El Chorro de la Granja

Alfonsoyamigos ha acabado hoy su ruta disfrutando de una excelente comida en el Restaurante Dos Castillas, en el mismísimo Puerto de Navacerrada.

Originales y sabrosos entrantes, judiones de rechupete y una carne a la brasa más tierna que el osito de mimosín dieron paso a una tabla de tartas caseras variadas difíciles de rechazar. Daba pena dejar algo en el plato.

Debo reconocer que es la primera vez en muchos años que no he podido cenar. Mi mujer ha quedado muy preocupada.

Salvo Luis Ángel Jr., que se ha acercado para compartir con nosotros la comida, el resto de los allí presentes nos hemos ganado a base de pedaleo cada caloría que hemos podido degustar.

Todo comenzaba justo una semana antes nada más acabar la ruta de la Jarosa, cuando surge esa pregunta que cada vez tarda menos en aparecer y que cae como una losa: Y el próximo domingo ¿qué?

Las propuestas no faltaron, saltaban aquí y allá como ranas en una charca.

Y la rana que más saltó en esta ocasión fue la apadrinada por Galo, que nos propuso una ruta inédita para Alfonsoyamigos: El Chorro de la Granja.

Se trata de la cascada más alta de la Sierra de Guadarrama. Su salto está dividido en tres tramos y juntos suman 80 metros de caída casi vertical.

Las aguas de esta cascada pertenecen al arroyo del Chorro, que es un afluente del río Eresma y que discurre en gran parte por el término municipal del Real Sitio de San Ildefonso.

El buen ánimo se desprende desde primera hora en los que vamos acudiendo al punto de encuentro en el aparcamiento del Embalse del Pontón.

Hoy no tenemos un track anticipado, apenas un par de compañeros conocen la ruta y tenemos que fiarnos, muy a nuestro pesar, del criterio de Galo y de su relatividad a la hora de enjuiciar una ruta.

Nos sorprende gratamente ver que ya nos están esperando quienes son habituales de darnos ventaja... y no miro a nadie.

Allí, equipados y listos para lo que el destino... y Galo nos tienen preparado estamos:

Andrés, Ángel, Carlos, Chicho, Daniel, Ernesto, Ferluy, Galo, Juan Carlos, Lourdes, Luis, Luis Ángel, Manuel, Miguel Ángel, Santi, Toño y Alfonso.

Objetivo: El Chorro Grande

Pero no somos 17, sino 18, porque llegando sobre su bici se nos une Rosa, de Las Kamelias  que sin conocernos ha sido valiente de acudir, compartir toda la ruta y dejar muy alto el estandarte de su grupo.

Hoy vuelve a estar presente el vestuario de invierno, aún no es primavera para Alfonsoyamigos, solo para El Corte Inglés.

Cruzamos el Puente Nuevo de Segovia y nos adentramos en la localidad de San Ildefonso que, como sabéis, está declarado Conjunto Histórico Artístico.

Al poco de superar el Centro Nacional del Vidrio, superaremos puerta para abandonar la zona urbana y comenzar ya, así en frío, a atacar los primeros desniveles.

Hemos partido de 1103 m de altura y no pararemos de rodar hasta alcanzar los 1518 m. El mal camino del principio dará paso a una pista forestal en buenas condiciones.

Vistas impresionantes del valle que nos obligan a detenernos en varias ocasiones. Hoy es ruta nueva para casi todos y nadie se quiere perder unas fotitos.

El espíritu de Alfonsoyamigos hará acto de presencia ahora y en ocasiones posteriores.

A una altura de 1448 m nuestro guía Galo avisa de que hay desvío a la derecha y abandonamos la pista que veníamos siguiendo. ¡Vete a saber donde hubiéramos acabado sin sus indicaciones!

Cruzar el Arroyo de la Majada nos dará pista de que ya hemos superado el punto más alto y de que comienza un relativo descenso.

Nos lanzamos cuesta abajo, pero el frío se te cuela por los resquicios y te corta la cara.

Se sugiere detenernos para tomar “media barrita”, pero han empezado a caer copos de nieve y la temperatura, que ya era fría a primera hora, aún ha descendido más.

Galo tiene previsto que realicemos descanso poco más adelante, en puente sobre el Arroyo del Chorro Chico, desde donde podemos ver nuestro objetivo en todo su esplendor.

Los plátanos, las barritas y geles se mueven por las manos de todos haciendo equilibrios con las cámaras fotográficas y los móviles. Alguno ha debido morder su móvil por error y se ha empeñado en apretar un plátano para hacernos una foto.

¿No estábamos bajando? Si, pero hemos bajado demasiado y ahora hay que retomar altura y en un tramo final de 15 – 20 metros alcanzar la cascada del Arroyo del Chorro Grande ¡y tan grande!

Preciosa la cascada, tremendo el ruido del agua que cae con desenfreno y que se junta con nuestros gritos de júbilo.

Los fotógrafos se mueven por aquí y por allá, lo quieren captar todo incluso con riesgo de acabar barranco abajo. Hay quien ha cargado con la bicicleta hasta el mismo límite permitido por la prudencia, quiere que su amiga sea también testigo del logro.

Y estaríamos allí mucho rato, merece la pena, pero todavía nos queda ruta por realizar y hay que dejar paso a excursionistas que se han marcado el mismo objetivo.

Las pistas de los primeros kilómetros dan paso a senderos divertidos, a tramos habilidosos e incluso complicados en ocasiones, principalmente entre bellos robledales.

Y nos vamos a visitar el Palacio Real de la Granja, pero hoy nos quedaremos únicamente junto a sus tapias, que nos servirán de referencia para emprender el ascenso más duro de la jornada.

Mirando a la derecha, en el interior del Palacio se puede ver el Estanque de las Ranas y el Puente de los Suspiros.

Pero ni siquiera podemos suspirar, apenas tomar el aliento necesario para dar una pedalada tras otra y el grupo se estira y se estira. Andrés ha tomado la cabeza y ya no la abandonará hasta el punto más alto. Otros tenemos que hacer alguna parada estratégica para recuperar el resuello y las pulsaciones que se nos han disparado.

Estando ya todos juntos, las pulsaciones del grupo parecen oírse como repiqueteo de tambores.

Y a disfrutar de nuevo en descenso divertido, pero no recuerdo bien si es en el Arroyo Morete o en el Arroyo de los Carneros cuando el cansancio parece notarse y da pié a:

Miguel Ángel se golpea en la rodilla derecha al cruzar puente de madera con poca anchura. Inflamación y herida con sangre.

Carlos resbala junto al arroyo y tiene caída con fuerte golpe.

Rosa desciende como todos por tramo con mucho desnivel y arena suelta, pero la rueda delantera se le cruza y cae al suelo de forma aparatosa con fuerte golpe en el pecho. Varios compañeros corren en su auxilio y la cuesta recuperar la respiración.

En el momento de esta crónica, esperamos que estén restablecidos, aunque doloridos con toda seguridad.

La ruta prosigue y nos lleva hasta zona de trincheras de la guerra civil restauradas, donde algunos compañeros juegan a ser soldados de paz y se fotografían.

Tramo por las Pesquerías Reales, que serán protagonistas en nuevas rutas y hacia los coches dejando rienda suelta a los caballos.

Súper Ratón... No, perdón, Súper Rutón el de hoy, tremendo y precioso en todo su recorrido, que justifica una vez más el cruce de abrazos entre tod@s.

Felicitar a Carlos que ha completado la ruta sin estar en forma, según él y por supuesto a Rosa, que se ha portado como una auténtica jabata, con caída dura incluido y que todavía tenía que regresar a casa sobre su bicicleta. Encantados de haberos tenido con nosotros.

Y unos nos abandonan y otros tomamos camino hacia el Puerto de Navacerrada, donde encontramos a esquiadores y excursionistas bien pertrechados para la nieve y el frío, que se deja notar, mientras Ángel, que ha olvidado ropa de repuesto, se mueve entre ellos con una camiseta de “Los Sexmos” amarilla de manga corta. 

Las risas y bromas durante la estupenda comida... se nos suponen.

Pincha para VER VÍDEO. Incluye la caída de Rosa.