miércoles, 16 de noviembre de 2016

Cross de la Pedriza 2016

Crónica de Patrick Schoch

Cuando me apunte al Cross de la Pedriza sabía que iba a ser una carrera de Trail Running muy dura, tanto por su desnivel como por su alto grado técnico: 25km con 3800m de desnivel positivo acumulado que son 1900m de desnivel positivo.




Eso sí me motivaba mucho el entorno de esta carrera: la Pedriza y poder correr por sus sitios más alejados en un entorno más o menos controlado con balizas, compañeros de sufrimiento y voluntarios dispuestos a echarte una mano si te ves en problema.

Recordar que el macizo de la Pedriza, si bien no es el de las cumbres más altas de nuestra sierra, es la única parte de la Sierra de Guadarrama que se catalogó como “Alta montaña” tanto por su geografía como por los cambios bruscos de temperatura que experimenta. Cada año hay muchos más accidentes en la Pedriza que en el resto de la sierra y este laberinto de granito es un sitio muy inhóspito cuando las temperaturas alcanzan extremos.



Ya me había hecho varios entrenos por la Pedriza inferior y sabía lo que me esperaba: subidas técnicas muy fuertes donde es imposible correr y es fácil resbalar. Senderos muy técnicos con raíces y piedras sueltas y bajadas infernales con tramos muy peligrosos donde una caída puede resultar fatal… Además, ni riachuelos, ni fuentes en muchos kilómetros. Hay que ir bien equipado y con provisión suficiente antes de adentrarse dentro del infierno de Piedra.

La Pedriza inferior, la culmina el Yelmo (1717m), esta masa granítica que como le gusta recordarnos el compañero Luis Angel podría engullir el monasterio del Escorial entero. La Pedriza superior la culminan las Torres (2029m) y entre ellos, un sinfín de bloques y peñones con muchos nombres sacados de la imaginación popular. Recordar también que fue en épocas pasadas escondites de bandidos y bandoleros.




Después de entrenar estas últimas semanas alternando salidas de Trail Running con subidas y bajadas fuertes y técnicas y salidas en bici con el grupo de AlfonsoyAmigos me sentía bastante preparado para afrontar la carrera y mentalmente también…  Sabía que iba a tener momentos de flaqueza y tenía que ser finisher cueste lo que cueste.

Así estaba este domingo a primera hora de la mañana a la entrada del parque de la Pedriza con más de 300 corredores con temperaturas bajas pero con unos rayos de sol que nos iban a calentar poco a poco. Se nota el nerviosismo en las caras de los corredores y todos sabemos que será una carrera muy dura y exigente.




Sin más preámbulo, dan el pistoletazo de salida y el pelotón se estira por la pista de asfalto primero y después por la senda de Quebranta-herradura con un ritmo muy fuerte. Intento calmarme porque sé que lo que las fuerzas que puedo ahorrar al principio me harán mucha falta al final de la carrera. Llegamos a Canto-Cochino y empieza la primera subida dura y técnica del día. En fila india y andando con escalones de piedras subimos todos por la Cañada de la Pedriza y es con alivio que llegamos al prado con vistas impresionantes al embalse de Santillana y a Manzanares El Real. Han sido 370m de desnivel en menos de 2 kilómetros. En el Prado soltamos piernas y aprovechamos para acelerar y correr hasta la próxima subida.



Llegamos al principio de la Senda Maeso, la segunda subida técnica del día y otra vez en fila india intercambiando palabras de ánimo con los compañeros, vamos escalando bloques graníticos siempre subiendo, siembre más arriba y donde hay que ayudarse de manos y rodillas en muchos puntos. Es una subida muy desgastadora y cuando llegamos arriba a la Pradera del Yelmo, nos avisan 2 corredoras que vamos un poco justo de tiempo ya que el corte en el Collado de la Dehesilla esta en 2 horas. Nos espera una bajada técnica ahora y siento un calambre en mi gemelo izquierdo. ¡Vaya todavía apenas 10km y con los primeros calambres! 

Me vengo un poco abajo pero gracias a un chaval majísimo con quien iba, me anima, me espera mientras estiro un poco y afrontamos juntos la bajada al primer control, rezando para llegar antes del corte. Se adelanta pero al llegar al control me está esperando preguntándome cómo voy y alegrándose que llego justo 4 minutos antes del corte! Gran compañero que acabo de conocer y que sin conocerme me ha ido animando durante un tramo de la ruta.




Nos espera ahora la parte que más temo porque es totalmente desconocida, la subida al Collado de la Ventana por el PR-1. Otra vez bloques graníticos, escalones, zonas de trepadas, túneles estrechos donde hay que reptar y… arañarse las manos y las rodillas. 

Se me disparan las pulsaciones y aprovecho para pararme un minuto y tomarme un gel y una barrita. Veo a los demás penar y subir a ritmo muy lento. Estamos a un kilómetros del punto de control pero veo que nos dan 1 hora para realizar este tramo. Parecemos tortugas pero realmente es imposible ir más rápido…

Por fin llegamos al punto de control, esta vez con 8 minutos de margen y delante de mis ojos, las magníficas Torres de la Pedriza, estas formaciones rocosas verticales y apretujadas… Tomo barritas, isotónica y golosinas en el control y descanso un poco… Llega más gente pero 3 de ellos deciden abandonar: dicen que este último tramo les ha vencido y no se sienten fuertes y entregan sus dorsales. 

En este punto, sabiendo que he realizado la parte más dura y técnica de la ruta y no he vuelto a tener calambres me da un subidón tremendo y arranco rápidamente para no quedarme frío y aprovechar este estado mental que me hace volar sobre las piedras, escalar las paredes con buen ritmo y avanzar hasta el punto más alto de la ruta cerca de las Torres de la Pedriza a 2000m de altura.




En este tramo solo estamos 2 corredores y tengo la suerte de conocer a Jesús, un corredor mayor entorno a los 60 años que me sigue a buen ritmo y nos ayudamos mutuamente para encontrar las señales de la carrera en este laberinto de piedras. Como el mismo dice, estamos en un estado segundo y a veces es difícil orientarse y encontrar la siguiente señal en este infierno de piedras.

Jesús va corriendo muy ligero de equipamiento con solo una camiseta de manga corta, una gorra y una riñonera con un botellín de agua y dos tarros de cristal con frutos secos y bebida casera a base de “almendrina”. Y yo con mi mochila, mi Camelbak con isotónica y mi kit de geles y barritas. Me parece un tío genial que me confiesa que el año pasado no llego al corte de 5h30 en Canto Cochino y este año quiere intentar llegar aunque lo vea difícil por la hora que es y además como él dice, lo importante es llegar a meta, no importa el tiempo.




En la bajada Jesús pega un acelerón que me deja atrás, está muy fuerte en los descensos y se escapa… Vaya fenómeno, firmo para ser tan ágil a su edad!. Yo prefiero ir con cuidado y reservarme, una caída aquí sería muy complicada: estamos en el punto más alejado de Canto Cochino: faltan 12km para la meta.

Eso sí casi todos de bajada. Un alivio para las piernas… o no tanto porque tienen tramos muy técnicos. Nos adentramos en el bosque de pinos del circo de la Pedriza y se suceden zetas cerradas con piedras, raíces y escalones, zonas más llanas y rodadoras que siguen riachuelos. Algún resbalón sin consecuencia me aconseja frenar el ritmo pero estoy a tope y la bajada se hace cada vez mas fluida…




Estoy ahora solo y hago ejercicios mentales para animarme y buscar fuerzas para seguir. Oigo por detrás el grupo de voluntarios que hacen de escoba y van recorriendo las marcas. En un momento no veo más marcas aunque el sendero parece claro, me avisa un senderista que voluntarios están volviendo a balizar el tramo ya que algún desalmado ha quitado las marcas.

Llego por fin al Collado Cabrón y empieza la larga bajada a Canto Cochino, me siguen ahora de cerca los corredores escobas y parezco a Forrest Gump corriendo son su grupo de seguidores… ¡Corre Forrest, corre! Y ahora ¡A saco Paco!, acelero el ritmo para intentar llegar al corte.




Llego por fin al control de Canto Cochino donde me indican que no he llegado a tiempo con 12 minutos de retraso. Me animan a seguir y llegar a meta. Los últimos kilómetros se me hacen eternos, subida a Quebranta-herradura y bajada por pista hasta la meta. Las piernas duelen y cada paso es un sufrimiento pero la meta está cerca y por fin paso el arco donde me reciben voluntarios y corredores que me felicitan...

Un total de 6h20 corriendo casi sin parar, 25,6km y 1900m de desnivel positivo en el infierno de granito de la Pedriza. Una carrera sin duda muy dura técnicamente y físicamente.




Encuentro a Jesús en la meta que no ha llegado tampoco al corte y solo 2 minutos antes que yo pero está también muy contento por haber acabado y me asegura que volverá el año que viene…¡intentando esta vez llegar a tiempo a la meta! me dice riendo¡ Pero qué importa! Nuestras caras cansadas reflejan la alegría de haber acabado este pequeño reto personal!...

Después de tomar un refrigerio, comer jamón y frutos secos nos despedimos y vuelta a casa con la adrenalina a tope para una ducha bien merecida y una siesta gooorrda en el sillón. Me duele todo el cuerpo pero después de este reto conseguido me animo a apuntarme a otras carreras populares.   






6 comentarios:

  1. Ole y Ole tu y la madre que te pa..... pedazo de reto que te marcaste y que conseguiste llevar a término.
    Te felicito Patrick, leyendo tu crónica parecería haber estado allí sintiendo el esfuerzo.
    Enhorabuena campeón.

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  2. Magnifica crónica y un gran sacrificio físico y mental digno de un insigne componente de AyA. Admirable!.

    Un abrazaco.

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  3. Enhorabuena!
    Ese tipo de competición requiere una buena preparación física y mental. Tiene que ser peligroso en algunos tramos además de agotador.
    Muy bien narrada la crónica, genial, hemos hecho el recorrido completo con todo lujo de detalles y muy ordenadamente. Encontrar gente dispuesta a ayudar sin importarle llegar antes o después es de gran deportividad y calidad humana.
    Localizaciones con nombres curiosos!!
    Un abrazo.

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  4. Muy bien Patrick, qué disfrutaras de tu aventura y como nos lo has contado, no importa el frío ni el sufrimiento , lo que importa es fundirse con el paisaje embaucador de la Pedriza, conocer gente buena, por lo que cuentas, y esos subidones de adrenalina y dopamina... Y conseguiste la Meta!!! Fantástico.

    Un abrazo, CAMPEÓN!!!!

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  5. Grandisimo Patrick, grandisimo, un reto para tenerle en cuenta, no todo deportista estariamos preparados para afrontar y terminar, enhorabuena campeon.

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  6. Que gran historia Patrick. Demuestra ese animo de superación que siempre muestras en las rutas de Alfonsoyamigos. La verdad es que es para sentirse muy orgulloso, ya que no, no es una prueba fácil ni mucho menos. Un esfuerzo muy importante que hace que te puedas sentir muy orgulloso de lo conseguido. Y lo importante no es lo de llegar antes de que "cierren" el control de llegada, lo importante es llegar y llevarte contigo esa satisfacción de haber terminado lo que te propusiste. Eso no te lo quita nadie.

    Mucho entrenamiento y objetivos marcados para conseguir hacer algo que te propusiste. Impresionante.

    Me alegro mucho por ti, amigo. Seguiremos compartiendo muchas rutas juntos, mucho domingos, pero hoy me alegro de que hayas compartido con todos nosotros una experiencia como esta. Enhorabuena!!

    Un abrazo Patrick, no cambies nunca.

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