El viaje empieza con una pedalada. De ti depende que se convierta en una aventura
En anteriores visitas a esta magnífica zona tuvimos senderos habilidosos, disfrutamos de vistas espléndidas, superamos desniveles salvajes y hoy… Hoy hemos recorrido pistas y afrontado toboganes, pero las protagonistas han sido las trialeras
Hemos llegado a un punto en el que estamos con la moral muy alta y pensamos que somos capaces de hacer cualquier ruta o por lo menos capaces de intentarla. Claro que, no nos duelen prendas si hay que poner pie en tierra de vez en cuando o hacer algún empuja-bike.
Dispuestos a afrontar lo que hoy nos aguardaba hemos acudido a la cita: Ángel, Enrique, Jesús, Juan, Luis Ángel, Miguel Ángel, Nacho, Rafa y Alfonso.
El punto de
encuentro y de inicio de ruta ya conocido, pero esta vez no nos acercaremos
tanto a la pantalla del embalse de San
Juan y ni siquiera llegaremos a ver las aguas del río Alberche hasta los kilómetros finales de regreso, pero rodaremos los 8 primeros kilómetros por terreno
conocido, hoy en suave ascenso, hacia San Martín de Valdeiglesias.
El Monasterio de Santa María la Real
(siglo XII), actualmente en ruinas, queda hoy a nuestra izquierda y nos alejamos
como en 1836 hizo la orden cisterciense, dejándolo atrás. Bien de interés cultural desde 1983 y cuando pasamos cerca podemos ver
algún andamio para posible rehabilitación.
Dejamos a la
derecha los restos de la antigua estación de tren de Pelayos de la Presa. Curiosamente, esta
estación sólo llegó a conocer la inauguración del tramo de vía entre Pelayos y
San Martín de Valdeiglesias. La Guerra Civil provocó tales daños
al trazado que no mereció la pena su reconstrucción y se abandonaron los planes
de la línea procedente de Madrid y el trazado por el valle del Alberche. Los muros del edificio se mantienen en pie, así como lo que fueron los
retretes anexos.
Por el Camino de
la Vía (GR-10) hemos llegado a San
Martín de Valdeiglesias, a su Plaza Real, junto a la Parroquia de San
Martin de Tours o San Martín Obispo, de
estilo herreriano, donde hicimos también parada en anterior ocasión para
reagrupar.
Buscamos salida
hacia la Ermita del Cristo de la Sangre
(siglo XIII) cuya fachada es de reciente reconstrucción, cruzamos la Carretera
de los Pantanos (M-501) y por el Camino de Marañones comienza un duro ascenso
hasta poder cruzar la N-403.
Bueno, ya hemos
acabado la visita turística y ahora toca ponerse el traje de faena y
remangarse. Enrique y yo sabemos que la ruta nos va a
poner a todos a prueba y tenemos muestra de ello con el primer repecho. Los cuerpos entran en calor rápidamente a pesar de ser hora temprana y
de que vamos más ligeros de ropa.
Tenemos a la vista la primera de las trialeras que hoy afrontaremos y para ser la muestra parece que se inclina demasiado ¿no? Será corta y se salva con dificultad en algún pequeño tramo, pero ya prepara para prestar más atención en la próxima.
Cruzamos y seguimos el trazado del Arroyo Boquerón (¡de qué me suena!) y por la carretera de Cadalso de los Vidrios nos alejamos de nuestro punto de partida y volvemos a tomar sentido de regreso en busca del punto más alto de la ruta, en cruce con el Camino de la Fuenfría. De camino, siguiendo el trazado del arroyo del Linar, aprovechamos fuente que aún da agua para reponer los bidones.
Comienza el
segundo descenso, en el que nos encontramos pedrolos, raíces, pasos estrechos,
surcos por el agua… ¡Atentos!, que se complica. Con mucha
precaución y con todo y con ello tenemos algún percance que provoca unos buenos
arañazos en las piernas de Juan, hoy de corto, que echan de menos los rayos del
sol.
Hay carteles que
rezan: “Monte 55” “Navapozas y Fuenfría”. Los caminos y las
sendas están ahí, lo sabemos, pero desaparecen a tramos por culpa de ramas y
árboles caídos que nos impiden que logremos olvidarnos de lo que fue Filomena: “Más que una borrasca, una tragedia para los montes”.
Lo que ya hubiese
sido un duro rodar por los senderos con desnivel, ahora se convierte en una
auténtica yincana, teniendo que apearnos con frecuencia para saltar árboles
tumbados que esperan que la naturaleza los regrese al monte sin intervención
humana. Hay tramos en los que está claro que hay
intervención del hombre, pero ha sido para cruzar y apilar ramas en lugares de
paso, probablemente para evitar el transitar de motos, cuyos motores oiremos en
numerosas ocasiones.
Una nueva trialera habilidosa y otro ascenso para recuperar altura es la tónica de los kilómetros que nos restan. Con mayor o menor dificultad, hasta que llegamos sobre el km 30.
A nuestra
izquierda asoma comienzo de trialera muy cerrada en los primeros metros, muy
cerrada en los siguientes metros, muy muy cerrada en los metros que le siguen. Avanzamos a horcajadas y los dos pies en el suelo. Los piornos acampan a sus anchas, intentan arrancarte el casco, tocarte
el freno y provocar parada en seco, arañarte brazos y piernas e incluso darte
alguna puntada (hoy estoy dolorido por
una). Sólo a pequeños tramos conseguimos dar
pedales.
Nos encontramos
puertas aquí y allá, carteles aparentemente recientes de prohibido el paso o de
aviso de finca privada y hacemos casi lo imposible por evitarlos, como hacemos
por evitar a los dos mastines que se nos arrancan ladrando para proteger finca
cercada de cabras. Que sí, que ya nos alejamos… pero no dejan de
mirarnos atentos y desafiantes.
Las fuerzas van
mermadas para algunos y la montaña rusa no detiene su marcha. Después de rodar por pista, giramos a la izquierda para encontrarnos de
frente el rampón del día, que visto
de lejos se antoja como una auténtica pared pero que Miguel Ángel ataca con
prontitud.
Cada cual llega
arriba como puede, tirando de fuerza, de habilidad para no resbalar y como
apunta Luis Ángel, de corazón, para superar el último desnivel. El analizador nos cuenta que hemos tenido un desnivel medio del 23% en
un tramo de 102 m.
Casi dos kilómetros de descenso, en un continuo zigzagueo que se puede apreciar en el mapa del track, con curvas peraltadas, escalones, cárcavas y zanjas a evitar, con zonas de piedra suelta, pasos aparentemente imposibles… un auténtico disfrute a nada que prestes atención y tengas un mínimo de habilidad. Me hubiera gustado ver al Grupo a vista de dron, como culebra sinuosa avanzando a buen ritmo mientras se adapta al terreno.
El disfrute ha
sido total, las caras de satisfacción lo demuestran, las piernas y las manos
algo más doloridas por la tensión, pero ha merecido la pena poder hacer el
descenso de un tirón; aunque habrá quien nos diga que en alguna de las curvas
nos hemos perdido una vista especial. ¡La próxima vez!
Nuevo tramo de
pista cuando algunos pensaban que esto se acababa ya, que casi estábamos al
nivel más bajo de la ruta, pero toca remontar de nuevo. Tenemos por delante 5 kms de ascenso y el cansancio se acumula. La temperatura ha subido, pero se agradece que el cielo haya estado
cubierto toda la mañana.
¿Y no os ha
llovido?... Pues que quieres que te diga: “Ni gota, ni gota”.
Nos reagrupamos en
el Cerro del Pajar del Fraile, que
bordeamos para coger desvío hacia el Cerro
Pocito, punto de inicio de la última trialera del día. Nos ha dado alcance otro grupo de ciclistas con los que cruzamos
amables saludos y Jesús y Nacho están a punto de partir con ellos… como no llevaban
mochila.
Puede que cansados
pero con la adrenalina alta afrontamos el último descenso, más salvaje, más
inesperado, con raíces escalonadas (afortunadamente
sin humedad), con desniveles de más del 20% en algunos tramos en los que
suspiras porque los frenos aguanten. Luis Ángel y yo,
que vamos cerrando, nos cruzaremos con andarines en ascenso que, amablemente,
nos indicarán el mejor trazado en algún paso.
Ya todos juntos, sin haber perdido la sonrisa, nos hacemos fotito de recuerdo en el ramal del embalse de Picadas e iniciamos regreso suave por el margen del Río Alberche, relajando las piernas, comentando el rutón de hoy y disfrutando de las vistas.
Por evitar coger tramo por carretera tomaremos un senderito no tan limpio como nos hubiera gustado y antes de llegar a la rotonda tenemos que salirnos para esquivar la valla metálica instalada por toda la zona.
Ya en los coches, a muy buena hora, Jesús se lamenta por haber tenido que cargar con su chubasquero "pas naaa", pero las felicitaciones son más eufóricas que de costumbre.
En nombre de todos, nuestro abrazo más fuerte y cariñoso para nuestro amigo Andrés, que no no ha podido acompañarnos pero al que queremos ver muy pronto de nuevo con nosotros. Ya mismo TODOS JUNT@S
Nota 1: Desde aquí, dar las gracias a Nimbus30, por su excelente trabajo de documentación de la ruta, que nos ha servido de referencia, aunque muchas cosas han cambiado desde abril de 2016. Ojo, que ahora se ha pasado a la e-bike.
Julio de 2014 |
IMPORTANTE: El próximo sábado 15 de Mayo, fiesta de San Isidro en Madrid, está prevista realizar la ruta “de convocatoria no oficial”:
“ClÁSICA DE LA NAVA DE LA PEDRIZA”
... y el domingo: Nuevo rutón.
Ruta exigente, en cuanto a desnivel y complicación técnica. Mala suerte de haber tenido un "mal paso" trialero al inicio. Gajes del oficio. Por cierto Alfonso, luego me das la dirección de donde te bronceas para tener las piernas tan morenas como las tuyas (jajajaja).
ResponderEliminarLuego te paso la dirección de mi centro de estética, guapo.
EliminarBuena ruta os habéis hecho.
ResponderEliminarDe las que denominais ruton.
Supongo que de ahora en adelante,podtreis organizar rutas todos juntos.
Qué pena las cantidades de árboles caidos.
Un saludo. Charo.
Lo dicho otras veces .... San Martin de Valdeiglesias y alrededores ... engancha ..... si ... ya se que el tema árboles caídos y ramas .... entorpece ... pero es una buena excusa para pie a tierra y ojear .... lo dicho .... gracias por el reportaje.... en tu linea ... como siempre ..... Jeburmoece B.M. Delacruz
ResponderEliminarMuchas gracias. Muy amable. Complicado también el cierre de las "fincas privadas".
EliminarSI ... últimamente están cerrando muchos senderos / caminos .... ��
Eliminar¿Tienes idea de si sancionan?
EliminarSancionar no, te echan y nada mas. Llevan un par de meses cerrando. Francisco Javier Sánchez
EliminarMagnífica ruta, con unas trialeras muy muy divertidas. Como decia Enrique hemos hecho "la trialera más divertida de Madrid" aunque a alguno el grueso del grupo le ha frenado su velocidad de crucero en bajadas jaja.
ResponderEliminarFantástica documentación histórica de Alfonso en la crónica... como siempre.
Os veo pronto... y apropiandome de algunos dichos habituales del grupo "No me canso ¡ y la próxima cada vez más cerca ¡"
Abrazo, Grande AyA
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarBueno, han sido 6 meses sin poder juntarnos, con cierre perimetral, confinamientos, cuarentenas y demás.
ResponderEliminarHemos aprovechado este tiempo para investigar al otro lado del muro y hemos descubierto un territorio inexplorado, al igual que en el otro lado la reiteración de repetir las mismas rutas ha llevado a esa inquietud que tenemos de descubrir nuevas rutas con el deseo de enseñárselas a nuestros amigos.
Y ese momento ha llegado, el momento de volver a rodar juntos, ahora tenemos muchos senderos nuevos que compartir, cuestones que subir y trialeras que bajar y podremos hacerlo juntos, si bien, como dice L.A. "el ritmo de AyA no es fácil de seguir", pero ¡Ay amigos!, no sabéis lo que os perdéis los que no venís a las rutas.
Deseando que llegue este domingo, que ya está más cerca.
Un abrazo
Pero ya mismo estamos juntos, vereda va trialera viene, subida tras subida sin importar los porcentajes, el porcentaje más alto ya hemos pasado por el y pagando las consecuencias con la separación temporal del grupo en dos vertientes, llegó el momento de volver a juntar al grupo y recorrer todo lo desconocido para unos y otros.
ResponderEliminarUn abrazo amig@s
Pues la verdad, no secomo calificar lo de hoy.....
ResponderEliminarHay rutones, rutacas y rutanazos. En esta ultima clasificamos la de hoy. Con 45 km y 1.100 mts de subida, y que subidas!! Pero lo tremendo hoy fueron las trialeras. Impresionantes de principio a fin. Largas, muy difíciles pero pudiéndolas completar al 100% con un nivelazo asombroso.
La llegada a los coches con el entusiasmo desbordado. Impresionante.
Miento amigos.....??
Pues eso.
Estas trialeras ya, no nos las contaran.
Y ya sabes......si te quedas en casa, te la pierdes.
Y el domingo que viene, con mucha mucha bici y con el grupo al completo......cada vez mas cerca.
Un abrazo para todos y buena semana.
Divertidísimas las desconocidas trialeras, tanto que no me acuerdo de los repechos de los que habláis, "sigue", "sigue", "¡¡no pares!!".
ResponderEliminarCansado de bajar, de sortear piedras, arenales con mucha pendiente y resecos, raíces, escalones...y al llegar abajo dolor de manos y muñecas y piernas y satisfacción mirando las caras de los compañeros con risas idénticas a las mias.
Mañana de bajar y disfrutar... recuerdo vagamente un repecho y, me pareció ver en el GPS un 26% pero, no puede ser debió de ser en alguna ruta pasada.
Gracias a todos, en especial a Enrique y a Alfonso por estos meses de búsqueda y sincronizar y esquivar localidades y bichos.
Ánimo Andrés te llevamos en la mente y en el corazón, ten mucha fuerza y ponte bien.
Un fuerte abrazo.