La Garganta y San Isidro en Madrid

Cuando es la Fiesta de San Isidro en Madrid, (su patrono), solo consigo quedar con Ferluy que, convaleciente de una operación en los ojos, propone realizar ruta sin trialeras y que no requiera demasiado esfuerzo. 



Los que conocen San Rafael y El Espinar saben que para cumplir los requisitos que propone Ferluy, no nos queda otra que emprender nueva subida por la Garganta del Río Moros. Esta vez comenzando por el margen derecho. En breve cerraran el paso y hay que aprovechar.



En lugar de marchar hasta Las Campanillas por sendero que nos lleva hasta el pilón, decidimos emprender ascenso por la pista, evitando barro y traqueteo. Así llegamos hasta la Casa del Baldío, donde realizamos una primera foto y primer descanso.

Saltaremos puerta metálica junto a las Casas Forestales de Campanillas y giro a la derecha para rodar junto a la Ladera de Gibraltar.

Creo que vamos a muy buena marcha y en prueba de ello, alcanzamos y acabamos dejando atrás a cuantos ciclistas se nos ponen a la vista, que no son pocos. Ferluy marcha muy bien sin realizar demasiado esfuerzo aparente, y a mí me ha sentado incluso bien la salida de ayer. Se dejan ver los desarrollos altos.

A pesar del ritmo que llevamos, nos permitimos llevar una amena charla y el día ha ido abriendo para dejar una excelente temperatura para nuestro esfuerzo. Ayer se sudaba a la mínima y hoy, en cambio, se agradece incluso llevar los manguitos puestos.

No haremos la primera parada hasta alcanzar el Refugio de la Vaqueriza, donde cambiaremos el agua al canario.

Ya habíamos decidido realizar el recorrido largo, por lo que después de superar el Embalse del Vado de las Cabras, giro a la derecha y subida en dirección Pedriza del Gamonal. Volvemos a subir con estupendo ritmo, pero Ferluy se contiene por la presión que siente en los ojos y que le ha recomendado el médico evitar.

Ya arriba, las vistas magnificas que conocemos y Ferluy se olvida de doctas recomendaciones. Avisa “que aprieto” y allá que vamos los dos, sacando de las bicicletas su máximo rendimiento. Realizamos pequeños relevos que hace mucho más amena la marcha. Acabaremos comprobando que hemos superado en ocasiones los 50-52 kms/hora.



Hemos disfrutado por 2

¡Ah!, se me olvidaba, Ferluy ha cambiado las llantas de su máquina por unas preciosas de carbono y la bici se deja coger con una sola mano, con el mínimo esfuerzo. 

Finalmente descenderemos, por el estupendo sendero que nos lleva directamente a los corrales de Puente Negro. Se reanuda la conversación amena y nos encontraremos a Javi “Vegas” , que ha salido más tarde y espera a unos amigos, antes de que lleguemos a La Estación de San Rafael, donde nos regalaremos, sentados al sol, un par de rondas de cerveza con limón.

Embalse Vado de las Cabras

Otro buen día: Compañía, conversación, paisajes generosos, piornos que ya se dejan ver y un ritmo muy divertido que nos ha permitido disfrutar de lo lindo.