Nos vamos de pesca
Han pasado dos siglos y
medio desde su construcción y aún sigue siendo recomendable visitar la senda de
Las Pesquerías Reales.
Ya lo comentábamos, fue el
rey Carlos III cuando contaba con 51
años de edad el que encargó realizar las obras de acondicionamiento en los
márgenes del río Eresma, (que se llevaron a cabo entre 1767 y 1769),
para poder disfrutar de su afición preferida, la pesca, que rivalizaría
seguramente con su otra afición, la caza.
Deciros, como curiosidad
para los aficionados futboleros madrileños, que los monumentos de Cibeles y Neptuno fueron otros de los muchos encargos del mismo Rey, aunque
creo que nunca imaginó lo populares que llegarían a ser y por qué motivos.
El sábado disfrutamos de
un día más que primaveral, pero el domingo ya avisa desde primera hora que nos
vamos a encontrar un día revuelto en el que el sol venderá cara su presencia.
Los amigos que hoy no han buscado
excusas y sí hacen acto de presencia son:
Andrés, Ángel, Enrique,
Ernesto, Eva, Ferluy, Juan, Luis Ángel, Luis Ángel JR., Miguel Ángel, Paco,
Patrick, Ramón, Santi, Toño y Alfonso.
¡Qué alegría! ver de nuevo
con nosotros a Paco, tras su larga convalecencia y recuperación después de su
caída con la bicicleta. ¡Bienvenido amigo!
Conocemos varios
recorridos por la zona, pero Ferluy quiere que hoy disfrutemos del espectáculo
del agua que fluye desbordada dando vida al río Eresma y no nos vamos a alejar
demasiado de sus márgenes.
En el aparcamiento
solamente se dejan ver de momento nuestros coches, que los abandonamos para
iniciar la marcha. El Embalse del Pontón
Alto (antes Puente Segovia) retiene
las aguas aparentemente apacibles y agradecidas de que las hagamos fotos.
Estamos recorriendo los
primeros metros del Sendero de los
Reales Sitios, a los que se acercaba el Rey Carlos III desde su residencia
de verano en el Palacio de San Ildefonso, a un cuarto de legua. Nosotros hemos
llegado desde más lejos.
La diversión ha comenzado.
Sube y baja en continuo zigzagueo, sin perder de vista el vivo discurrir de las
aguas del río, que parecen volverse más bravas según avanzamos por el margen
izquierdo.
Hasta ahora damos pedales
con fluidez, pero ya encontramos las primeras piedras de la calzada de las
Pesquerías Reales. Un alicatado del siglo XVIII con losas de granito, que en su
tiempo debió ser el no va más pero que al día de hoy ha sufrido mucho deterioro
y complica nuestro paso.
Sí, ya lo sabemos, no fueron
construidas para el paso de bicicletas pero aun así nos empeñamos en
mantenernos montados el mayor tiempo posible… claro que con mayor o menor
suerte.
El agua cae en cascada por
nuestra derecha y cruza sin criterio por encima de las losas y escalones por
los que avanzamos, añadiendo más posibilidades de un resbalón.
A nuestra izquierda la pequeña
central eléctrica del Salto del Olvido y nosotros subimos por escalones con las
bicicletas al hombro.
Poco más adelante el
histórico Puente del Anzolero (anzolero: fabricante o vendedor de
anzuelos) y seguimos hasta llegar a la Presa
del Olvido, con puente de madera restaurado por encima de donde deja
escapar las aguas. Con bastante más nivel que la última vez que estuvimos por
aquí.
Impresionante el
recorrido, pero a los menos habilidosos nos obliga a desmontar con más
frecuencia de la deseada y las caderas artríticas se resienten.
Cruzamos el río junto a la
localidad de Valsaín y nos damos de frente con el Puente de los Canales construido en tiempos de Felipe II y que
servía para transportar las aguas del arroyo de Peñalara por encima del río
Eresma hasta el hoy en ruinas Palacio de Valsaín.
Ahora seguiremos subiendo
por el margen derecho. Nos alejamos un poco, pero el rumor del agua es continuo.
A nuestro paso encontramos el Área
Recreativa de los Asientos bastante solitaria.
En esta ocasión no
cruzaremos el Puente de Navalacarreta,
de tres arcos, pero nos ve pasar hacia el Área
Recreativa de la Boca del Asno. El día ha mejorado, pero apenas se ven visitantes a estas horas. Nos detenemos para
agruparnos, para tomar algún alimento y para visitar el salto de agua que ruge
unos metros más abajo.
El grupo se pone en marcha
y nos acercamos a ver el antiguo Puente
de los Vadillos del que quedan solamente los pilares de piedra. El resto del armazón de madera ya fue arrasado por crecida importante de agua y no ha sido
restaurado. Hoy no podremos utilizarlo para cambiar de margen.
Así era en 2013 |
El sendero se estrecha y
se complica a cada pedalada, pero seguimos adelante para visitar también el Puente de la Cantina.
Tramos a pie, fotos,
paradas, paradas, muchas paradas, pero merece la pena disfrutar de cuanto nos
rodea.
Unos metros por la
Carretera de Navacerrada y volvemos a los pinares. Todos se extrañan de que
tomemos sendero en descenso. ¿Volvemos ya? - se preguntan. Apenas tenemos el río de nuevo a la vista y giramos a la izquierda por
el que será el tramo más duro de la ruta. Dos kilómetros y medio complicados y
con importante desnivel.
Además, nos encontramos
con un antiguo amigo, el Arroyo del Telégrafo, que discurre con bastante
agua. Me lanzo en cabeza y logro cruzar aun pegando un resbalón que logro
salvar. Animo al resto a seguirme. Cruza Juan y Luis Ángel JR. sin pensárselo,
pero a partir de ahí el resto de compañeros dudan. No quieren mojarse.
Andrés se descalza y al
cruzar se le cae y pierde en las aguas un calcetín que ha debido atragantar a alguna trucha, pues aún no ha aparecido.
Eva se descalza y cruza el
río con los calcetines puestos tal vez pensando que así sentirá menos frío, pero
el agua está realmente helada y algunos grititos se escapan de su garganta.
Selfie de Miguel Ángel |
Paco pone pie en el agua
cuando estaba a punto de lograrlo y lo mismo le ocurre a Santi; Patrick acaba metiendo los dos pies en remojo (ya está acostumbrado);
Ernesto lo intenta por otro costado y acabará también mojado.
Miguel Ángel
entrará con demasiada fuerza y saldrá de orejas acabando de bruces en el
arroyo. (No lo pensaba contar, pero hay
demasiado documento gráfico a ocultar).
Luis Ángel lo superará sin
problemas y JR se atreverá a realizar un segundo intento, que vuelve a superar.
El resto sin problemas.
Esfuerzo duro para seguir
hasta alcanzar el Arroyo de Minguete y el Descargadero del mismo nombre, pero
aquí nos damos la vuelta. Ahora sí que vamos de regreso.
La variante nos ofrece un
descenso rápido y muy divertido con curvas peraltadas por las que no accede
gente a pie, pero donde hay que tener cuidado con el terreno roto o embarrado
por las aguas, que nos devuelve al trazado de Las Pesquerías.
El avance es vivo pero ahora sí que hay que tener precaución con los paseantes, grandes y chicos, que ya se ven en mayor número. Todos tenemos derecho a disfrutar y la mejor forma es guardarse respeto mutuo.
Foto de Luis Ángel JR. |
Nuevamente por la Boca del
Asno, pero ahora por el margen izquierdo del río hasta regresar al Puente de
los Canales, donde parte del grupo decide regresar por donde subimos a primera hora (piedrolandia) y el resto sigue ya por el margen derecho en senderos más rápidos y rodadores.
Por ambos caminos regresamos sin problemas.
En los últimos centenares
de metros el cielo se encapota y llegando a los coches decide soltarnos de
golpe el agua que no había caído en toda la mañana.
Apenas nos da tiempo a
cruzar abrazos y despedir a los que más prisa tienen. El resto todavía
compartiremos bromas y cervecitas mientras celebramos los cumpleaños y las invitaciones de
Ángel y Paco.
¿Quieres más?
Aunque alguno pueda pensar de otra manera, no hace falta realizar largos recorridos en bicicleta para disfrutar de una magnífica mañana con los amigos. Lo importante es aprovechar al máximo cada ocasión. Un fuerte abrazo para todos y vuelvo a celebrar el regreso de Paco.
ResponderEliminar¿Alguien ha visto el calcetín de Andrés?
Alfonso, quieres decir que no vamos a hacer el Dragón-Kan??? Jajajaja...
EliminarNi el mal tiempo detiene a estos intrépid@s reyes de la bici que no solo hacen deporte sino también rutas espectaculares que tan magistralmente nos plasman en esas crónicas semanales acompañadas de historia, geografía y "fotazas" impresionantes.
ResponderEliminarViendo el lugar, muy recorrido por mí a pie, le dan ganas a una de desempolvar la bici, inflar las ruedas y desafiando al tiempo, como vosotr@s, lanzarse a la aventura del pedaleo.
Esperando ya la próxima ruta vuestra.
Un abrazo, Alfonso y gracias por esta magnífica crónica tan bien documentada en todos los aspectos.
Feliz semana tengáis tod@s.
María Jesús Maricalva
Siempre tan amable María Jesús. Un abrazo.
EliminarHay que reconocer que no paráis de impresionarnos, y en ocasiones sobremanera, aunque repitáis itinerario, os agradecemos las paradas para las fotos.
ResponderEliminarY en esta ocasión GRACIAS por esa crónica ilustrada con la maestría de quién domina el terreno en el que pedalea y quiere que los que están al otro lado sigan la ruta prevista sin perderse nada. Seguimos tomando apuntes sin parar y aprendiendo "sin frenos" de ningún tipo, sobre geografía e historia y bici, y lo mejor es que esto no acaba aquí...que no pare.
Y al igual que Carlos III, que fue un monarca ilustrado, soñador, idealista e iluminado, en definitiva un rey moderno y reformista en todos los ámbitos, sin duda bien hubiera podido montar en bici con A&A, al tiempo que pescaba por los parajes de agua que nos habéis acercado con tal cantidad de fotos por ese Camino de Pesquerías Reales, enhorabuena!!! Quizás hasta ha hecho la ruta con vosotros y ese secreto os le habéis guardado, y es por eso que nos habéis contado en su lugar la historia del calcetín, jjjj.
El vídeo animado y animoso como vosotr@s
Nos ladran Sancho! señal de que avanzamos
(El Quijote de Orson Wells)
Abrazo
Enhorabuena al grupo por la gran acogida que tuvo ayer está corta pero preciosa ruta, en más de 15 ocasiones recorrí esta ruta y nunca vi el río cómo está semana, que cantidad de agua,no me puedo ni imaginar como estaría en febrero.
ResponderEliminarEl terreno ya conocido por todos estaba un poco resbaladizo, pero nada que no se pudiera superar la mayor parte del recorrido.
Para los reporteros gráficos y Toño, con sus grandes vídeos, cada día me sorprendería más, nosotros somos testigos directos de nuestras andanzas, pero la manera de transmitirlo a nuestros amigos a través de los relatos y las grandes fotografías es inmejorable, gracias.
El 10 de esta semana no puede ser para otro que para Paco, su regreso después de su aparatosa caída y su larga recuperación fue celebrado por todos.
Con vuestras fotos y el video, nos hacéis partícipes de cada una de las rutas.
ResponderEliminarPrecioso lugar¡¡¡¡ Me imagino lo mucho que habreis disfrutado del recorrido, porque el lugar, merecía la pena ser visitado.
Gracias por esta crónica, con su toque de historia y las divertidas anécdotas que nos describes.
Un saludo. Charo.
Ruta estirapiernas, estirabrazos y portabicis, pero llena de encanto.
ResponderEliminarEl andar por los pedrolos con la bici a cuestas era obligado por el planteamiento de la ruta del domingo, subir y bajar por el cauce del Eresma.
Un gustazo volver a ver a Paco, lástima que la lluvia del final y que lleváramos caminos de vuelta divergentes evitaran el poder disfrutar de las cervezas, pero queda pendiente mi invitación.
De nuevo insisto a esos amigos que no nos acompañan últimamente que el sentir del grupo sigue siendo el mismo, no hay excusas para volver a disfrutar, que aquí el ritmo lo marca el último.
Un saludo.
Ruta muy divertida por parajes hermosos. Ver los videos es como volver a hacer la ruta una segunda vez. Gracias Alfonso por aguantar las bromas de buen humor.
ResponderEliminarUna ruta diseñada por Ferluy, tiene siempre un componente básico, el compromiso de haberla recorrido antes y que siempre acaban siendo diferentes y originales. Por eso la ruta del domingo la cual Fernando la había estudiado y recorrido el miércoles anterior, nos dejo ese magnifico sabor de boca que es el de recorrer todo el río Eresma por las Pesquerías. Y no es que no lo hubiéramos hecho ya en varias ocasiones pero la espectacularidad del agua en todo su recorrido es de esas excursiones, que aunque al final fuera corta en distancia no impidió que la mañana fuera sensacional.
ResponderEliminarEs cierto que anduvimos mas de lo que estamos acostumbrados por las características del camino de las propias Pesquerías, pero estoy seguro de que si la propusieran, incluso pronto de nuevo, todos nos apuntaríamos sin dudarlo.
Tal vez podríamos haberla alargado un poco mas, pero el terreno obligaba a desmontar de las bicis muchas veces, cortando el ritmo de lo que estamos acostumbrados a hacer. Para posteriores ocasiones podemos plantear otra ruta por estos lugares con algunos kilómetros mas y marcando alguna alternativa, pero la del domingo no dejo de ser magnífica aún con sus 28 kilómetros.
Por eso gracias Fernando por el empeño en hacerla. y enhorabuena porque todo el mundo quedo impresionado de recorrer esta maravilla de Segovia. Magnifica!!!
Lo que si es seguro, es que lo mejor de esta ruta es la reaparición de Paco, una alegría muy grande poder volverle a tener con nosotros después de tantos meses. Bienvenido de nuevo Paco y otro abrazo mas aparte de todos los que recibiste el domingo.
Espectaculares la grabación, producción y montaje de los videos. Si hasta ahora las crónicas nos dejaban un recuerdo motivo de lo vivido en cada excursión, con estos videos las sensaciones son aun mayores.
Gracias y enhorabuena por estas películas de A&A.
Un abrazo para todos y recordar: el domingo que viene......................cada vez mas cerca.