No hay nada que te haga sentirte más libre que el montar en bicicleta
Esta vez sin tener que coger el coche, me acerco al punto de encuentro que yo mismo he marcado días atrás. Desde la tarde anterior mi cabeza no se ha relajado, dándole una y mil vueltas al recorrido que propongo e intentando imaginar que les parecerá a mis amigos.
Algo
me tranquilizo al encontrarme con Alfonso y Enrique, los primeros en llegar y más
al ver cómo acuden Andrés, Fernando, Juan, Luis Ángel, Nacho, Pawel, Samuel y Santi,
unos desde tierras segovianas cercanas y otros desde Madrid.
Cóctel
de caras diferentes, pero los abrazos son los de siempre, las de quienes
sienten una alegría especial con el encuentro.
El
perfil de la ruta va a ser diferente al habitual, abandonamos los montes porque
hoy toca ruta rodadora por la llanura castellana del suroeste de la provincia
de Segovia.
Vamos
a transitar por tierras de los Sexmos,
por términos rurales que ya fueron delimitados en la Edad Media, por tierras de
agricultores y de pastoreo trashumante.
Nos
ponemos en marcha saliendo de Zarzuela
del Monte, situada en el Sexmo de San Martín, en dirección a Monterrubio y con la intención de subir
hasta Lastras del Pozo.
Mis
preocupaciones iniciales van desapareciendo viendo las caras de quienes en
principio parecen dejarse guiar sin resquemores… pero ahora mi preocupación es
evitar que los que van en cabeza cojan el desvío equivocado o lo mismo ocurra
con los que marchan más rezagados.
A lo
largo de la mañana, no habrá más remedio, tendré que hacer un tira y encoge en
más de una ocasión para que nadie acabe extraviado. Alfonso sonríe con cierta picardía,
reconociendo seguramente mi pesar. Buen
momento para valorar aún más su trabajo de guía durante años.
A pesar de todo, acabaré disfrutando una barbaridad de la jornada, al realizar un trazado que he recorrido en solitario en muchas ocasiones, pero esta vez acompañado de buenos amigos, pudiendo mostrarles los que han sido durante años “mis dominios”.
Alcanzamos
Marugán, cabeza del Sexmo de la
Trinidad, para empezar a rodar muy rápidos con el fácil llanear por una serie
de pueblos que vamos viendo cómo se nos acercan con velocidad y sin perder de
vista el pico de Peñalara con nieve en la cumbre.
Fotos
al atravesar los pueblos, porque nos llaman la atención las espadañas de las
iglesias o la aparente y engañosa fragilidad de los nidos de cigüeñas.
Día
espléndido con un cielo azul que contrasta con el verdor de los trigales y
cebadales, moteados con llamativas extensiones amarillas de colza y con ligera
brisa que nos ayuda a mantener a raya el calor. Afortunados,
sabiendo que estos parajes no tienen término medio pues o hace calor pero calor
de verdad o frío pero frío de verdad y no hablemos de cuando hace viento.
Avanzamos
devorando las pistas por caminos de herradura y tengo estupendas sensaciones
con el transcurrir de las horas. Lo
percibo en las caras de unos compañeros con los que cada semana comparto rutas,
pero muy diferentes a las de hoy.
Al
llegar a Marazuela, todos quedamos
sorprendidos al encontrar en plena labor al herrador Rafa, herrando una dócil yegua
blanca y que viendo nuestro interés nos explicará con paciencia y orgullo parte
del proceso.
Dejamos atrás la llanura en Marazoleja para bajar al encuentro del río Moros, tocar de refilón el Sexmo de
San Millán y llegar a Abades, cabeza
del mismo Sexmo.
De
nuevo Lastras y Monterrubio apurando fuerzas en los últimos repechos, con el
sol apretando en todo lo alto y haciéndonos sentir ya aire caliente en las
caras.
Llegamos
a Zarzuela contentos y satisfechos, tal vez cansados, habiendo acumulado casi
72 kms en las piernas, motivos más que suficientes como para felicitarnos con los abrazos de
costumbre.
Algunos
compañeros decidirán emprender camino de regreso a casa y el resto acudiremos a
Casa Campana: "casa campana,
donde se come y se bebe sin gana" y allí rematamos un formidable domingo
con unas frescas cervezas y una mesa repleta de apetitosas raciones.
Los
chistes de Andrés, anécdotas pasadas, planes de futuro y muchas risas.
Mis
preocupaciones han desaparecido.
Ángel, tuviste como aliados una buena temperatura y el ánimo de todos, la formidable ruta se lo merecía. Estupenda crónica. Gracias por todo ello.
ResponderEliminarFeliz de volver a rodar en tierras segoviana!! Gracias Ángel por ser nuestro guía!!
ResponderEliminarFantástica mañana rodadora.
ResponderEliminarGran reconocimiento para ti Ángel, dificilimo dirigir al grupo sin track y sin apenas extravíos, muy difícil.
Gran reconocimiento también para Alfonso, con la eléctrica y en numerosas ocasiones superando con creces los 25 km/h a los cuales corta el motor, tiene mucho mérito seguir al grupo con el peso de la bici, no muy adecuada para estos trazados.
Y para que nos vamos andar con miramientos, reconocimiento para todos los presentes, último entrenamiento juntos antes de partir para nuestro objetivo, desde esta misma semana se echará de menos a los que no partido con nosotros pero dejaremos el listónde AyA muy muy alto.
El regreso y reencuentro, cada vez más cerca
Fer
ResponderEliminarMuchas gracias para Ángel, por la fantástica ruta por tierras de la campiña segoviana. Como se puede apreciar en las imágenes el día fue perfecto para este recorrido.
ResponderEliminarFue una ruta ideal para afrontar lo que tenemos por delante. En la próxima ruta algunos estaremos ya en el "Camino". A la vuelta os contaremos que tal nos fue la aventura.
Cuidaros mucho.
73 km imparables, rápidos y llevados de maravilla por Ángel, y además muy bien contados en la crónica.
ResponderEliminarGran mañana rodadora por los campos de Segovia.
Buen entrenamiento de distancia y resistencia para la semana que viene en el Camino.
Nos queda una gran semana por delante que os contaremos con detalle mientras estemos allí y a la vuelta.
Gracias Sierra!!
Un abrazo para todos.