(Y algunos también rodaron por el suelo…)
Trazado de ruta y crónica:
Chicho
Fotos: Alfonso y Fernando
Aunque
era mi intención disfrutar de una hora más de sueño gracias al cambio de hora,
el cambio de armario para rescatar la ropa de invierno para afrontar otra Ruta
MTB con AlfonsoyAmigos me impidió
dormir a pierna suelta. Aun
así, no debí ser el único que revolvió el armario porque al punto de encuentro
se presentaron pertrechados como aguerridos alpinistas casi todos los
“alfonsos”:
Alberto,
Alfonso, Andrés, Ángel, Ernesto, Eva, Fer, Fernando, Galo, Jesús, Juan Carlos,
Juan Patricio, Luis Ángel, Nati, Patrick, Pawel, Rafa, Toño y Chicho.
Damos
la bienvenida a Alberto, compañero de fatigas de Luis Ángel (nunca mejor dicho porque parece ser que
comparten clases de “spinning” entre semana). Esperamos que disfrutase de la ruta y nos
acompañe en más ocasiones.
Antes
de iniciar la marcha, le advierto a Alfonso que las baterías de litio no
funcionan de manera óptima a bajas temperaturas y lo recomendable que sería dar
inicio a las rutas a partir de las 10 de la mañana cuando las temperaturas son
algo más benévolas. Me
temo que no hará caso y la vida útil de su flamante bicicleta eléctrica se
resentirá si proseguimos con estos madrugones dominicales (siempre he defendido que no pueden ser buenos).
Los
saludos se alargan más de lo recomendable a pesar del frío reinante y cuesta
poner al grupo en marcha camino del embalse
de Valmayor para afrontar el descenso rápido y zig zageante que no por ser
archiconocido deja de hacernos disfrutar a raudales.
Lo
mismo sucede con el sinuoso sendero que nos acerca al Club Naútico de los Arroyos y la pantalla del embalse donde no
falta la clásica foto en la que se puede ver cómo van cambiando las caras, las
canas y las bicicletas de año en año.
Seguimos
recorriendo los márgenes de Valmayor
camino de Colmenarejo pero en esta
ocasión disfrutamos de un tramo del margen del embalse que en fechas recientes
ha sido desbrozado y permite ser recorrido con el agua casi rozándonos los
tobillos.
Poco
a poco nos iremos alejando del agua para recorrer las vías pecuarias camino de
la depuradora de agua, también con enlace novedoso y con mucho “flow”.
El
ritmo es muy vivo fundamentalmente porque el desnivel es favorable o lo que es
lo mismo, porque vamos cuesta abajo. Alcanzada
la depuradora, tendremos que afrontar una subidita escarpada, estrecha, algo
rota y también novedosa por donde ya no se sube tan rápido y va provocando que
el grupo se estire y se parta en varios pelotones.
Reagrupamos
de nuevo en el cruce con el Cordel de la
Espernada y aprovechamos para empezar a descargar las mochilas de frutos
secos y no tan secos, bizcochos caseros según receta de Ernesto y demás pócimas
energéticas.
Reanudada
la marcha, proseguimos por el cordel para recorrer la parte alta del cañón del Aulencia (queda pendiente la incursión en su peligroso
y pedregoso fondo para próximas salidas por la zona). De
paso, aprovechamos para inmortalizar el momento en una de las pocas fotos del
día en las que casi salimos todos los miembros del grupo. Estamos
disfrutando de una fría pero muy clara mañana en la que a estas horas todavía
el sol calienta algo.
Tras
algún sube y baja por el laberinto de caminos de la zona alcanzamos el
aeródromo de Villanueva del Pardillo y desde ahí afrontamos el ascenso hasta la
zona de los Altos del Madroñal por
la pista asfaltada, que siempre es más llevadero que las alternativas
pedregosas que hay por la zona.
A
estas alturas el grupo está totalmente desperdigado y yo apenas noto la
diferencia de cuando recorro la zona en solitario. ¡Y pensar que madrugo los domingos para salir
en grupo con los “alfonsos”! Tendré
que plantearme si quedarme en la cama o quizás mejor, no volver a compartir el
itinerario previsto con las liebres del grupo que hoy han impuesto un ritmo
endiablado.
Desde
El Madroñal descendemos rápidamente
evitando los socavones del Camino del
Pardillo. Tras
un pequeño rodeo a la urbanización Las
Cuestas nos adentramos en el Monte de la Ventilla. Desde aquí oteamos la sierra de Hoyo a la
que probablemente no tardemos en pagar visita si el otoño continúa
presentándose como un invierno adelantado.
A
partir de ahora que comenzamos el regreso al punto de partida, el viento se nos
pondrá de cara y nos obligará a esforzarnos sin descanso hasta que recuperemos
todo el desnivel descendido y alcancemos los coches. Desde la lejanía algún compañero teme que
tengamos que remontar el corta fuegos del Cerro
de la Osera pero afortunadamente el camino lo deja al margen no sin antes
superar un buen cuestón.
Poco
a poco se van superando dificultades hasta enlazar con la Cañada Real (comúnmente
conocida como El Paredón y que
también reclama visita por parte de algún “recalcitrante” del grupo que añora
su fuerte desnivel de subida…jeje).
Penúltima
parada de avituallamiento antes de llegar a la zona de Los Ranchos y continuar hasta el pueblo de Galapagar que tendremos que atravesar muy a nuestro pesar por
carretera hasta poder enlazar de nuevo con los caminos de la zona no
urbanizada.
En
este último tramo ya es imposible si quiera avistar la cabeza del pelotón y
nuestros compañeros Toño y Nati sufrirán una fea caída por enganche de
manillares. Cuentan
los afectados que uno salió volando y que otra dio con sus huesos en tierra. La asistencia de Juan y Andrés tarda en
llegar al lugar y solo dan parte de moratones y lamentos por haberse ido al
suelo de la manera más tonta posible. Gajes
del oficio, esperemos que los hematomas vayan pasando del rojo al amarillo a lo
largo de toda la semana.
Desde
luego que fue un estupendo día para todos e incluso un poco mejor para los que
disfrutamos con las desgracias ajenas del eterno rival futbolístico…
Habrá
que aprovechar que viene un fin de semana largo para hacer kilómetros sin
parar.
Para ver más fotos
Esta fue la ruta que nos preparó Chicho
Seleccionada por Google Earth
Ir a PÁGINA DE INICIO
Siento mucho la caída de Nati y Toño. Espero que no sea nada importante y todo haya quedado en un susto.
ResponderEliminarFrío de verdad, ehhhh!!!
OS veo a todos bien tapaditos.
Cambio de paisaje y un pantano precioiso.
Con todo el puente que se avecina,imagino que disfrutaréis de lo lindo con diferentes rutas.
Para los que se tomen el puente, a disfrutarlo.
Un saludo. Charo.
Ventoso, es casi todo lo que puedo recordar. Y daba igual el punto cardinal que, la pista o comino nos llevaba. Con lo cual la ruta fue durisima, no exenta de buen recorrido,
ResponderEliminarY seguro que en circunstancias menos ventosas, se habría disfrutado más.
Bien diseñada, Chicho y bien narrada en la crónica. Gracias.
Hacia tanto viento, que nada más terminar la ruta nos disolvió en un momento...
Habrá tiempo, más adelante para el refresco.
Me alegro de que no fue nada la doble caida. Un abrazo compañer@s.
A todos, gracias.
Sed Felices. Un abrazo.