Bueno, no estamos en el
fin del mundo, pero desde aquí casi se ve. Thelma y Louise
Ya lo dijimos en nuestra
convocatoria: “Volveremos este domingo a la Garganta del Río Moros”
Un día muy claro como el
de hoy y la altura que hemos alcanzado con nuestras bicicletas nos han
permitido disfrutar de unas formidables vistas de toda la Garganta; tal vez no
con el colorido que hubiéramos deseado pero siempre impresionante de ver.
El grupo se congrega con
tiempo, síntoma de que hay ganas de disfrutar de una nueva ruta y, aunque hay
bajas anunciadas por un Puente del Pilar que hace estragos, nos juntaremos un
buen grupito:
Andrés, Antonio, Chupo,
Enrique, Fernando, Daniel, David, Eva, Ferluy, Forlán, Jesús, Joss, Juan
Carlos, Juan Patricio, Nacho, Pawel, Sergio, Toño y Alfonso.
El día festivo y el
consecuente “puente” nos ha venido de perlas a los que hemos aprovechado para
pedalear cuantos minutos se han puesto a nuestro alcance y otros se han
reservado para darlo todo el domingo.
David se reincorpora, no
le vemos desde ruta de agosto por el Cerro de la Salamanca; Joss aparece y
desaparece sin previo aviso y el que sí avisa es Ferluy que se recupera de una
gripe y de unas merecidas vacaciones.
Lo he dicho, hay ganas,
un grupito se adelanta al resto e imprime ritmo desde la salida. Por mi parte,
creo que soy cada vez más diésel, necesito calentamiento previo y tal y
como está el tema de la contaminación… cualquier día me prohíben montar en
bici.
A 15 de Octubre y la
mañana ofrece una temperatura que recuerda cualquier día de julio. Pronto le sobrará cualquier ropa de abrigo a aquel que temió pasar frío.
Marchamos hacia Gudillos
y desde ahí hacia la Casa Forestal de Campanillas con su eterna puerta con
candado, pero hoy encontramos algo nuevo que nos sorprende a todos.
Nos rodean cientos de
ovejas y carneros y los perros pastores cumplen con su trabajo lanzándose a
nuestro paso para proteger el ganado. No nos olvidemos de que nos encontramos
en la Cañada Real Leonesa.
El próximo 22 de Octubre
se celebra la Fiesta de la Trashumancia
y Recuperación de las Cañadas Reales. Está previsto que 2000 ovejas merinas
lleguen a la Casa de Campo de Madrid el viernes y recorran muchas calles
céntricas de la capital el domingo: Plaza Mayor, Gran Vía, Puerta del Sol,
calle Alcalá… Un espectáculo recomendable de ver si tienes oportunidad.
Cuando nosotros nos encontramos estas ovejas, en su recorrido hacia Madrid, ya impresiona verlas donde no
estamos acostumbrados, disputando las últimas briznas de hierba al ganado
vacuno.
Saltamos la puerta y
seguimos adelante. En unos minutos es fácil comprobar que marchamos a buen
ritmo pues el grupo se estira y se estira.
No habrá una parada
grupal, aunque breve, hasta llegar a la Fuente de la
Chispa, que aún nos deja reponer algunos bidones. Ferluy
nos dice que anda destemplado y duda si tomar las de Villadiego.
Fuente de la Chispa |
El Embalse del Tejo o las Tabladillas agoniza; da mucha pena verlo en
esas condiciones. Solamente el pequeño Embalse
de El Espinar o Vado de las Cabras mantiene su nivel, de momento. La fuente
junto al embalse también da un chorrito de agua.
Antes de girar a la
derecha y afrontar el kilómetro de duro ascenso hacia las canteras y la solana,
Ferluy se detiene y parece pensárselo, pero toma la decisión correcta y sigue
con nosotros, sabiendo que ahora viene el terreno en el que él disfruta como
nadie.
En fila de a uno,
siguiendo el trazado y el ritmo del compañero que llevas delante y así vas
avanzando en camino pedregoso que va tomando desnivel.
Hoy no seguimos hacia los
Ojos del Río Moros, nos desviamos
hacia la izquierda para coger un sendero habilidoso, que podría ser más
divertido de no ser por la cantidad de ramas y arbustos que se cruzan a nuestro
paso y que obligan a muchos a seguir unos metros a pie.
Pedriza del Gamonal |
La Pedriza del Gamonal a nuestra derecha, ¡impresionante siempre! y
junto a ella avanzamos, ahora montados sobre la bicicleta, ahora a pie, sobre
todo cuando te encuentras dos repechos con un desnivel difícil de afrontar sin
resbalar con tanta piedra suelta y el terreno tan seco.
A la tercera va la
vencida y el nuevo repecho lo atacamos con rabia para no dejarle vivo. ¡Vamos!,
¡vamos! Nos animamos para llegar al alto. Aquí nos cruzaremos con otro grupo ciclista de Segovia que hacen recorrido a la inversa y a los que les damos alguna recomendación. Siempre agradable detenerse y saludar.
Cruzamos el Arroyo del
Patarro y la pista se hace más llevadera, o al menos nos lo parece después de
lo que hemos pasado para llegar hasta el collado, la Puerta de Pasapán (1846 m)
Embalse del Tejo Garganta del Río Moros |
Disfrutar del entorno, de
la buena temperatura, hacernos unas fotos y a emprender camino de regreso por
el GR-88, sí, la Cañada Real Leonesa de nuevo.
Embalse del Tejo Garganta del Río Moros |
En descenso y al frente
el Alto del Casetón (1728 m), que
nos ofrece una alternativa que ya conocemos pero que hoy descartamos. Giramos a
la derecha y ahora toca poner los discos de freno al rojo vivo y los reflejos al límite.
No quiero ni mirar a los
que me han adelantado a toda velocidad, sorteando piedras sueltas y confiando
en la fiabilidad de sus bicicletas. La verdad es que las pobres reciben mucha tralla y apenas se quejan con algún chirrido.
Tres tramos largos, con
mucha pendiente, peligrosos, que te hacen alegrarte cuando compruebas que todos
los compañeros han llegado a reagrupar sin un incidente.
Cogemos pista forestal y
la disfrutamos, saludamos de nuevo al Pino Cardosillo, hoy en descenso, y nos
vamos hasta el embarcadero de ganado junto al Puente Negro sobre el Río
Moros (que se encuentra en la UCI).
A medio camino hacia la
puerta de Campanillas nos avisan de que Nacho ha pinchado y esperamos a que se
solucione. Afortunadamente, este será el único incidente del día. ¡¡No está
nada mal!!
Descenso divertido y muy rápido junto
a la Cerca Montosa, el Río Gudillos e Iberpistas para regresar a San Rafael.
Hemos llegado a buena
hora, muy buena hora, y aun así algunos compañeros de El Espinar se despiden con un fuerte abrazo antes de partir para
regresar a casa.
El resto disfrutaremos de
unas merecidas cervezas.
Ruta fantástica y muchas risas! me lo he pasado muy bien como siempre.
ResponderEliminarJoss Marino
En lo más sencillo de la ruta, subida al pilón y la pista de la Umbría, fue todo un martirio para mí, francamente un sufrimiento, una salida de gripe y un inesperado corte de digestión después de una cena copiosa, fue un cóctel explosivo que estuvo a punto de hundirme y abandonar, pero el ánimo de todo el grupo y la suerte de vaciar mi estómago, me puso a tono, justo en el punto más exigente de la ruta, en toda la subida de Los Ojos camino del Arrastradero y Pasapan, me recupere de una manera mágica y subí como ni podía imaginar media hora antes, perfecta ruta y perfecto grupo, gracias una vez más por aguantar a quien en cada momento lo necesita, GRACIAS
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