Cada
individuo y a través de sus años de vida ha ido generando un vocabulario activo y
un vocabulario pasivo
El léxico
que empleamos a la hora de expresarnos, de manera oral o escrita, es el léxico activo, muy inferior al léxico pasivo en el que se incluyen
todas las terminologías que conocemos y entendemos pero que no empleamos de
manera habitual.
Por su forma de expresarse, probablemente seamos capaces de reconocer al familiar o amigo autor de un escrito, pero también por el vocabulario que emplea al conversar y los giros
y muletillas que le son habituales.
Habrá
amigos que, aún en estos tiempos, dejen escapar más de un macho, tío, ¿vale?, ¿me entiendes?, o sea… y
otros latiguillos parecidos que sin aportar nada en una conversación, parecen difíciles de evitar.
Por otra parte, cuando
escuches hablar a alguien y a nada que estés atento, seguramente podrás apreciar si el vocabulario que está empleando
le resulta habitual o si lo está utilizando de manera forzada.
No sé si
os habéis fijado como yo en este detalle: El
tertuliano que en su frase deja caer alguna palabra que no emplea con regularidad, detiene su hablar unas décimas de
segundo, pues su mente (es mi opinión) habrá requerido un esfuerzo mayor de atención que para el resto de las palabras y deberá recuperarse antes de
proseguir.
Este
curioso hecho, que observo desde hace tiempo, lo he detectado últimamente en varias ocasiones y
curiosamente con la misma palabra: Resiliencia.
Palabra de
complicada pronunciación y de definición algo confusa, pero
que nuestro amigo Ángel tuvo muy clara cuando escribió para este blog en junio
de 2017 su post:
Resiliencia en la Madrid-Segovia de 2017
Y si has llegado hasta aquí, permíteme aclarar el por qué
esta palabreja viene tan a propósito en los días que corren.
“La Resiliencia es la capacidad de
los seres humanos para adaptarse positivamente a las situaciones adversas”
YA PODEMOS SALIR A HACER DEPORTE
Para hacer deporte: de 6,00 a 10,00 de la mañana y de 20,00 a 23,00 de tarde-noche
Queda vetado el uso del coche y del transporte público para ir a hacer ejercicio.
Paciencia, que ya estamos más cerca. Sensatez y buena cabeza. No nos convirtamos (como en el eslogan de BIMBO) en los frescos del barrio.



Muy curioso.
ResponderEliminarNunca había escuchado esta palabra y mucho menos su significado.
Una vez más gracias por estas cosas.
En este blog, sigo diciendo que siempre aprendo algo.
Por cierto,bonitos recuerdos de esos participantes de Madrd-Segovia.
Un beso para todos y feliz día del trabajador.
Charo
Resiliencia tiene mucho que ver con Resistencia, virtud que debe tener todo ciclista que se precie y que además se entrena.
ResponderEliminarDe la publicación me gusta mucho el ÁRBOL CON LOS NOMBRES. A mi me hace sentir que formo parte de algo especial.
Como siempre, gracias Alfonso !!!
Otra definición, que algunos conocemos de nuestros años mozos de estudio y posterior ejercicio profesional:
ResponderEliminar"La resiliencia es la propiedad de un material que permite que recupere su forma o posición original después de ser sometido a una fuerza de doblado, estiramiento o compresión".
Aunque, todavía no hemos recuperado nuestra forma original y seguramente tendremos que adaptarnos a nuevas formas.
Como siempre, gracias Alfonso. Y otra vez gracias por ponerme en el tronco, me lo tomo como un halago, aunque haya sido un encaje de nombres en la silueta.
Que así sea Alfonso, que haya sensatez para que no tengamos después que lamentarnos y volver atrás.
ResponderEliminarEnhorabuena por el blog.
Saludos
Luis Peña
En los tiempos que nos ocupan necesitamos mostrar cómo una virtud la resiliencia. Ampliando su definición entendiendola como la capacidad que tiene todo ser humano para reponerse ante las situaciones adversas y las emociones más negativas. Es la fuerza interna que mueve a una persona para aguantar el chaparrón, para superar traumas, para sobrellevar una mala etapa.
ResponderEliminarEspero que esta mala etapa que estamos pasando haya servido por el momento como etapa de adaptación a las nuevas circunstancias.
La única arma eficaz contra este enemigo invisible pero aún presente es la responsabilidad individual y mantener el distanciamiento social y las medidas de protección individual para poder arrinconarlo.
Recordad que el enemigo está al acecho en el interior de cualquiera de nosotros.
Ánimo y mucha resiliencia.
El árbol de la Vida, El árbol de AlfonsoyAmigos.
ResponderEliminarEspero seguir durante muchísimos años "ahí" arriba,así como poder seguir compartiendo ese grupo con cuantos mas mejor. Por eso resistiremos esta época que nos ha tocado vivir y la resilencia será nuestra mayor recompensa.
Por mucho tiempo con vosotros, haremos que ese árbol sea tan longevo como nuestra amistad.
A por ello amigos, a resistir y a volver en cuanto podamos.
Os echo de menos!
Un abrazo.