Teníamos auténtico mono y se nota porque a las 9,10 de la mañana y con unos 2 grados, ya me encontraba en Revenga, junto a Javier, Jorge y Samuel, los cuatro esforzados que haríamos esta ruta.
Después de acabar de montar las “burras” nos ponemos a rodar sin más demora.
Ya conocemos que el inicio es duro, que tenemos varios repechos fuertes al principio y que te coge muy en frío. Por eso, intentamos ir muy suaves para empezar a coger grados.
La primera cancela se encuentra abierta y cuando llegamos a la segunda, empezamos a notar el calor del esfuerzo. Además, como apunta Jorge, hay inversión térmica.
Desde aquí divisamos claramente el Pantano de Puente Alta y alguna nube o niebla baja.
Se suaviza el desnivel y disfrutamos del precioso entorno, pero nos durará poco. En pocos minutos nos vemos nuevamente afrontando otra subida dura y pedregosa hasta La Cruz de la Gallega, donde siempre podemos ver troncos apilados.
Ahora si que tenemos que desprendernos del exceso de abrigo y lo haremos antes de rodar por el Camino de Santiago.
Ahora si que tenemos que desprendernos del exceso de abrigo y lo haremos antes de rodar por el Camino de Santiago.
El terreno toma más desnivel y se complicará en ocasiones por volverse pedregoso, tanto que nos obliga a tener no solo fuerza en las piernas, sino auténtica habilidad para seguir sin poner pié en tierra.
Esperábamos ver buitres como en la última ocasión, pero hoy no quieren saber nada de nosotros; no se deja ver ni uno solo.
Todo el recorrido vamos bastante agrupados. El descanso obligado de la semana pasada no nos ha hecho perder mucha forma, o la hemos perdido todos en la misma proporción, ya que creo que no se nos nota.
Todavía seguiremos subiendo, teniendo muy pocos respiros, pero se lleva bien.
Descanso para tomar una barrita y a seguir subiendo.
Llegaremos a estar muy cerca de la Fuente de la Reina, pero no es nuestro objetivo y el dúo J/J (Javier y Jorge) tienen que volver pronto a casa.
Emprenderemos descenso por camino forestal muy agradable, que nos obligará a cruzar el Río Peces (¿eh Javier?).
Al vadear el río, nos libramos por los pelos de mojarnos, cada uno poniendo a prueba su habilidad y dominio del equilibrio, ya que el caudal ha crecido bastante y además es fácil resbalar. Nos felicitamos en el otro margen.
Pero la alegría dura poco. Frente a nosotros, podemos ver parte del tramo más duro de la ruta. Una cuesta descomunal, que siempre es más dura y larga de lo que aparenta, pero que afrontamos con voluntad y decisión.
Por mi parte, que voy delante (solo porque he salido antes), me veo obligado a meter el último piñón cuando quedan unos 25 metros para llegar a la zona cómoda y de respiro. Jorge llega conmigo y de Javier y Samuel no se como les ha ido, hubiera resultado imposible volver la cabeza en pleno esfuerzo.
A partir de ahora, disfrutaremos de un continuo sube y baja, pasando por la zona hermosa de plantaciones de acebos, de gran tamaño, pero que aún están empezando a dar su conocido fruto rojo. En pocas fechas se pondrán realmente bonitos.
Por mi parte, que voy delante (solo porque he salido antes), me veo obligado a meter el último piñón cuando quedan unos 25 metros para llegar a la zona cómoda y de respiro. Jorge llega conmigo y de Javier y Samuel no se como les ha ido, hubiera resultado imposible volver la cabeza en pleno esfuerzo.
A partir de ahora, disfrutaremos de un continuo sube y baja, pasando por la zona hermosa de plantaciones de acebos, de gran tamaño, pero que aún están empezando a dar su conocido fruto rojo. En pocas fechas se pondrán realmente bonitos.
Más adelante, descenso trialero de mucho desnivel, en el que ponemos todos a prueba los frenos. Abajo, al cruce con pista forestal, los discos están al rojo vivo y los de Jorge alabeados, aunque recuperan su forma al enfriarse.
Regreso nuevamente a la Cruz de la Gallega y desde ahí hasta los coches, aunque el cuerpo te pide todavía algo más de guerra.
Regreso nuevamente a la Cruz de la Gallega y desde ahí hasta los coches, aunque el cuerpo te pide todavía algo más de guerra.
Jorge parte rápido de vuelta a casa, pero el resto aprovecharemos el paso por Otero para tomar unas rondas a la salud de Javier, (que esta semana ha cumplido años), en el Restaurante Jesús, de donde siempre salimos contentos.
Estupenda ruta, bien disfrutada.
Que envidia y nada de envidia sana sino envidia podrida, me alegro por vosotros,espero estar pronto con vosotros para como suele ser habitual retrasar el grupo jeje.FELICIDADES JAVIER QUE CUMPLAS MUCHISIMOS MAS,UN ABRAZO.Soy Fernando
ResponderEliminarÁnimo y recupérate pronto, Fernando, que tu baja ya se va alargando y el Equipo no está completo sin tí.
ResponderEliminarUn abrazo
Alfonso! que bien me lo pase y que imagenes nos ha dejado esta ruta! te agradezco las fotos! La verdad que con el dia que ha hecho hoy me ha dolido en el alma no salir... de camino a Madrid he ido por el puerto y por villalba.. y un monton de ciclistas... que rbia no ser yo!! IMPACIENTE POR EL PRÓXIMO FIN DE SEMANA!!
ResponderEliminarGracias por la referencia toponímica "rio Peces".
ResponderEliminarRespecto a lo que le paso a Samuel y a Javier cuando tu estbas con el piñon (-1), debo decir que yo estaba igual que tu, ya que a mi hierro le falta un piñon para igualar al tuyo. debo añadir que el de atrás, yo mismo, puso pie en tierra para recuperar pulsaciones. La vida misma.
El dia perfecto, la compáñia un lujo, y la ruta expectacular.
SE ME OLVIDABA VIMOS ACEBOS CON FRUTOS..."acojonante"
yo tube la suerte de no tener que poner pie... y me sobró el "piñon grande" ya que utilicé el anterior en toda la subida, que la hice muy tranquilo para no llegar roto, ya no conocía el terreno.
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