Esta ruta es rutabuena y mañana... (villancico)

… Y mañana no es Navidad, pero AlfonsoyAmigos ha celebrado este pasado domingo la ya tradicional comida navideña, no sin antes darse un buen paseo dominical en bicicleta.

Crónica: Chicho

No sabemos si atraídos por los asados que se degustarán al final de la jornada, por reencontrarse con los compañeros después de ausencias más o menos prolongadas o porque no hay quien los aguante en casa, se presentan puntuales (“es un decir”) a la ruta dominical: Alfonso, Andrés, Ángel, Bombi, Chupo, Enrique, Eva, Ferluy, Luis Ángel, Miguel Ángel, JuanPa, Paco, Patrick, Pawel, Rafa y Chicho.

Como siempre, unos han llegado antes que otros y aprovechan para entablar conversación. Hoy el grupo es numeroso y el ambiente muy festivo, parece que hay pocas ganas de iniciar la jornada y ponerse a dar pedales. Alfonso tendrá que sacar el látigo y hacer valer sus galones para que nos pongamos en fila india a paso de tortuga para salir de Moralzarzal camino de Villalba.

Al tomar un atajo campo a través para evitar el paso por una zona urbanizada, nos vemos atrapados por una niebla que amenaza con desorientar y dispersar al grupo. La gente anda más pendiente de las conversaciones con el compañero de al lado que de sacar la brújula y no despistarse en los cruces de caminos.

Juan Patricio ha encontrado un buen entretenimiento en probar el sube y baja de su flamante y nueva tija telescópica, que algunos ya empezábamos a dudar de si sería capaz de montar antes del próximo Black Friday. Como la cosa siga así, esto más que una ruta de AlfonsoyAmigos se va a convertir en una marcha popular.

Camino de Hoyo de Manzanares Luis Ángel tiene que hacer una de las suyas (“hacerse un luisángel” es repetir un tramo en el que se ha echado pie a tierra, hasta superarlo montado sobre la bici), para superar la losa de granito que baja a la Cascada del Covacho. La intentona acaba con los huesos del susodicho sobre la dura piedra, pero sin consecuencias.

Rodeamos a buen ritmo Hoyo de Manzanares y poco antes de llegar al Monte del Egido nos vemos obligados a interrumpir la marcha porque se nos echan encima los participantes de la Carrera “Zancadas Solidarias”. 

Es la excusa perfecta para que durante casi veinte minutos nos apartemos del camino y veamos pasar a 700 corredores a los que animamos y con los que cruzamos bromas y chascarrillos para hacer más llevadero el parón. No nos extraña que algún participante casi nos suplique algo de comida, porque de camino hemos visto que en el avituallamiento solo había agua…jajaja (debía estar a medio montar).

Ángel, acompañado por Alfonso, Luis Ángel y Rafa se han detenido más atrás para arreglar un pinchazo. ¿Pero todavía te resistes a tubelizar, angelito?

Cuando podemos retomar la marcha nos cruzamos con un par de malhumoradas participantes descolgadas del grupo y que no dudan en recriminarnos desde más de 100 metros de distancia, y con muy malas formas, el que circulemos en bicicleta. Alegan que nos hemos colado en una “carrera privada” por lo visto. Razón no tienen, pero alguna conclusión positiva saco del incidente. Es fácil calcular la proporción de tontos que hay en este país, exactamente 2/700. Hagan la cuenta señores y citen la fuente (AlfonsoyAmigos).

Cuando por fin reiniciamos la marcha, el ritmo aumenta y devoramos kilómetros entre la niebla camino del Cordel Cantalojas, donde haremos una pequeña parada para reponer fuerzas. Delante de la Academia de Ingenieros, posado para la foto tradicional de grupo, donde Enrique intenta emular a Oblak bajo la portería.

El pobre Chupo ni ha derrochado una gota de sudor (ya tendrá otros días para entrenar sus mega carreras). Este año nos ha prometido que nos mandará un vídeo con Zugasti desde la Cape Epic (seguro que hacen buenas migas).

Paco tiene que quitarse el casco de astronauta que ha estrenado hoy si quiere llevarse algún delicioso higo a la boca. Bombi, después de una larga ausencia, amenaza con no volver a salir con nosotros si no remprendemos la marcha y nos aplicamos en dar pedales como dice él que se hacía en los inicios de AlfonsoyAmigos (algo sabrá él que es socio fundador).

Con plato grande y piñón pequeño (¡Sí, todavía quedamos algunos sin monoplato!), alcanzamos el Puente del Batán en el que esta vez no hacemos foto ni parada para iniciar el ascenso por el Cordel de las Liebres, que ya no es ni la mitad de dura que antes de que pasaran la apisonadora por ella.

Patrick no ha dejado fino su cambio en el último mantenimiento (parece que se le da mejor reparar las averías de los demás que las suyas propias) y su piñonera suena a metralleta. Yo decido dejarle atrás por si se escapa algún tiro.

El grupo se estira a lo largo de la cuesta donde se notan las diferencias entre los gallos y electrificados y los mortales del grupo. No obstante, en la fuente se reagrupa y se da cuenta de las últimas barritas de las mochilas. 

Pawel y Alfonso aprovechan para probar el último invento de Ferluy, una especie de sogatira que seguro que nos vendrá estupendamente para aprovechar los kilovatios hora de las baterías de nuestros compañeros eléctricos cuando se presente algún “pajarón”o alguna avería mecánica.

Camino de Cerceda, la velocidad vuelve a aumentar y en poco tiempo se alcanza el cruce con la carretera donde Rafa y Juan Patricio se asombran al descubrir que hay un paso subterráneo. Dicen que nunca habían reparado en él (!pa haberse matao, cuñaoooo!)…

Ya solo queda acercarse hasta Moralzarzal donde en Casa Mariano nos espera una generosa manguera con la que limpiar las bicicletas y un menú navideño con el que ya la boca se nos hace agua.

Antes de pasar al comedor, todos nos adecentamos como podemos: alguno se perfumará con “Choto Dandy” (de venta en Ferretería Ferluy); Patrick aprovechará para lucir su tanga de leopardo; Andrés americana y leggins (¡la última moda!). Y además se presentan a mesa puesta, nuestros glotones del día, que no han podido o no han querido estirar las piernas con nosotros: Ernesto, Diego y Forlán.

Y como en todos los cuentos, fuimos felices y comimos perdices… Si nos toca la pedrea de la lotería, volveremos a comer y a montar en bici, y si no, también. 

¡¡Felices Fiestas!!

Todas las fotos

Este fue nuestro trazado   

  Una nueva ruta que nos selecciona Google Earth

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