El Deporte Rey

Y el ciclismo ¿qué?

Durante la comida que celebramos el pasado domingo, al final de Ruta MTB en Navas de Oro, les contaba a algunos compañeros que antes de empezar a dar pedales yo era un asiduo practicante del “deporte rey”.

Jugué al fútbol competitivo durante bastantes años, hasta que una osteopatía de pubis y el temor a verme obligado a pasar por quirófano me hicieron cambiar de aires, en este caso de deporte.

Y como siempre me he visto metido en todos los fregados, (o siempre he sido el que ha asumido responsabilidades que otros no querían), me encontré durante unos cuantos años al frente del equipo de fútbol que unos buenos amigos habíamos formado, con una mezcolanza de jóvenes jugadores y veteranos de segunda e incluso de primera división. 

Con cierta similitud a lo que ahora ocurre en nuestro grupo ciclista y me refiero al combinado de jóvenes y mayores (digamos veteranos).

Sin mucha ayuda (por no decir ninguna), me encargaba de acudir a la organización del trofeo cada semana, de alquilar nuestro campo, de estar pendiente del calendario, de transportar en mi coche balones, botiquín, garrafa de agua, equipación limpia (que previamente había llevado a la lavandería)... y sí, además de utillero también hacía las veces de capitán, con potestad para definir la alineación cada domingo y efectuar las sustituciones que fueran pertinentes.

Temporada 1999-2000

Esta última labor me creaba en ocasiones malestar con los amigos, pero nadie estaba dispuesto a darme el relevo.

En una época en la que los teléfonos móviles no se veían nada más que en las películas de ciencia ficción y el ladrillo Motorola apenas lo tenía algún alto ejecutivo, ahí me encontraba yo llamando cada semana a los compañeros, desde casa o desde las (ahora prácticamente desaparecidas) cabinas telefónicas, para indicarles la hora y la situación del campo en el que se jugaría el encuentro.

Multitud de vanos intentos para que se realizara un efecto dominó para dar el aviso, pues muchos se enteraban de la hora y rompían la cadena de avisos. 

Y hablamos del “deporte rey”, pero cada semana me resultaba muy complicado no ya conseguir llevar al partido unas posibles sustituciones, sino el alcanzar un mínimo de 11 jugadores. La situación se agravaba si el tiempo era lluvioso o excesivamente frío.

Temporada 1993-94

No era raro verme obligado a madrugar el domingo, echar las últimas cuentas e intentar levantar de la cama a algún perezoso para que acudiera a echarnos una mano.

Recuerdo con agrado el partido en el que me tocó cubrir (yo jugaba de central) al famoso Carlos Santillana, que ya había dejado el Real Madrid y el fútbol profesional. También cruzaría codazos con el ya fallecido Arteche (ex-atlético) y patadas con muchos otros jugadores de renombre... Clemente, Ruiz, Pedraza, Julio Alberto, Quique Ramos, Pardeza, pero en ninguna ocasión se me ocurrió hacerme una fotografía con ellos o irles a pedir autógrafos.

Pensaréis que estas son las “batallas del abuelo”... ahora más que nunca.

Retomo el hilo de mis reflexiones: Hablo del “deporte rey”.

Como decía, serios problemas cada semana para conseguir un equipo competitivo, aunque realmente no se nos dio mal mientras duró.

Y ahora, en 2014, cuando el fútbol sigue mandando y absorve la prensa deportiva, nos juntamos unos buenos amigos para disfrutar de la bicicleta de montaña.

Se realiza convocatoria para el domingo. Las previsiones meteorológicas avisan de lluvias persistentes, de frío. Hay que desplazarse en coche 150 kms hasta el lugar de encuentro y requetemadrugar para poder comenzar la ruta pronto.

Se diría a priori que allí no aparece “ni el tato” y, sin embargo, nos juntamos hasta 25 bici-osos dispuestos a sufrir y a la vez pasarlo en grande.

Puede que el fútbol sea el “deporte rey” y lo seguirá siendo me temo, pero para practicar ciclismo, (incluso el aficionado), para ser ciclista... hay que estar hecho de otra pasta. 

ooOoo

Sin que se nos olvide en casa el chubasquero...

Domingo 30 de Noviembre.
Lugar: Paseo Rivera de San Rafael
Hora: 9,30

...no busques el track, no lo vas a encontrar.

ESPERO QUE NOS ACOMPAÑES