Ahora más que nunca, la comunicación verbal ha dado paso a la era WhatsApp, a las frases cortas y a las palabras semi amputadas
Y como respuesta breve proliferan los emoticones, los emojis (ahora me entero de que hay 3.304), las caritas y los stickers. A todos ellos y como si de un DNI se tratara, les corresponden significados únicos e intransferibles.
Y como respuesta breve proliferan los emoticones, los emojis (ahora me entero de que hay 3.304), las caritas y los stickers. A todos ellos y como si de un DNI se tratara, les corresponden significados únicos e intransferibles.
Creo que
ya se imparten masters en alguna universidad para aprender a mantenerte al día
y te dan opción a suscribirte a continuas actualizaciones con las
novedades.
¡Qué
tiempos! Con lo fácil que era añadir
en tu comentario, a modo de despedida o de saludo, esa carita sonriente que ya
fue todo un éxito cuando sustituyó al juego complicado de signos, puntos,
comas y paréntesis que, eso sí de medio
lado, te guiñaban el ojo.
:-) :-( ;-)
La carita
sonriente murió de tristeza, sintiéndose olvidada el día que apareció aquella
que lanzaba un beso. Pero no
tardó en nacer su prima hermana, mucho más cariñosa, que al beso añadió un
rojo corazoncito. Recordemos que al principio
no nos atrevimos a utilizarlo por miedo a malas interpretaciones.
Últimamente
y antes de que la vida se volviera turbulenta, los besos tal vez habían perdido
su significado o quizá fuera que todos nos volvimos más cariñosos que nunca. Tanto es así, que tenías que transmitir tres,
cuatro o más caras con besito para que tu interlocutor interpretara que el
mensaje contenía más cariño del normal o incluso una intención especial.
Las
caritas nacen, crecen y se reproducen adaptándose a los tiempos que corren y
así, que levante la mano aquel que no haya emitido o recibido en estos días una
carita con mascarilla.
Miles de
caritas y emoticones, pero uno por encima de todos que seguramente tardaremos
en olvidar, aquel que ahora nos representa a todos. El que refleja como ninguno nuestra solidaridad,
nuestro compromiso, nuestro agradecimiento, nuestra alegría y nuestro dolor.
Nunca un
emoticón tan sencillo representó tanto para tantos. Consigamos entre todos que no pierda su valor.
¡¡Fuerte
aplauso!
La Semana Santa de 2020 se nos ha escapado
de las manos con más penas que gloria y así la recordaremos, pero no ocurría lo
mismo en la Semana Santa de 2017
Tenemos que asumir los cambios aunque no nos gusten, personalmente a mi me gusta más salir a la puerta de mi casa a aplaudir algunos minutos que poner un emoticon en un wuasap en dos segundos con un dibujo, me gusta mas estrechar la mano que no levantar el pulgar con un dibujo, mucho más dar un beso que una cara con un corazón, pero, en momentos como el que vivimos actualmente y si queremos relacionarnos y no queremos gastar tiempo y al mismo tiempo que resulte llamativa la conversación escrita los usamos, cuestión de gustos y de interpretación.
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