Mejor con el sillín

En San Rafael me encuentro con tres bici-osos a las 8,30 horas, Fernando, Jorge y Joss (antes José “novato”), y nos dirigimos hacia El Espinar, donde encontraremos a otros tres locos del pedal, Carlos, Forlán (que ya lleva calentando un rato) y Juan.

Saldremos animosos y con muchas risas (gracias al simpar Forlán) por la Carretera de Ávila, que en otras ocasiones preferimos evitar, pero queremos ganar tiempo.

Ya tenemos a la vista el Campo de Golf, la Finca La Isabela, y el antiguo vertedero.

El camino es ahora peor y toma desnivel, pero venimos ya calentitos y se supera sin problemas hasta la primera portela, donde nos agrupamos.

Carlos es diésel total, llega, no se detiene y emprende el siguiente ascenso sin demora.

Se nos quisieron unir, pero ellas iban muy rápido

Los demás queríamos tomar un respiro, pero le seguimos, sabiendo que el camino aumenta de desnivel a cada momento.

Pedalada tras pedalada y ya estamos en la siguiente puerta. Dejamos a nuestra izquierda el mirador donde se encuentra la caseta observatorio de aves.

Joss parece tener algunos problemas con el cambio y se le revisa, pero sin demasiado éxito. Marcha muy bien.

Ya tenemos delante uno de los tramos peores, aunque a la vista no lo parece tanto. Daniel y Joss toman la delantera, no quieren tragar polvo, a pesar de que las lluvias de ayer han dejado el camino mucho más agradable.

El tramo es realmente malo, desnivel y mucha piedra suelta, que implican fuerza y habilidad para irlo superando.

Fernando en plena faena

¡Chan ta ta chan!, nadie se lo espera, pero mi bicicleta hace un extraño y casi voy al suelo. Acabo de perder el sillín bajo mi trasero. No me lo puedo creer

Observado por el equipo CSI, se comprueba que los dos tornillos fijadores se han partido de cuajo y a la vez. Ambos tornillos se encuentran en el laboratorio para su análisis, por si se hubiera tratado de un sabotaje.

Mal asunto. Aunque probamos con los tornillos de la botija y alguno más que aparece por las mochilas, ninguno vale. No hay más solución que “coger las de Villadiego” e intentar volver a casa. ¡Lástima!, pues es ruta que me gusta especialmente.

en JARA

Animo a que el resto siga la ruta, pero ya se sabe... NO SE DEJA SOLO A NINGÚN COMPAÑERO.

Varios voluntarios levantan la mano, pero es Carlos el que gana en la tómbola y se ofrece amablemente a acompañarme de vuelta.

Vemos marchar al resto del grupo, al que podía haber dejado la cámara fotográfica. No hemos caído.

El regreso fastidioso, aunque la mayor parte en descenso. A pesar de ello, no estamos habituados a marchar de pié tanto tiempo y se me cargan los gemelos. Además, no tengo la referencia del sillín para guardar equilibrio en las bajadas.

Carlos lleva su amabilidad al extremo y me cambia la montura durante un buen trecho. Si no le llego a insistir, aún está dando pedales con mi bici y sin sillín.

Este si es un auténtico Bici-Oso

El repecho del polígono hasta El Espinar se me hace muy duro, pero acabaremos en la Ferretería de Ferluy, donde Fernando no parará hasta encontrar e instalarme los tornillos que necesito.

Unas cervecitas con Mari en La Típica. Saludamos a Toño y Santi, que están trabajando, y regreso hacia San Rafael. El sillín me parece ahora todo un lujo.

¡Gracias Carlos, de nuevo!

Me dará el tiempo justo de ducharme para encontrarme con Fernando, Jorge y Joss a tomar unas cervezas en Jara, con sus geniales aperitivos. Me dicen que Forlán y Juan ya emprendieron regreso a El Espinar.

Siento no tener más fotos y no poder relatar el resto de ruta de mis compañeros, pero se que lo han pasado genial.

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Añado comentario de Fernando "Ferluy"

Queridos compañeros y amantes de las bicicletas de montaña, no tenemos mas remedio que detener vuestra atención en lo que nos tememos sean unas graves actuaciones de algún sin cabeza, sin sentido y descerebrado en la zona de Cabeza Reina y el Baldío.

En las últimas fechas, nos hemos encontrado con troncos malvadamente colocados en curvas de caminos de rápidos descensos, alambreras con espinos en vereda que raramente nadie sube y muchos bajamos, piedras colocadas con gran estrategia también en curvas que solo ves cuando estas encima de ellas

Nos preguntamos ¿a quien molestamos?, ¿a quien estamos haciendo daño?, ¿estamos destrozando o deteriorando el monte? Estamos completamente seguros de que es todo lo contrario, lo cuidamos, estamos en todo momento alerta de que nada le suceda y respondemos por el.

Queridos compañeros y amigos, tened el máximo cuidado y estad alerta, y si alguno detecta algo, que no dude en denunciar al individuo que esta actuando de esta forma. Si tuviera cabeza se daría cuenta de que esta jugando con nuestras vidas.

Un saludo.