12 Campanadas con AlfonsoyAmigos

2017, ¡SE ACABÓ LO QUE SE DABA!

Autor: Chicho

Fotos: Alfonso y Chicho

Acaba el año y tenía que llegar el día de la última ruta con AlfonsoyAmigos…

Se sobreentiende que me refiero a este año 2017 porque nos quedan rutas para parar un tren en meses y años venideros. Parece que somos unos cuantos los que hemos dejado la mesa de Nochevieja ya montada en casa y nos hemos podido acercar a dar un garbeo en bici los siguientes “alfonsos” de Nochevieja”: 

Alfonso, Alex, Ángel, Barri, Enrique, Eva, Jesús, José "Bombi", Juan, Luis Ángel, Miguel Ángel, Pawel, Rafa y el cronista de hoy, Chicho.

Creo que no soy el único que tenía ganas de acabar el año montando en bici, pero sobre todo de hacerlo en compañía de mis amigos de Alfonsoyamigos con los que ya empiezo a cumplir añitos haciendo rutas. A mí me gusta también montar solo en bici, pero hacerlo en compañía de esta tropa es fantástico.

Y hablando de tropa, hoy comenzamos la ruta en la Ermita de los Remedios, en Colmenar Viejo para rápidamente adentrarnos en la Dehesa de Navalvillar por la base de helicópteros del Ejército del Aire.

El objetivo de hoy es rodear el Cerro de San Pedro como ya hicimos en ocasión anterior y disfrutar de la larga y divertida trialera de bajada hasta Guadalix de la Sierra. Este año está completamente seca y salimos prácticamente secos y sin barro al final del trayecto.

Como ya va siendo costumbre, saludamos al gran Pepe Isbert en la plaza del Ayuntamiento y a punto estamos de abortar la ruta para degustar un par de bocadillos de calamares a la romana por barba. La sensatez se impone e iniciamos regreso de vuelta entre fincas de ganado bravo donde a alguno le brillan los ojillos recordando que de joven quiso ser figura del toreo (yo creo que más que nada por ligarse a Ava Gardner y comprarse un “haiga”). Al final no pasó de torero de salón pero la afición le queda.

La mañana está nublada desde que aparcamos los coches. No hace demasiado frío y la verdad es que estamos completando la ruta a un ritmo alto que nos obliga a ir haciendo alguna paradilla para reponer fuerzas a base de barritas y dulces navideños.

Es un día de esos en los que no disfrutas de las vistas sobre la bici y mira que la zona de la ruta de hoy en eso es privilegiada (las recordamos de visitas anteriores). En días de niebla como hoy, yo al menos disfruto de cada pedalada, de cada obstáculo superado, nada me distrae. Y me lo paso igual de bien que cuando los días son claros y radiantes y nos permiten contemplar hasta el infinito y más allá.

El último tramo de la ruta es el conocido regreso por el trazado del antiguo ferrocarril Madrid-Burgos que también hemos transitado en ocasiones anteriores y que nos da mucho juego al planificar rutas por esta zona. 

Hoy, de nuevo, enfilaremos la vía a más velocidad que un tren exprés y creo que algo antes de la una de la tarde alcanzamos el punto de inicio para darnos los últimos abrazos de año, si cabe hoy algo más emocionados. Como no hay ningún bar en las cercanías emprendemos camino de vuelta a casa con esa sonrisa hipnótica y bobalicona de todos los domingos. Yo ya voy pensando además en qué tendré que poner en la crónica…jeje

Y ahora que ya ha quedado claro qué hemos hecho esta mañana, me he tomado la licencia de recordar un poco por encima qué hemos hecho los “Alfonsos” este año 2017. Hoy todos tomaremos las uvas y celebraremos la llegada del Año Nuevo. 

Es algo que todo el mundo hace una vez al año, pero creedme en AlfonsoyAmigos estamos de celebración continua, todos los domingos son “Ruta Nueva”. Hemos disfrutado no sólo de 12 uvas, sino de 12 meses llenos de aventuras, diversión, compañerismo, esfuerzo, sonrisas y abrazos por los más variados y diversos parajes.

Y como traca final de año y a modo de 12 CAMPANADAS, procuraré resumir nuestras andanzas:

PRIMERA (DING…): Comenzamos el año coronando Pasapán, Marichiva y Los Lomitos. Combatimos el frío polar en Valmayor, nos hartamos de trialeras en Hoyo y volvimos a encontrar un frío de narices intentando rodear el embalse del Atazar.

         

   SEGUNDA (DONG…): Volvimos al laberinto trialero de Hoyo porque le habíamos cogido el gustillo, dimos testimonio de los destrozos en la Garganta y conocimos la versión más brutal y trialera del Cerro del Telégrafo.

TERCERA (DING…): En marzo hicimos la versión AyA del Rally de Galapagar, nos fuimos de Pesca a Valsaín y volvimos a subir al Alto del León por Los Lomitos porque nos gusta más que a un tonto un chupachús.

CUARTA (DONG…): ¡En abril llegamos a la NASA!  A ver quién puede presumir semejante logro. Hicimos penitencia por la Cruz de Hierro hasta el Cubillo, disfrutamos del Acebal de Revenga y de los molinos y los búnkeres de la zona de Valdemorillo. Acabamos mojándonos frente al Palacio Real habiendo salido desde El Espinar.

QUINTA (DING…): En el mes de las flores visitamos los Ojos del Río Moros, las cruces de Abantos, la dehesa de la Cepeda y subimos a Cueva Valiente (alguno lo hizo corriendo en la Copa Fundela).

SEXTA (DONG…): Con el calorcillo de junio, una estupenda representación del grupo hizo pleno en la Madrid-Segovia. Los mismos viciosos se pasearon por el Sexmo de Cabezas y las salidas ordinarias nos llevaron de nuevo a la Puerta de Pasapán y a la Garganta del Río Moros.

SÉPTIMA (DING…): En julio, disfrutamos del trazado que nos legó el ingeniero de la Escuela de Montes que marcó ese sendero maravilloso y que no dejamos de visitar todos los años. Los sanfermines no los corrimos, pero subimos a La Morcuera y mucho más arriba. Volvimos a comprobar en el embalse del Pontón lo que vimos a lo largo de todo el año, que no había ni una gota de agua. 

Nos fuimos de vacaciones al salvaje oeste (provincia de Burgos) y alguno se compró un libro de latín a la vuelta tras escuchar el gregoriano de los monjes de Silos. Despedimos el mes recorriendo de cabo a rabo el Carril del Gallo, camino de Cotos. Puede que haya sido la última vez que lo hagamos, tras la reciente aprobación del tan cacareado P.R.U.G. del Parque Nacional de Guadarrama. ¿El fin de una era?

OCTAVA (DONG…): El mes de vacaciones no lo fue para AlfonsoyAmigos. Se conquistó la no muy accesible Cruz de Pedro Álamo, comenzó la procesión de subidas a la Bola del Mundo (cualquier motivo era bueno), a Alfonso casi le afeita el bigote un gato callejero, disfrutamos de las aguas frescas de Fuente de la Reina (aunque no metimos los pies como hacen las Kamelias), hicimos visita de inspección del estado del Refugio de la Salamanca y alguno puede que descubriese su vocación monacal en la visita a la Cueva del Monje.

NOVENA (DING…): Después de las vacaciones, se empezó intentando cazar la famosa mariposa isabelina. Se emprendió viaje a las Navas del Marqués, en busca del famoso médico francés pero no dimos con él. Lamentablemente Manolo Gea sufrió un fatal atropello y el mes acabó con una nueva excursión extramuros de AlfonsoyAmigos por la Peña de Francia. Y para acabar con cualquier atisbo de depresión postvacacional subieron a La Bola del Mundo (sí digo bien, subieron….jejeje).

DÉCIMA (DONG…): En octubre se dejó de echar de menos a la Garganta tras la ausencia veraniega. La semana siguiente conseguimos rodear el embalse del Atazar después de gastar todos los parches que llevábamos en las mochilas. Pero, ¡qué ruta!

Todavía tiemblo recordando la bajada a Patones. Fue el mes en que nos pintamos los labios de rojo para disgusto de alguien que nos conoce muy poco (por no decir que nada) y descubrimos territorio nuevo por Valsaín. Rafa estrenó su flamante bici eléctrica y también nos dejamos caer por la Jarosa porque nos pilla cerquita de casa.

DÉCIMOPRIMERA (DING…): En noviembre, muchos “temblaron” subiendo al Pozo de Nieve del Castañar. Sin haberse recuperado del tembleque, mandamos avanzadilla casi a la frontera con Francia para explorar la selva de Irati. 

Aquí y aunque el invierno estaba cerca, nos atrevimos con unas clásicas por la Hoya de San Blas, Cotos y Rascafría, el embalse de La Maliciosa y Patrick nos abandonó un domingo para recorrerse toda la Cuerda Larga corriendo (bueno, eso dice él…jaja).

DÉCIMOSEGUNDA (DONG…): Para acabar el año, la traca final fue espectacular. Empezamos con los expedicionarios de Cazorla, la Guardia Negra disfrutó de la nieve más allá del Muro del castillo de Cercedilla, se rodeó Valmayor a la velocidad del rayo, la Sierra de Hoyo acabó un día Patas arriba (la bici de alguno también… jajja) y una semana después acabó rodeada en menos que canta un gallo. Y finalmente nos despedimos de los senderos de Cercedilla en la versión más alocada y disfrutona que se recuerda.

¡FELIZ AÑO 2018 AMIGOS!

Nuestro recorrido de fin de año

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