En el fondo somos como niños
Hay quién se divierte explotando las burbujas de los plásticos de embalar y otros disfrutan pisando charcos.
Pisando charcos evoco la
niñez, me transporto al pasado, a aquellos tiempos en que la libertad de mi
mente no había sido cercenada por los prejuicios y las “normas de educación”. (Imaginando lo que diría nuestro amigo Andrés).
Andrés sin miedo al agua |
Al hacernos mayores, sin embargo, todos
nuestros actos son analizados de manera automática por nuestra mente,
anticipamos las consecuencias de nuestras actos y perdemos espontaneidad.
Cuando eres pequeño, ves
un charco y el cuerpo se te ilumina, te pide inmediatamente ir a pisarlo,
sentir el ruido del chapoteo y disfrutar salpicando.
Pero la prueba de que te
has hecho mayor es cuando al ver el mismo charco, con barro y todo, en lugar de pisarlo lo primero que se pasa por
tu mente son las manchas que vas a dejar en la ropa, el estado en que va a
quedar tu calzado e incluso el ridículo de que te puedan ver “haciendo el tonto”.
Ojala que todos los
problemas que nos surgen en la vida fueran de tan fácil solución como las
consecuencias de pisar un charco, porque lavas la ropa y el problema queda
solucionado ¿verdad?
Creciendo iremos
encontrando muchos charcos en nuestra vida y tendremos que estar preparados
para saber en cual meternos y cual intentar rodear, que ya habrá otros muchos
que no puedas salvar y tengas que afrontar sin remedio.
A nuestra vida hay que
darla emociones aprovechando los pequeños momentos que se nos ponen por
delante, pero no entremos a los charcos de forma alocada ni cortemos las
alas a nuestras ilusiones. Todo en su justa medida.
Nuestro protagonista principal de hoy es Andrés "el incombustible" , también llamado "el valiente", del que se diría que le gusta retozar en el agua y el barro. Claro, así está cada día más joven.
Andrés chapoteando en el barro |
Nuestro protagonista principal de hoy es Andrés "el incombustible" , también llamado "el valiente", del que se diría que le gusta retozar en el agua y el barro. Claro, así está cada día más joven.
ooOoo
Curiosamente, las tres fotografías corresponden a rutas de diferentes fechas.
ooOoo
Muy bien, Alfonso. No has podido elegir un niño más guapo y tampoco más travieso para tu comentario, para transportarnos a la niñez y revivir recuerdos de anteayer, aún somos jóvenes, como Andres.
ResponderEliminarUn abrazo, Andrés.
Bravo Alfonso, un abrazo.