Pero
seguro que lo harán cumpliendo las reglas establecidas aunque no estén del todo
claras ni para ellos ni para los adultos, porque han entendido muy bien que el
virus que nos acecha fuera puede matar.
No
puedo anticipar lo mismo de los adultos, siempre dispuestos a ir medio paso más
allá de lo permitido, pero seguro que los niños serán prudentes y ante la duda
se detendrán "para mirar a un lado y a otro".
Nos gustará
ver que las calles se llenan poco a poco de tímida alegría, que los balones vuelven a ser pateados y a girar las ruedas de más de una bicicleta que seguramente necesite recuperar el aire perdido... el mismo que hemos perdido todos.
Deseamos
que con ellos vuelva la vida a las calles, pero también que nos ayuden a mitigar
nuestros miedos y a llenar de esperanza nuestros corazones.




Hola Juan!!
ResponderEliminarQue cara de velocidad, sí el Domingo sales á la calle, no me gustaría estar en los zapatos de tus padres ten un poco de compasión con ellos.
Té queda mucho tiempo de pedalear, no quieras recorrer todo el mundo en un solo día.
Alfonso parece que tiene reflejado en la cara tu gen competitivo en los finales de ruta jajjaaa.
Como madre de los mini-ciclistas, he de decir que va a ser difícil detenerlos. Como nos despistemos, se nos escapan al monte. La pena es que aún queda bastante para que puedan compartir ruta con su abuelo.
EliminarCarolina
Que alegría de leerte Carolina, ya queda menos para que Juan nos acompañe por algún rinconcillo del monte, tiempo al tiempo y paciencia, hace tiempo veía legisimos que mi nieto Hugo saliera conmigo con la bici y ahora ya ves, todos los veranos nos hacemos alguna ruta, incluso nocturnas.
ResponderEliminarUn abrazo
Juan con AyA.
Que alegría de post Alfonso ¡¡..,nos va a dar mucha vida ver a los niños en la calle... bravo por esos nietos ciclistas ya desde chicos. ¡¡ Saludos Carolina.
ResponderEliminarDespués de tantos días y tantas semanas estando en casa, ver a los niños poder salir es una bocanada de aire fresco. Por los niños y su libertad, y por ahí parece que será como en el curso de la vida, que empezará todo con la vuelta a la normalidad.
ResponderEliminarCon envidia sana, no solo por poder salir, sino por esa inocencia de la niñez nos debemos alegrar. Cuanto mejor nos iría si el mundo se rigiera por la mentalidad de los niños.
Y ademas si Juan puede salir a dar un pequeño paseo en esa bici con la que aparece y que lleva el sello de AlfonsoyAmigos desde su bautizo, un poco de nosotros mismos, de nuestro grupo, iremos recuperando parte de esa libertad que tanto deseamos.
Tanto Juan como Carlota serán nuestra avanzadilla hacia esos domingos en los que volveremos a nuestras bicis.
Ellos nos marcaran el inicio de la vuelta a la vida.
Juan y Carlota son desde luego los alevines absolutos de AlfonsoyAmigos.
Los niños, ese divino tesoro que debemos cuidar siempre.
Va quedando menos, confiemos sobre todo en ellos, en los niños.
Un beso para todos ellos
Querida Carlota:
ResponderEliminarAyer comente, con tú abuelo, la buena noticia de por fin los niños y niñas podéis salir a la calle después de tantos días en casa, solo viendo el sol por las ventanas y solo pudiendo utilizar vuestros juguetes caseros, teniendo arriconados bicicletas y de más utensilios con los que jugar en parque.
Me alegro mucho qué puedas salir con Juan y con tú padres y, por fin podáis la pasear vuestra sonrisa.
Me alegro qué podáis salir, porque a los que somos un "poco" más mayores que vosotros nos dará ánimos y seguro que veros en la calle mucha fuerza.
Un besito para ti Carlota y
otro para ti Juan.
Gracias a todos por vuestros comentarios, bonito detalle. Me emociono al leérselos a estos fieras que ya están como locos por volver a pisar la calle.
ResponderEliminarCon razón mi padre se entusiasma al hablar de vosotros.
Un beso de parte de los peques y mío. Carolina
GRANDES LOS NIÑOS.
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