Hoy, si lo llego a saber, no me levanto

Estábamos avisados de que la borrasca Alex (con ciclo génesis explosiva) barrería la península provocando fuertes vientos, lluvias intensas y descensos significativos de la temperatura

Pero nada se dijo de que, al menos en San Rafael, iba a provocar un corte prolongado del suministro eléctrico.

Salvo que la cocina de tu casa funcione con gas ciudad o puedas recuperar del trastero algún camping-gas abandonado, lo cierto es que lo vas a pasar tan mal como yo sin poder tomarte ni el cafetito de la mañana. Me he aseado y despejado con agua fresca, pero nunca como hoy he echado tanto de menos el café cargadito y el pan tostado con aceite.

La lluvia no deja de golpear en los cristales y el viento sigue silbando aquí y allá mientras observo aterrado que a la batería del móvil le queda menos del 20% de carga. Mejor hacer uso sensato.

Sin poder ver la televisión y con internet funcionando como si no existiera, me consuelo al darme cuenta de que, al menos, me libro de escuchar el machaqueo constante de noticias que nos ponen a todos los pelos de punta y nos sitúan en las peores situaciones catastrofistas. El transistor hace tiempo que quedó arrinconado, seguramente con pilas ya sulfatadas.

“Espero que no me descuenten horas por el tiempo de teletrabajo que estoy perdiendo” – pensarán algunos. Por mi parte, este impasse me rompe el esquema establecido de revisar los emails que me han enviado quienes ayer no tenían sueño o los que hoy han madrugado más que yo. Siento cierto desasosiego.

Otras veces ha habido cortes de luz, pero nunca me ha cogido en plena “jornada laboral”. Realmente no sé cómo ocupar este tiempo en el que durante años he funcionado con el piloto automático.

La tormenta continúa. Se sienten y escuchan fuertes los bandazos del aire contra las persianas a la par que pugna por arrancar las cubiertas de las chimeneas o levantar parte del tejado pero, afortunadamente, estoy bajo un techo sólido. No puedo evitar pensar, aunque sea por un instante, en aquellos que no son tan afortunados.

Realmente no nos damos cuenta de lo que dependemos de la electricidad... Toda actividad habitual queda paralizada y hace que te sientas, tal vez, con el mismo desamparo de un trabajador en su primer día de jubilación.

La tormenta no cesa ni muestra indicios de detenerse en breve, pero la corriente eléctrica regresa como se fue, sin hacer ruido. Lo primero tomar un café y después… volver a tu rutina.

¿Y este domingo qué? 

Malo es que la climatología sea incierta para este fin de semana, pero terrible que tengamos que estar pendientes de decisiones políticas para conocer si este domingo vamos a poder salir o no a disfrutar de la bicicleta en plena naturaleza.

Finalmente, parece ser que las restricciones y el confinamiento de Madrid y otros municipios entrarán en vigor esta noche de viernes, lo que supone que algunos compañeros ya no podrán acudir a la propuesta que se realice. ¡¡Jopeta!!

Pendientes de la evolución del tiempo pues no nos gustaría mojarnos y con anuncio de vientos huracanados en el Alto del León a lo largo de este día... ¿Veremos la luz al final del túnel?

Hemos apurado, pero confiamos en que el domingo bastará con no olvidarse el chubasquero en casa, por si la borrasca tarda en desplazarse de la zona.

Domingo 4 de Octubre de 2020

Lugar de encuentro: Paseo Rivera de San Rafael.

Hora de encuentro: 8,15 

¡¡Nos vemos!!  y disfruta del plenilunio.