotros en decidirnos.


La Pedriza

Alguno rescata del fondo de la mochila un chubasquero olvidado pero la mayoría apenas tendremos unos cortavientos o unos manguitos con los que intentar cubrirnos del chaparrón.


La Pedriza

Lo reconozco, en ese momento y con la sensatez de persona mayor, recomiendo dar por concluido el ascenso pero será Eva la que intente y consiga animar a todos para que sigamos adelante desafiando la persistente lluvia. Pues nada, allá vamos de nuevo, que no se diga.


La Pedriza

Jesús arranca en cabeza por el desvío hacia La Nava y yo le sigo a cierta distancia, aunque lo acabaré perdiendo de vista. Casi tres kilómetros de marcha y la lluvia arrecia, compartiendo protagonismo con ráfagas de granizo. Por no perder a Jesús, al que no puedo avisar, sigo adelante y me lo acabo encontrando agazapado bajo un árbol. Mal cobijo para los dos por un buen rato a 1754 m.


La Pedriza

El walkie deja escuchar la voz entrecortada de Rafa, pero sin entenderse lo que quiere decirnos aunque nos lo imaginamos, pero mejor no moverse. En un momento que la lluvia afloja, se nos unen Bombi y Miguel Ángel para juntos tomar la determinación de regresar. Hemos estado a tiro de piedra de alcanzar el Alto, una pena. Un par de ciclistas que regresan calados nos aconsejan no subir.


La Pedriza

Ya de regreso, nos da alcance Rafa, que ha subido a buscarnos. Gracias amigo. Ni siquiera había cobertura con los móviles. El Grupo espera algo más abajo… han encontrado un árbol protector más tupido.


La Pedriza

Poco más hay que decir, la suerte está echada y hemos puesto en el asador todo lo que teníamos. Nos vamos de regreso, dejándonos caer cuesta abajo por donde hemos subido, pero la velocidad de la bajada hace que se sienta mucho más frío en los cuerpos mojados… calados diría yo, por una mezcla de agua y fina arenilla que hace chirriar a los frenos y golpea los rostros con dureza.


La Pedriza

Paradas breves para reagrupar y asegurarnos de que todos bajamos bien. En los tramos que intentamos dar pedales apenas se consigue que las rodillas heladas reaccionen. Duro el ascenso al Collado de Quebrantaherraduras, pero desde aquí ya todo es bajar.


La Pedriza

Breve parada en el Collado del Campuzano, solamente para asegurarnos de que nadie ha sufrido percance sobre la pista mojada y muy rápidos salimos del Parque pasando junto al Punto de Información para llegar en pocos minutos por el GR 10 a donde fueron dejados los coches. La temperatura ha mejorado y, ahora sí, la lluvia ha cesado.


La Pedriza


¡Vaya odisea!... ¿Para cuándo la próxima?

Cambio de ropa apresurado para intentar entrar en calor y acercarnos a compartir unas cervezas, pero yo me retiro antes.


La Pedriza

Mucha suerte para Juan y Luis Ángel que se incorporan al grupo del Camino de Santiago a mitad de semana. ¡¡Ánimo amigos!!



Accede a las fotos que van subiendo los compañeros del Camino de Santiago






3 comentarios:

  1. Ruta dura por todo, hacia muchísimo tiempo que no pasaba tanta calamidad junta, pero hoy desde casa y ya recuperada de todo lo vivido ayer os puedo asegurar que no cambiaría lo de ayer con vosotros por nada, me lo pasé pipita, os quiero muchisimo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Eva, sabes el cariño que todos te tenemos y lo que nos alegra verte en cada ocasión. Con más voluntad que el resto Je Je. Ojala nos veamos pronto de nuevo. Bss. Alfonso

      Eliminar
  2. Lástima que llegué un 24h. Tarde, pero técnicamente no se puede decir que me la haya perdido

    ResponderEliminar

Gracias por dejar vuestros mensajes.
Son importantes para nosotros.