El viernes pasado
lanzábamos nuestra propuesta para el domingo, lo habitual, y os aseguro que
ganas de disfrutar no nos faltaba a ninguno.
Colgamos los calcetines en
la chimenea y a su lado dejamos toda la equipación ciclista lista para el día
siguiente, confiando en que nuevamente fallaran las previsiones del tiempo.
Pero las esperanzas se
fueron desvaneciendo a lo largo de la noche, mientras se oía golpear el viento
y la fuerte lluvia en las persianas.
A las 7,00 de la mañana
suena diana. Espinariegos y madrileños saltamos de la cama y el WhatsApp
empieza a echar chispas:
“Por aquí jarrea y el
viento es muy fuerte, yo desisto”
“Por aquí igual, ha nevado, esto
tiene muy mala pinta”.
Llegan algunas fotos con
nieve recién caída y lluvia persistente.
El desánimo cunde entre las filas y las
bajas se acumulan, unos aún convalecientes de gripes y catarros y otros que no
quieren aumentar las estadísticas sanitarias.
La esperanza es que en el
punto de encuentro la situación sea más llevadera, pero Patrick no necesita
madrugar tanto y tiene el móvil apagado… o se lo ha retirado su mujer para que
no salga de casa, bromeamos.
Por su parte Chicho, que
también es testigo de primera línea, no tiene muy clara la situación y parece
jugar a un “entre Pinto y Valdemoro” que crea mayor incertidumbre en las tropas.
Aconseja esperar una hora “a ver qué pasa” y, por su parte, anuncia que se sentará a ver una serie en TV para hacer tiempo. Interesante debió ser el capítulo visionado, pues después acabaría llegando tarde.
Amigo Pawel, con esta son
ya dos ocasiones en las que se ha optado por suspender la ruta, tienes razón.
No queríamos lanzar la Armada Invencible a luchar contra los elementos. Pero
reconoce conmigo que jamás hemos rehusado la lucha una vez acudidos a la cita.
Algunos deciden esperar la
hora propuesta pero… ¡horror!, los maridos y mujeres que acostumbraban a oírnos
marchar desde la cama empiezan a levantarse, ven como está el tiempo y
rápidamente encuentran alguna actividad alternativa que convendría no
aplazar.
Labores sanas e
interesantes como ayudar en la limpieza, salir de compras… siempre hay algo pendiente
por hacer. El grueso de las tropas ha sido pillado con los centinelas fuera de sus puestos y capturados por el enemigo.
Finalmente, aplazando el
momento del encuentro hasta hora no muy definida acuden a la cita: Chicho, Patrick y Pawel que, como alguno apuntó, parece el comienzo de chiste:
“Un polaco, un gabacho y un español se juntan para montar en bici…”
Aquí os dejamos el vídeo de Patrick de cómo les fue a ellos... y lo que nos perdimos el resto.
--Tendrás que verlo a través de tu PC --
Bueno,no quedó más remedio que resignarse.
ResponderEliminarPero al igual que suspendieron el partido del Madrid, por causas meteorológicas, hicisteis lo correcto. Una cosa es salir para disfrutar y otra arriesgarse en alguna posible caída.
Ni os preocupéis, como bien dice el refrán. Hay más días que longanizas.
Un saludo. Charo.
Y para los que no renunciaron a salir, y finalmente rodaron, mucho o poco, qué valor!!
ResponderEliminarDebemos presuponer que fue una acción solidaria con el resto del grupo. Al menos 3 de sus miembros se animaron para que no resultase una convocatoria fallida, que luego ya se sabe, a final de curso se tienen en cuenta las penalizaciones y las faltas!!!
Abrazo.