A veces, las mejores ideas no nacen frente al
ordenador, sino en mitad de una ruta
El pedaleo constante, el aire fresco en la
cara y la cabeza despejada parecen crear el ambiente perfecto para que las
ideas empiecen a encajar.
Me ha pasado muchas veces: resolver una duda, encontrar la forma de empezar un texto o incluso tomar una decisión importante mientras pedaleo. La bicicleta se convierte, así, en mi rincón para pensar, sin prisas y sin distracciones.
Hay algo mágico en esos “momentos Eureka”
sobre ruedas. No los busco, simplemente aparecen.
De repente, todo se aclara: una frase, un
recuerdo, una respuesta que llevaba días rondando.
Y
cuando eso ocurre, sonrío sin darme cuenta. Sigo
pedaleando, pero ya no soy el mismo que salió de casa.
Tal vez sea el ritmo de las ruedas, o el
silencio del monte, o la sensación de estar justo donde uno quiere estar.
Lo
cierto es que, en la bicicleta, las ideas ruedan mejor.
Domingo 16 de noviembre de 2025
Las previsiones anuncian lluvia, mucha lluvia.
La
montaña nos espera siempre, pero a veces conviene dejar que respire, que se
empape, que se renueve.
No matéis al mensajero
Tenía preparadas dos posibles rutas, una con mayor desplazamiento y otra más cercana, pero da igual: parece que “Claudia” ha llegado muy cabreada y agresiva, y nos aconseja quedarnos recluidos como las gallinas, so pena de acabar calados y cubiertos de barro.
Por mi parte, aprovecharé para atender algunos compromisos sociales en los que se me reclama desde hace tiempo.
¡Nos vemos en breve!
Alfonso, qué bonito pensar que la claridad llega a veces con el viento en la cara y las ruedas girando. Me has recordado muchas rutas en las que justo cuando menos lo espero, se enciende algo dentro. Gracias por compartirlo
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