Teoría del Punto de No Retorno
A través de este blog, conseguiréis
enteraros de las aventuras, venturas y desventuras de un grupo de ciclistas de
montaña.
Si sois seguidores
habituales, ya habréis comprobado que en AlfonsoyAmigos
estamos empeñados en practicar el deporte de la bicicleta en cualquier época
del año.
Que en el siglo V antes de Cristo el rey persa Darío construyó el Camino Real Persa, para facilitar una
comunicación rápida a través de su extenso imperio. Cuentan que los "mensajeros del reino" podían viajar 2699 km en siete días.
Pues bien, el historiador
griego Heródoto escribió: “Ni la lluvia, ni la nieve, ni el calor, ni la
oscuridad de la noche, impedirá que estos mensajeros cumplan con su obligación
a la mayor velocidad posible”
Tal vez a alguno le suene
que, de manera no oficial, el servicio de correos de EEUU hizo suyo este lema.
Y si lo han hecho los
americanos, por qué no podemos también nosotros decir muy alto:
“Ni la
nieve, ni la lluvia, ni el calor ni la oscuridad de la noche impide que AlfonsoyAmigos
saque sus bicicletas a rodar”
Cuantos nos habéis seguido
y leído, sois testigos de que se ha cumplido el lema y no me cuesta imaginar
que en más de una ocasión se os haya podido escapar un comentario del estilo de
“están locos” o acaso algún otro de admiración, como nos habéis transmitido
muchas veces.
... Y con otra pirueta retomo el primer hilo argumental.
... Y con otra pirueta retomo el primer hilo argumental.
Viéndonos pedalear en las
condiciones más extremas mientras atacamos repechos que desafían nuestra
voluntad, podría decirse que sí, que estamos locos, que hay que estarlo para
sufrir con plena conciencia, sin anestesia. ¿Con plena conciencia he dicho?
Os diré un secreto: Para
los ciclistas existe un punto tan importante como el G para las mujeres y tal vez tan difícil de fijar como aquel, el Punto de No Retorno.
Me explico: Imaginad una
Ruta con un recorrido circular. El punto al que me refiero, el de No Retorno, no tiene por qué ser el más
alejado, ni el que se encuentre a la mitad del kilometraje previsto.
El PUNTO será aquel que
marca la línea simbólica en la que, en el caso de necesidad, sería más fácil,
rápido y seguro seguir adelante que desandar el camino realizado.
Si la inclemencia del tiempo se agrava o surge algún percance no esperado, alguien deberá decidir si se ha alcanzado ya el Punto de No Retorno.
Si la inclemencia del tiempo se agrava o surge algún percance no esperado, alguien deberá decidir si se ha alcanzado ya el Punto de No Retorno.
Superada esta frontera,
por mucho que caigan chuzos de punta, las temperaturas se desplomen o, por el
contrario, se disparen como en un mes de Agosto a las 4 de la tarde, el
ciclista sabrá que debe seguir adelante y aguantar lo que le caiga encima.
La heroicidad del ciclista surgirá cuando sea capaz de proseguir la marcha, pedalada a pedalada, codo con codo con sus compañeros, en lugar de sentarse a llamar y esperar a que le rescaten los servicios de emergencia. No hay otra…
La heroicidad del ciclista surgirá cuando sea capaz de proseguir la marcha, pedalada a pedalada, codo con codo con sus compañeros, en lugar de sentarse a llamar y esperar a que le rescaten los servicios de emergencia. No hay otra…
No se si tanto como héroes... pero un poco locos y "viciados" por este deporte si que andamos....
ResponderEliminarEl domingo nos veremos sin duda... ¡¡¡esta ruta es genial y no me la pierdo!!! incluso con lluvia, frío o lo que nos echen.
A Dios pongo por testigo, que como seguidora de este blog (casi desde sus comienzos), los intrépidos mensajeros del grupo Alfonsoyamigos, no han faltado a su cita semanal, por mucho calor, viento, frio y nieve que hubiese el día de la salida.
ResponderEliminarUn saludo. CHARO.
...Y puedo prometer y prometo que haremos lo imposible porque siga siendo así.
EliminarGracias Charo, amiga y fiel seguidora.
Enhorabuena a todos. Está visto que cuando hay ganas...el tiempo no deja de ser una excusa o una motivación. Un abrazo para todos.
ResponderEliminarGracias José Antonio, pero lo sabéis vosotros tan bien como nosotros, que tampoco paráis. Un fuerte abrazo.
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