El orgullo de una ambición
Los sueños en esta vida hay que intentar cumplirlos, y cuando se tiene determinación por ellos, es posible llevarlos a cabo
Crónica: Luis Ángel
Andrés desde que era niño, tenía un sueño y era algún día poder subir El Galibier, en Los Alpes, ascensión mítica del Tour de Francia.
Viendo esa ambición que tenía Andrés y comentándolo hace ya
algunos meses, creíamos que era un objetivo a cumplir y que sería muy especial
poder acompañarle en ese viaje hacia una de las cimas más altas de los Alpes.
Con todo ello nos pusimos a planificar un viaje que ya siempre perdurará en la
memoria de los que pudimos acompañarle.
El viaje sería largo, mucha distancia y muchos kilómetros
pero la posibilidad de compartir muchas conversaciones y anécdotas hicieron que
Toño y yo diéramos un paso al frente para acompañar a nuestro Gran amigo.
Saliendo de Madrid el jueves, nuestro primer destino sería Perpiñán
para poder realizar el viaje en dos tramos. El viernes llegaríamos a Saint
Michel de Maurianne, de donde partiría nuestra ruta el sábado.
Decidimos madrugar bastante para emprender nuestra ascensión,
siendo conscientes de que había que hacer muchos, muchos kilómetros, la mitad
de ellos en constante subida y no sabíamos calcular muy bien tiempos ya que
todas las consultas que habíamos hecho sobre el recorrido y perfil nos hablaban
de una gran dureza en todo el trayecto.
La mañana se presenta espléndida, con un tiempo soleado e
incluso bastante calor, siendo las 8,30 de la mañana cuando emprendemos el
camino. Las primeras pedaladas transcurren por el pueblo y tras ver los
carteles que nos anuncian adonde nos
dirigimos empezamos ya a subir. Son ni más ni menos dos puertos "hors
catégorie": Col du Télégraphe a 12
km y Col Du a Galibier a 35 km. La empresa no es pequeña.
Nuestra primera meta volante sería el Télégraphe. En
principio este col no es considerado como "fuera de categoría", pero
es el que hay inmediatamente anterior al Galibier, y es un puerto en toda
regla. Son 12 kilómetros de subida sin parar para acumular 850 metros de
desnivel hasta la cota de 1.545 mts. Es cierto que existen muchos árboles y
sombras en la subida, pero la pendiente media sostenida del 8-9% es un castigo
que merece ser racionado para todo lo que queda por delante.
Estas 2 primeras horas transcurren entre la emoción por estar allí y la prudencia de saber lo que nos vamos a encontrar por delante. Curvas en herradura que van metiéndose en el bosque y un firme agradable para rodar, hacen llevadera la subida. Cuando llegamos al Télégraphe, la satisfacción de haber coronado es muy alta, estamos en el camino hacia lo máximo de hoy.
Estas 2 primeras horas transcurren entre la emoción por estar allí y la prudencia de saber lo que nos vamos a encontrar por delante. Curvas en herradura que van metiéndose en el bosque y un firme agradable para rodar, hacen llevadera la subida. Cuando llegamos al Télégraphe, la satisfacción de haber coronado es muy alta, estamos en el camino hacia lo máximo de hoy.
Es el Télégraphe un lugar emblemático, con auténtico espíritu
ciclista y donde se dan cita muchísima gente que sube el puerto diariamente. No
tardaríamos mucho en emprender la marcha. Amigos, nos decíamos, todavía queda
mucho. Y es una bajada de 4 kilómetros la que nos llevaría a Valoire un pequeño
pueblo a 1.400 metros de altitud y que es una estación de esquí dentro de los
Alpes franceses. Andrés decide en estos momentos "refrescar" su famoso
pie pero no cesará en el empeño de llegar a cumplir su sueño. Brevísima parada
y afrontamos el reto mayor del día, y puede que del año para nosotros tres.
La salida de Valoire hacia el Galibier ya es de por sí
exigente ya que las primeras cuestas, incluso dentro de la pequeña estación
empiezan a marcar el 10%. Quedan 17 kilómetros de subida... Poco a poco
la carretera se va adentrando más y más en los Alpes siendo la subida constante
y sin un solo momento para el descanso. Esa carretera que va dibujando la
subida viene acompañada de unos paisajes impresionantes, de un lado las propias
pistas de esquí, del otro la montaña con cascadas, ríos y rápidos que se
suceden allá a donde mirásemos.
El espectáculo de naturaleza es sobrecogedor y las montañas
que nos rodean imponentes. Llevamos ya 28 kilómetros de subida desde que
salimos de Saint Michel de Maurianne, y las piernas empiezan a notar ya el
sobresfuerzo de la mañana. Pero es a partir del este kilómetro donde el
Galibier empieza a saludarte, empieza a desafiarte, empieza a maltratarte. Las pendientes aunque no mucho más
pronunciadas que la de los kilómetros
precedentes, parecen ser más inclinadas aún y se suceden una serie de curvas en
herradura que hacen ir cogiendo mucha altura en muy poco espacio. Somos conscientes
ahora de lo que estamos subiendo.
Pero
lo peor está por llegar. Aunque la sensación de los tres es inasequible al
desaliento, nos enfrentamos ahora a la parte más "ingrata" del
puerto. Larguísimas rectas de subida al 9%, inacabables y que por momentos
parece que esas propias rampas te van a tragar. Y por si eso fuera poco, cuando
llegamos al kilómetro 35 de subida y consultamos nuestros GPS, comprobamos que
la cota máxima no acaba ahí, todavía quedaría 1,7 kilómetros para culminar, y
además esa última parte sería la más terrorífica por la pendiente hasta la
llegada: 12%
Y ya casi en la cima, Andrés nos dice que tenemos que llegar
juntos, coronar los tres al unísono, y así lo hacemos. Que decir de ese
momento, Andrés se emociona como pocos pueden imaginar, con lágrimas en los
ojos y temblándole la barbilla a la vez que nos da un enorme abrazo a Toño y a mí.
Había que estar allí ya que el momento es indescriptible. Habíamos coronado el
Col Du Galibier a 2.642 metros de altitud.
Tras unas fotos para el recuerdo, rodeados de varios metros
de nieve y saboreando el momento para recordarlo siempre, emprendemos una
larguísima vuelta en bajada que nos permite ahora divisar todo el magnífico
paisaje de estas incomparables montañas.
Llegando a Valoire de nuevo, haremos la subida de 5 kilómetros al Télégraphe de manera muy rápida y ágil, aún con el esfuerzo de todo el día ya en nuestras piernas, para acabar bajando hasta nuestro punto inicial de manera exultante y con la alegría de haber completado una jornada inigualable. Un día con auténtico sabor a Tour de Francia.
Llegando a Valoire de nuevo, haremos la subida de 5 kilómetros al Télégraphe de manera muy rápida y ágil, aún con el esfuerzo de todo el día ya en nuestras piernas, para acabar bajando hasta nuestro punto inicial de manera exultante y con la alegría de haber completado una jornada inigualable. Un día con auténtico sabor a Tour de Francia.
Finalizaba así un día histórico, con la alegría no solo de
haber subido hasta el Galibier, que ya de por sí es enorme, sino con la emoción
máxima de haber acompañado a Andrés a cumplir su objetivo, su sueño. Y lo
cumplió por esa forma que tiene el de entender la determinación, el esfuerzo y
el ánimo para conseguir lo que se proponga. Solo se puede decir: ¡¡Que
Grande eres Andrés!!
Muchas gracias a todos los compañer@s y amig@s de
AlfonsoyAmigos por habernos acompañado desde la distancia con tantos mensajes
de ánimo y enhorabuena en este viaje al Col Du Galibier: terre de
cyclisme.
No será la última vez que AlfonsoyAmigos haga un viaje de
estas características. Volveremos a Los Alpes, ¿cuándo?, no lo sabemos, lo que
si os puedo decir con total seguridad es que el Alp d'Huez... cada vez más
cerca.
Vive la aventura con el vídeo de Toño
Vive la aventura con el vídeo de Toño
Me siento orgulloso de tener compañeros de bicicleta como vosotros, con esas iniciativas que nos dan una envidia sana y de presumir de amigos que lo difícil lo convierten el accesible.
ResponderEliminarEnhorabuena Andrés, Toño y Luis Ángel
Menudo etapón nivel Tour de Francia os habéis marcado!! Enhorabuena a los tres. Y la crónica da perfecta cuenta de cómo vivisteis la aventura.
ResponderEliminarChicho
No me extraña que la emoción os embargara.
ResponderEliminarSólo con leer la crónica, yo misma me he emocionado.
Andrés,Enhorabuena por cumplir tu sueño y a los amigos que te han acompañado en esta gran aventura.
Siempre vivirá en vuestra memoria
Experiencias así, solo se viven una vez en la vida
Además,los maravillos pasajes que han quedado grabados en vuestras retinas.
CHAPÓ¡¡¡
Gracias por una vez más,hacernos partícipes de esta maravillosa experiencia.
ENHORABUENA ¡¡¡¡¡
UN SALUDO CHARO
Inmensa cronica! Describe perfectamente la aventura y hazaña vivida. Que bonito es cumplir sueños y me emociono ver la enorme alegria de Andres, nuestro Little Big Man y gran compañero que con su alegria y entusiasmo nos alegra a tod@s!!!
ResponderEliminarBravo a los 3 vencederos del Galibier!
Volvera AyA por mi tierra para poner pica en Flandes o mejor dicho en Francia.
Un abrazo.
Enhorabuena a los tres y especialmente a Andrés: en la vida hay que intentar cumplir todos nuestros sueños. Me quede con las ganas de acompañaros, pero como sabéis no quería obligar la maquinaria. Al final un cúmulo de avatares me dieron la razón. Queda para otra ocasión.
ResponderEliminarEnhorabuena a los tres por coronar esos puertos míticos. A ver si la próxima vez puedo acompañaros porque viendo el video y leyendo el relato dan unas ganas enormes de hacerlo.
ResponderEliminarUn abrazo.