La ruta que no estaba prevista
El martes, por pura casualidad, me crucé en la calle con el amigo Andrés.
Y como en acto reflejo, le lancé una
propuesta: la ruta que tenía en mente para explorar hoy en solitario.
No dudó. “No hay problema”, me dijo. Y
así, sin más, se puso en marcha un nuevo borrador de ruta que rondaba mi cabeza,
con alguna variante que quería probar.
Iniciamos con buen ánimo, pero a la altura de la Cueva del Monje, la niebla que nos acompañaba se convirtió en lluvia intensa que nos obligó a ponernos los chubasqueros. ¡Caray! La temperatura bajó en picado, pero seguimos adelante.
“No hay problema”, volvió a repetirme Andrés, con esa serenidad que convierte cualquier contratiempo en parte del viaje. Él marcaba el ritmo.
Los desafíos continuaron. En cruce de caminos, la senda
que escogí nos llevó a conocer el final de las "Pesquerías Reales", cerca
del Puente del Telégrafo, donde el camino se volvió intransitable.
Tuvimos que retroceder y recuperar la altura perdida. Andrés, con su habitual
paciencia, simplemente repetía: "No hay problema".
La lluvia fue cesando y los senderos, antes
esquivos, se fueron abriendo ante nosotros dejando que disfrutáramos de ellos y de un entorno que, con humedad, resultaba más bello.
Y la ruta, que nació de la improvisación se convirtió en una de las mejores por su capacidad de sorprendernos. El abrazo final selló todo.
Este domingo os proponemos compartir esta
experiencia. No importa si hace sol o si llueve, lo que importa es el camino. Y
en este caso, la aventura está garantizada!
¿Te vienes a disfrutar de lo inesperado?
Domingo 14 de septiembre de 2025
Afortunado aquel que abandona la inercia y la rutina y se
mueve por su propia voluntad
Hora de encuentro: 8,45
Lugar de encuentro: Aparcamiento Pontón Alto
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