Primero de noviembre, fiesta nacional… y las previsiones meteorológicas anuncian calma chicha para este día, previa a la llegada de la borrasca Ciarán
Se lanza convocatoria de ruta por Moralzarzal, cuando todavía hay compañeros con la resaca de la escapada de fin de semana a la Laguna Negra, por tierras sorianas, y otros tienen compromisos familiares ineludibles.
Puesta
la carta sobre la mesa, está presa, así que acudo al punto de encuentro sí o
sí, con la duda de si se cumplirá la previsión de ausencia de lluvias y sin
conocer qué amigos me acompañarán.
Los
cielos cubiertos, casi amenazadores y a mi llegada a la cita ya me encuentro
pertrechado y dispuesto para la marcha a Juan, que no puede disimular una
sonrisa un tanto especial, como cuando mi mujer espera que detecte su estreno
de un suéter nuevo.
Sí,
Juan se ha pasado al lado oscuro, pues junto a él y bien plantada puedo ver una
hermosa e-bike Treck. ¡Enhorabuena, amigo! Que
tu nueva compañera te de muchas satisfacciones… Y en
ello estamos cuando aparece Fer, que se une a las felicitaciones.
Parece
que no acude nadie más, así que es cuestión de que el trío inicie la ruta, sin
que a Fer le aflore ningún indicio de preocupación por ir escoltado por dos
eléctricos.
A los pocos metros de la partida ya estamos cogiendo desnivel por las Laderas de Matarrubia, aunque en esta ocasión no cogeremos desvío por senderillo a la derecha, en balcón sobre Moralzarzal, pues más abajo nos han dado aviso de que hay cazadores en la zona y es mejor no abandonar las pistas principales.
La opción es seguir subiendo por la pista que siempre hemos evitado sin saber por qué, pero tal vez fuera por los desniveles que hay que afrontar. Nada, nada, allá vamos, Juan tirando de las riendas de su cabalgadura para que no se desboque y Fer dándolo todo desde las primeras cuestas.
Según
tomamos altura se va cerrando la niebla sobre nosotros, impidiéndonos sacar
fotos de los bellos y conocidos paisajes que hoy se esconden a nuestra vista.
La
torre del Telégrafo Óptico nos saluda en lo alto de Cabeza Mediana
(1330 m) y casi se disculpa al mostrar sus paredes repletas de pintadas. Aquí
hace más fresco y sólo retrasa nuestra marcha un doloroso tirón que le da a Fer
en una pierna y que nos hace pensar, por un brevísimo instante, que no podrá
seguir pedaleando.
Según
abandonamos el cerro, nuestro amigo no para de hablar, lo que nos indica que se
ha recuperado y más, cuando hay que estar muy atentos para superar las piedras sueltas
descendiendo por la “cuesta del somier”, cuya puerta fue sustituida hace tiempo.
Atravesamos
Becerril de la Sierra y ya estamos junto a la pantalla de un Embalse
de Navacerrada al que le han crecido los márgenes de arena hasta límites
que no recordábamos. La niebla nos impide de nuevo
dejar buena constancia.
Para
arriba, hasta el Collado de las Cabezas (1201 m). Para
abajo, hasta cruzar la M-607 y pegarnos al margen del arroyo de la Angostura,
tantas veces visitado y que ahora resulta bello para la vista y agradable de
recorrer.
Junto
a los límites de la urbanización Vista Real ascendemos un breve tramo
por la durísima pista que nos llevaría hasta el embalse de La Maliciosa,
pero tranquilos, solamente para coger desvío por un senderillo muy limpio y
divertido, que iremos uniendo como puzle a otros senderos igual de divertidos.
A muy
buen ritmo por la vereda del Guerrero de camino a Mataelpino y después
por el GR-10 hasta tomar desvío por el cordel de Campuzano hasta cruzar por
puente un río Samburiel que fluye con alegría ruidosa. Pocos
visitantes en su zona recreativa.
Dejamos
que se ponga Fer delante y que sea él el que marque el ritmo cuando empezamos ascenso
duro y roto por la Ladera de las Viñas, que se recorre con aparente facilidad
hasta llegar al mirador del Chaparral, excusa para tomar una barrita y hacer
unas fotos en las que apenas se reconoce el Castillo de Manzanares y el
embalse.
¡Vámonos!
- dice Fer -, no nos quedemos fríos… y aún queda otro tramo duro de subida
hasta el cordel de Fuente las Liebres, por la cresta del monte.
Rápidos
por la Cañada Real Segoviana, con desvío para alargar recorrido acercándonos
a Cerceda y poder tomar otro sendero largo y divertido de regreso a la
Cañada, realizar giro de 90º y afrontar el tramo más duro de la ruta justo al
final.
¿Hay
que subir? – pregunta Fer con la vista fija en la cuesta.
Es lo
que marca la ruta – contesto con cierto desasosiego.
Pues
nada, vamos para arriba – responde tranquilamente Fer sin mudar el gesto.
Tantas
veces recorrido este tramo, por el Cordel de la Cerca de la Ladera de la
Dehesa, ¡toma ya nombrecito!, disfrutando del descenso y hoy sufriendo, uno
más que otros, con desniveles del 16 y 17%.
Ya en el mirador, desde el que tampoco conseguimos ver mucho, felicitaciones para Fer y cara de satisfacción de Juan que ha disfrutado de su maquinón. El descenso, rápido y muy divertido por el senderillo que discurre junto a la pista y que abandonaremos para callejear por Moralzarzal y regresar a los coches.
Cervezas,
tortilla, judiones por cuenta del padre de la nueva criatura y una jornada para
recordar por muchos motivos.
Ruton con dos buenos amigos, disfrutando absolutamente de toda la mañana, viendo como Juan disfrutaba y gestionada su nueva montura, tranquilo Juan que la batería aguanta para esta y mucho más, que la disfrutes con mucha salud.
ResponderEliminarAlfonso también se le vio disfrutar, buscaba los mejores y pocos momentos para tirar fotos aquí y allá, la niebla lo dificultaba, buenos consejos partieron de el para Juan queriendole dar consejos hacia la nueva bici.
Y yo disfrute viendo a los dos contentos y intentando no retrasar la marcha dandolo todo.
Pues si buenísima mañana, no descarto que no saque mas a menudo a pasear la mía.
Loss tres cascos azules pasamos una formidable mañana cerrada con una muy agradecida invitación de Juan.
Fer
A disfrutarla Juan y a disfrutar que es de lo que se trata.
ResponderEliminarDeseando compartir rutas contigo.
Un abrazo.
Juan enhorabuena por tu nueva bici!! Como me alegro por ti.
ResponderEliminarDeseando verte.
Gran abrazo.