Me
encanta el “Smart Watch” que tengo. Es mi
nuevo mejor amigo, mi entrenador personal y mayor crítico.
Sabe más de mí que mi propia sombra, flipante.
Controla
mi ritmo cardiaco, si he subido las escaleras o he tomado el ascensor, mis
horas y calidad del sueño. Por supuesto, controla con detalle cada escapada en
bici e incluso adivina mi estado de ánimo, llegando a proponerme sesiones de
relax.
La
otra noche, me despertó a las 3 de la mañana para decirme que debía respirar
más profundo.
¡Qué maravilla! ¡Qué atento! Con razón es un reloj "inteligente".
Aunque
echo de menos que al inicio de cualquier ruta exterior me diga con voz amable:
“Ten
cuidado” o “Abrígate que hace frío”. Tal
vez cambiando la configuración, no sé.
Pero, en ocasiones, pienso que estoy criando a un pequeño tirano en mi muñeca. Mi Smart Watch no solo registra mis actividades, es mi mayor fan, aunque también me anima con un entusiasmo que a veces raya lo obsesivo.
¡Enhorabuena!,
¡Sigue
así!, ¡Eres
el mejor! ¡Te superas a ti mismo constantemente!... me
dice una y otra vez. A este paso, va a conseguir
que me crea que soy un atleta de élite.
¡Ya no puedo vivir sin él!
Quiero
pedir disculpas. Reconozco haber frivolizado
en más de una ocasión sobre las previsiones meteorológicas, en las horas
previas a algunas de nuestras rutas. Prometo
enmendarme.
ooOoo
En las últimas semanas, AlfonsoyAmigos ha combinado aventuras de larga distancia, la emoción de asistir a eventos deportivos y la fascinación por el mundo de las setas. Este domingo, con una ruta ya conocida, pero siempre divertida, buscamos recuperar nuestro ritmo habitual y buena sintonía.
Domingo 10 de Noviembre de 2024
Hora de encuentro: 8,45
Lugar de encuentro: Calle Valleja, semiesquina Calle España, junto al Asador Casa Mariano - Moralzarzal
¡Me encantó tu artículo! Has escrito una reflexión divertida y personal sobre cómo tu Smart Watch se ha convertido en una parte esencial de tu vida diaria. Es cierto que muchos de nosotros dependemos cada vez más de la tecnología en nuestra vida cotidiana. Saludos. Enrique Pozos
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