San Rafael con nieve
Puede que no resultara muy
fiable consultar las previsiones meteorológicas para el domingo... y menos con
cinco días de antelación.
Cuando ya estamos en la víspera, queremos creer que ninguna previsión es fiable, ninguna, nacional o extranjera, si todas ellas se empeñan en recomendarnos esta semana que dejemos colgada la bicicleta.
No nos resignamos, no
queremos. La semana es muy larga y más aún si al final de ella no podemos salir
a pedalear.
Cinco amigos estuvimos este
sábado presentes en la Ruta de la Abuela, aquellos que estas últimas semanas
parecemos estar inmunes al aire frío, la lluvia, el recuerdo de unas sabanas
calientes.
Nada nos impidió felicitarnos
unos a otros y alegrarnos al comprobar que, al menos, hay cinco locos en el
planeta. Es cuestión de comprobar si hay alguno más.
Y ¿por qué tenía que ser
diferente el domingo? Tal vez porque
hacía más frío, quizás porque la lluvia arreciaba o tal vez porque en Cafetería
Jara tenían chocolate caliente.
Suena el despertador y el
primer gesto que uno realiza nada más poner los pies en el suelo es el de subir
la persiana y comprobar si llueve.
Y si, si llueve. Y ahora
dependerá de la valoración que realice cada uno. El WhatsApp dará buena muestra
de que la indecisión aparece en miembros de Alfonsoyamigos.
Sorprende alguna baja de
última hora y alegra ver que a pesar de que está lloviendo nos llegamos a juntar 7
amigos dispuestos a todo.
Andrés (con un chubasquero
del “Capitán Pescanova”), Ángel (que ha madrugado desde Madrid), Ferluy (que se
ha visto en peores batallas), Fernando (que reivindica que no falta tantas
veces), Galo (que aparece en coche y a la postre será el único representante de
El Espinar), Lourdes (valiente como ella sola) y Alfonso (que soñaba con ese
chocolate caliente).
Una vez juntos, nadie sugiere suspender la ruta y se nos nota ansiosos por empezar a pedalear y entrar en calor.
Chubasqueros, cobertores anti lluvia para cascos, mochilas de última generación con funda protectora,
bolsa de plástico para congelados o de basura... ¿he dicho bolsa para
congelados o de basura?
Todo vale para intentar
evitar que la ropa y la equipación acaben caladas por la persistente lluvia que
no cesa y que cambiará de intensidad a lo largo de nuestro recorrido.
Galo en el Alto del León |
Si en
alguna ocasión ha parado de llover, prácticamente no nos hemos percatado de
ello pues los árboles se encargaban de desprenderse del agua que les sobraba.
Ayer comentábamos el
recorrido a realizar y hoy mismo lo confirmábamos, pero lo bueno de conocer a
la perfección la zona y no depender de un track ajeno, es que la ruta podrá ser
variada sobre la marcha para adaptarla al grupo que la recorre y las
condiciones del terreno o meteorológicas que te encuentres.
Ascendemos por la pista
conocida por todo el grupo como la “alfonsina”. Tenemos que alcanzar el Camino de Agua.
Parece que para de llover e
invita a quitarse ropa. Pero siempre
surge la duda, máxime cuando ya has sudado bajo el chubasquero y podrías
quedarte frío.
Rodamos esquivando los
enormes charcos que se han formado y bromeando a cada pedalada.
Acebo en flor en la Ruta e Alfonsoyamigos |
El rumor de agua
descendiendo ladera abajo se escucha como música de fondo. Es impresionante ver
la cantidad que acumulan los arroyos conocidos y comprobar que han aparecido
nuevos cauces no habituales.
Nuevamente llueve y mucho
cuando atacamos el duro sendero hacia el Alto del León, el que disfrutamos en
muchas de nuestras rutas, incluso en las nocturnas. Se ha convertido en
habitual y nos encanta a la mayoría a pesar de poner siempre a prueba tu
habilidad y potencia.
La opción sería llegar hasta
la Casilla de Peón Caminero y ascender por carretera hasta el Alto del León,
pero los amantes de la MTB ya descartamos hace tiempo esa posibilidad.
Llueve y la niebla nos cubre
mientras cruzamos la N-VI en el punto que nos permite tener mayor visibilidad sobre
los coches que se acercan.
Tal vez sería inteligente
ponerse a cubierto, esperar a que dejara de llover, pero sabemos que esto no va
a ocurrir y pararse con la posibilidad de quedarnos fríos es lo menos
aconsejable.
Llegamos a paso canadiense,
justo en el punto en el que Madrid y Segovia se dan la mano.
Y este es el momento en el
que, todos juntos, tomamos la decisión más acertada del día. Recordáis lo que
comentábamos al principio... cambio de trazado sobre la marcha.
En el lado segoviano los
grandes baches convertidos en auténticas lagunas repletas de agua y en la
vertiente madrileña el Camino del Viacrucis se ha arreglado y maquillado para recibirnos.
Recordamos lo peligroso que
ha resultado alguna ruta nocturna por esta pista, antes llena de agujeros, pero
hoy es diferente. Las máquinas, bien dirigidas por mano humana, han ampliada algo la pista,
cortado la vegetación que la invadía, marcado las zanjas de los bordes por las
que desciende abundante agua bien canalizada y por supuesto, eliminado casi el
cien por cien de los baches y echadas a la orilla todas las piedras que
acampaban sueltas a sus anchas.
Los coches podrán transitar
de maravilla por esta pista, hasta que las inclemencias meteorológicas o el
mismo paso de vehículos la vuelvan a deteriorar y a nosotros nos viene hoy de
perlas.
Conocemos el desnivel que
afrontamos, pero en esta ocasión rodamos sin obstáculos... si consideramos que
la nieve acumulada en el suelo y la que cae sobre nuestras cabezas no lo son.
La niebla no nos permite disfrutar de las estupendas
vistas del Embalse de la Jarosa y de Madrid que se verían desde muchos puntos,
pero han quedado al descubierto formidables acebos en flor que antes no habíamos
visto.
Llueve, nieva, pero no nos
resistimos a realizar unas cuantas fotos, tal vez parecidas, tal vez repetidas,
pero todos queremos dejar testimonio del espectáculo que disfrutamos.
En el Collado de la Mina
apenas un plátano y alguna barrita que cuesta masticar por estar casi helada y
seguimos marcha.
En busca del Collado
Hornillo superamos uno de los peores tramos. Descenso si, pero nevado y a
tramos helado. No podremos evitar algún resbalón inesperado.
El aire es fresco, se nota
en la cara y en las manos. Los guantes están mojados y el viento no ayuda mucho
a mantener el calor.
Por la carretera había
circulado algún vehículo, pero en la Cañada Leonesa rodamos sobre nieve virgen
sin ninguna huella anterior. Os garantizo que solo por este tramo ya ha
merecido la pena salir hoy a rodar.
Y ahora hacia el Mirador de
Peña Águila. Ferluy avisa de que hay una zona muy pantanosa en donde es fácil
hocicar y yo mismo me detendré para avisar del peligro...
Ángel debe llevar los oídos tapados por la altura y hace caso omiso del aviso. Entra en la zona que debía evitar y vemos... a cámara
lenta, lenta, muy lenta, como su rueda de 29” se queda clavada y empieza a
sumergirse en pantano de arena húmeda hasta que le provoca salir de cabeza y
aterrizar, lento, muy lento, como ´”ángel boca abajo”.
Sólo el sonido de las risas
supera al de los arroyos. Habrá que ayudarle para que se ponga en pie y poder
librar su bicicleta del barro que la atenaza. Las risas continúan.
Arroyo Mayor como jamás lo
había visto, pero logramos vadearlo sin problemas en pequeña ensenada.
Y ya estamos en casa,
mojados, pero sin percances y muy requetecontentos.
Eusebio llegó tarde al punto de encuentro y salió a buscarnos sin éxito. Ahora nos alegra
vernos
juntos.
El Restaurante Las Farolas
nos da la bienvenida con un caldo que se agradece. Después caerán otros
refrescos y llamaremos la atención de otros parroquianos con nuestra risas.
Os aseguro que la ruta ha
sido inolvidable, pero hemos tenido un recuerdo para los ausentes que hoy hubieran
disfrutado con nosotros de haber sido menos sensatos y un poco más locos.
NO TE PIERDAS EL VÍDEO
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Después de leer la crónica, las primeras palabras que se me vienen a la cabeza son "Valientes, valientes", a esos 5 bici-osos que os habeis atreviso a salir con lo que caía.
ResponderEliminarGran amor al deporte y pedalear con un día así. Enhorabuena por teminarla sin percances a pesar de los obtáculos encontrados por el camino, y además con risas, que eso nunca falta en el grupo.
Os deseo que la siguiente sea con mejor clima. Un saludo. CHARO.
Los siete magníficos.
ResponderEliminarA pesar de la lluvia del frío del aire y de la niebla por lo demás todo bien.Todo compensa pedaleando con gente como la que estuve ayer.Con gente así es imposible quedarse en la cama
Jajajaja, todavia me estoy riendo, veo el reportage y me es...jono, que ruta, corta pero autentica, aun con el dolos de dedos que teniamos, por el frio de los guantes mojados a muy baja temperatura, parecia que los dedos se iban a chascar si los doblabas, pero es igual, no lo cambio ni por las sabanas calientes, ni por el chocolate, y con la gente que acudimos a la cita, no hay duda, se sale si o si, mi recuerdo de la magnifica ruta que pasamos con el magnifico monte nevado para los rajaos que se quedaron en casa.
ResponderEliminarMe alegro que hayáis disfrutado y sobre todo que no os haya pasado nada.
ResponderEliminarYo aproveché para compromisos familiares que a veces también hay que cumplir y la lluvia "me vino bien".
Un abrazo.
Yo aúnnnn… sigo con la sonrisa puesta…desde el domingo… y estamos a martes!!! Un LUJO!!!.
ResponderEliminarBss
Lourdes.
p.d. Pero locos, locos, locos!!!!… muy fuerteeeeeee...
Espectacular el Domingo entre amigos, lluvia, frió, nieve y para que a mi no me faltara de nada... barro. Las risas fueron continuas durante toda la ruta, pero el estallido de carcajadas fue a mi cuenta ( Lourdes, se que todavía te estas riendo. ) y al igual que todos yo no paraba de reír.
ResponderEliminarCreí que tendría que dejar la bici allí, pues no había manera de sacar la rueda de la profundidad de las arenas movedizas.
Y la ruta una preciosidad, conocida pero intensa por los condicionantes atmosféricos y como dicen los dos " Fernados " con compañer@s así el impedimento tiene que ser muy importante para no acudir a la llamada de Alfonsoyamigos.
Lo pase engrande.
Gracias por las fotos y la crónica, Alfonso y por recuperar mi bicicleta.
Un abrazo a tod@s.
ResponderEliminarÁngel... no lo sabes tú biennnn...;-)
...y se nos olvidaba..., recordar los pedazo guante-calcetos de Galo...
Sigo sonriendo....y estamos a jueves...
Lourdes.