Una nueva ola de calor invade la península. Hasta 24 provincias, de 50, en alerta amarilla y tres de ellas en riesgo naranja
Todos somos conscientes de
que, en la ruta que hemos propuesto para este domingo nos vamos a encontrar
temperaturas muy elevadas. Está claro.
Pero hay compañeros que piensan que el
calor que soportaremos no podrá ser superior al de la semana pasada en la Ruta de los Sexmos y, además, estaremos
a bastante altura.
Sí, estaremos a bastante
altura, pero será cuando lleguemos a la llamada Puerta de Pasapán a 1846 m. Y para llegar hasta aquí aún tendremos
ruta por delante.
Habrá quien sugiera que desde ya hay que adelantar la hora de
partida de las rutas, pero aquí no parece haber consenso. Los menos
madrugadores ven peligrar el poder acudir a alguna ruta si tienen que madrugar
media hora más e incluso surge el temor de que, madrugando, se dé pie a que las
rutas acaben siendo aún más largas y duras.
Conviene que nos pongamos
de acuerdo, pero antes de que acabe el verano ¿eh?
En la Estación de El Espinar los encuentros, saludos y
abrazos habituales en una mañana que ya se presenta subida de grados a primera
hora y el Cabo Furriel Juan (bueno para
todo) hace recuento de los allí presentes:
Andrés, Ángel, Chupo, Daniel,
Daniel JR., Enrique, Ernesto, Fernando, Eva, Ferluy, Joss, Juan, Luis Ángel, Paco,
Patrick, Rafa, Santi, Sergio, Toño y Alfonso.
Veinte intrépidos que se
lanzan a afrontar lo que esté por llegar.
Ferluy parte en cabeza y
por su walkie lanza de vez en cuando mensajes para que se aligere la marcha.
Sus avisos llegan al resto, pero el grupo quiere aprovechar el aire fresquillo
que todavía se disfruta entre pinos mientras nos acercamos a La Panera.
Una Panera que ya recibe a
sus primeros visitantes, pero que se quedan contrariados cuando se les anuncia que
ha entrado en vigor la prohibición de hacer barbacoas. Alerta amarilla.
Nuestro pedaleo es aún
tranquilo. Sabemos que lo más duro está por llegar y que es buena filosofía
reservar fuerzas en los primeros kilómetros de la ruta, más coincidiendo con la
zona que llamamos “El Cordel”.
A algunos les visitarán
recuerdos agradables o tal vez los mismos demonios que ya se dejaron ver en la Madrid-Segovia, pues el recorrido de
hoy por la Cañada Soriana Occidental
hasta superar la localidad de Otero de Herreros y alcanzar el Rancho del
Tabanero, será el mismo de entonces.
Hasta llegar a este punto,
en el que hay que saltar puerta encadenada, la marcha se ha acelerado gracias a
que el suave desnivel en descenso anima a ello y a pesar de que de vez en
cuando aparece algún tobogán que obliga a tirar de piernas. El grupo se estira.
Una fuente ya conocida junto al Arroyo
Milanillos, siempre deseada, nos invitará a parar, bromear, refrescarnos y
tomar algo de alimento antes de continuar. Hay que aprovechar, la próxima
fuente se hará de rogar antes de ser alcanzada.
Atravesamos la puerta que
nos pone en camino hacia el Puerto de
Pasapán y comienzan las primeras rampas a superar. Inicio la marcha el
primero pero muy despacio y sabiendo que mis compañeros me adelantarán en
breve. Procuro que la temperatura del cuerpo no se me dispare pero, aunque me
empapé bien de agua en la fuente, el sol me ha dejado totalmente seco en pocos
minutos.
Ya lo hemos dicho otras
veces: En pistas como esta y sabiendo que tenemos por delante algo más de 8 kms
de duro ascenso, cada uno coge su propio ritmo y dosifica como puede. Somos
muchos y siempre se encuentra un compañero aliado.
A mi lado se mantiene
Daniel reteniendo su e-bike, con la que podría irse con facilidad, y al poco se
nos une Ángel. Compañerismo no siempre reconocido. La conversación de ambos y
su aliento me mantienen sobre la bicicleta. Otros compañeros nos adelantan con
fuerza y se pierden tras la siguiente curva.
En pocas ocasiones se ha
agradecido tanto las escasas sombras que nos ofrece el recorrido, que consiguen
reducir un par de grados la temperatura que soportamos y ayudan a recuperar
fuerzas.
Cuando llevamos 5 kms de
ascenso nos encontramos la primera de las 2 fuentes que han sido restauradas y
ofrecen un estupendo chorro de agua fría. Curiosamente, ambas fuentes toman sus
aguas de las mismas laderas de la Mujer Muerta que proveen a los Manantiales del Agua de Bezoya.
Nadie se resiste a beber
de estas claras y frescas aguas e incluso varios aprovechamos para meter la
cabeza bajo el generoso chorro y bajar la temperatura corporal de forma
drástica. Lo sé, lo sé, no puede ser bueno… pero peor es sentir que la cabeza
se ha hinchado por el calor y no te cabe en el casco.
Mientras esperamos la
llegada a este punto de los más rezagados, Enrique aprovecha a montar el dron
cuyos elementos están repartidos por más de una mochila amiga y tomar unas
vistas formidables que nos mostrará en algún momento. El pilotaje en tierra lo
comparte con Toño que imparte clases magistrales.
Juan da apoyo a Paco que
hoy lo está pasando especialmente mal. Retomamos la marcha cuando vemos que ya
se ha remojado y parece recuperar el ánimo. Nos quedan los kms con mayor
desnivel y ya no hay sombras en las que cobijarse.
A los que primero llegaron al puerto debió parecerles larga y casi tediosa la espera. Los segundos hacen el
último esfuerzo y lejos de disfrutar del paisaje, buscan la única sombra
disponible en el collado bajo unos arbustos altos, donde parece formarse grupo
de tertulia. Hoy no está presente el aire de costumbre.
Pero hay compañeros que se
demoran más de lo esperado. Enrique vuelve a sacar el dron y lo utiliza para ir
en busca de los rezagados, a los que descubre unas curvas más abajo. Paco sigue
sufriendo para llegar, pero Juan, que personifica el espíritu de AlfonsoyAmigos
sigue con él. ¡¡Juan, ERES GRANDE, te queremos!!
Una vez que estamos todos
juntos sentimos alivio y orgullo.
Ferluy, al que le gustaría
cumplir cada semana con el trayecto programado, intenta convencer para
continuar con ascenso y alcanzar los Ojos
del Río Moros, pero muchos ya vemos hora y ocasión para tomar sentido de
regreso.
El grueso del grupo descendemos
hacia el Alto del Casetón y desde ahí hasta la proximidad del Cerro del Retamalón,
para acabar en descenso divertido que nos sitúa en una Área Recreativa de la Panera donde hoy no huelen las barbacoas.
El resto de compañeros,
con más fuerza y más disponibilidad de tiempo, han seguido adelante con el
trayecto previsto.
Unos marcharán rápido a
casa, pero nos acabaremos encontrando la mayoría a tiempo de compartir unas
merecidas cervecitas.
Esta subida es muy puñetera, cuando piensas que ya estás arriba empieza lo peor. Al final, una satisfacción llegar. Me ha llamado la atención que no es puertO sino PuertA de Pasapán según reza en el pilar de granito (ver foto de Santi).
ResponderEliminarMenuda ruta os habéis marcado.
ResponderEliminarDura y con doble esfuerzo por las temperaturas.
Pero al igual que en invierno, la nieve ni la lluvia os deja fuera de lugar,esta experiencia tampoco lo ha hecho.
Menudo currículum que tiene AlfonsoyAmigos!!!!!
Un ole por todos.
Un saludo. Charo.