No sé si sabéis que el gato es el único animal que se domesticó a sí mismo
A pesar de la creencia
popular de que el perro es el mejor amigo del hombre, lo cierto es que el gato
es la mascota más popular en todo el mundo, con más de 600 millones de
ejemplares, digo bien.
Y ya os estaréis
preguntando a cuento de qué vienen estos párrafos.
Pues a cuento de que,
como dije al principio, los gatos están con el hombre por su propio interés y
ningún dueño negará que su mascota conserva su independencia.
El perro podrá pasear
junto a su dueño en largos paseos, con una correa si es preciso pero ¿y los
gatos?
Pues también deberían
llevar su correspondiente correa y más sabiendo que, aparte de independientes,
son totalmente imprevisibles.
Ahora enlazo con el tema
principal de este blog… la bicicleta.
Que contemos que este o
aquel compañero, o yo mismo, hemos sufrido una caída mientras realizábamos ruta
ciclista ya no es novedad. Ocurre con frecuencia y además todos salimos a
pedalear sin pensar mucho en ello pero contando con la posibilidad de acabar en
algún momento por los suelos.
Lo que nadie se espera
tanto es que el jugueteo del destino o acaso el hado, esa fuerza sobrenatural
que decide sobre los sucesos y las vidas de las personas, tomen su propia
decisión.
Una señora sale a pasear por
la calle, en este caso por la calzada, acompañada de su “gato doméstico” sin
atadura alguna, confiada de que responderá sin vacilación a sus indicaciones y...,
por el extremo contrario de la calle, un ciclista regresa a casa, confiado y con
suaves pedaladas, después de una ruta dura e intensa con los amigos.
Como si se tratara de la
confluencia de planetas que sólo ocurre cada cientos de años, el confiado ciclista se encuentra en décimas de segundo con un gato, imprevisible y esquivo.
El gato se libra de ser
arrollado, tal vez por la intercesión de San Antón, pero el ciclista hace un
raro quiebro, frena por evitar la tragedia y es él mismo el que sale por encima
de su bicicleta y se estrella en el duro asfalto.
No, no ha habido sangre,
no parece existir ninguna rotura, solamente el cuerpo de un ciclista muy magullado y dolorido
que, desde el suelo, cruza su mirada con un “gato doméstico”.
Nuestra Convocatoria para el Domingo 13 de Agosto de 2017
Mantenemos la hora de inicio de ruta a las 8,30
Lugar de encuentro: Aparcamiento junto a vía de servicio en Revenga (Segovia).
En anterior ocasión...
Mantenemos la hora de inicio de ruta a las 8,30
Lugar de encuentro: Aparcamiento junto a vía de servicio en Revenga (Segovia).
En anterior ocasión...
Puedo prometer y prometo, que en esta ocasión no encontraremos nieve y que llegaremos con tiempo suficiente para compartir unas cervecitas.
¡¡NOS VEMOS!!
Ante todo felicitarte por no tener lesiones de gravedad y haber evitado el arrollamiento del gato, por otra parte hacer notar que lo que parece obvio a todas luces, la culpa del incidente es de la señora que pretende que un gato se comporte cual perro, además de pasear con él por zona inadecuada.
ResponderEliminarNo es tu caso, ya que circulabas por la calzada, pero al leer la crónica, de forma inmediata ha venido a mi cabeza una situación habitual en las calles del centro de Madrid, ciclistas por las aceras que casi arrollan a peatones si no te apartas rápidamente a su paso. Poco se escribe sobre el tema, parece que no tiene ninguna importancia, lo que me lleva a cuestionar si merecía el gato el honor de una crónica.
Con estas convocatorias (cualquiera), me pregunto si merece la pena cogerse vacaciones. Empiezo a pensar que no.......
ResponderEliminarQue tengáis buena ruta!!!
Ya me contarás en persona la anécdota con el gato, el Domingo nos vemos.
ResponderEliminarPero es el gato de Schrödinger? Porque en ese caso, en un universo paralelo e igual de probable, el gato estaría muerto y Alfonso no habría tenido la desgraciada caída....jajajaja
ResponderEliminarChicho
Decoherencia, amigo Chicho.
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