Ruta de emociones contrapuestas
En nuestros corazones hay
incredulidad, rabia, indignación y una infinita tristeza ante las terribles
noticias que nos llegan el viernes desde Paris y que se amontonan en los
servicios informativos de radio y tv.
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AlfonsoyAmigos en el Puerto de la Morcuera |
Desde el sábado, hoy
domingo, las personas de buen corazón se solidarizan y sienten que también son
París, que hoy también son franceses.
En numerosos países, en
multitud de lugares, de eventos artísticos y deportivos se detiene la vida
durante un minuto, un minuto de homenaje a los caídos, de cariño compartido en
un grito en silencio.
AlfonsoyAmigos no podía
quedar hoy al margen. Quería, como siempre, pasar un día genial compartido con
los amigos, pero necesitaba dejar escapar también su dolor.
Son casi las 13,00 horas
cuando el grupo alcanza, no sin duro esfuerzo, el Puerto de la Morcuera, el
objetivo de este domingo.
En el momento de reunirnos
para la foto familiar... basta con que nuestro compañero Samuel lo sugiera para
que todos nos unamos sintiéndonos más cerca de las víctimas, de los franceses,
de Patrick, (nuestro francés más querido),
en un emotivo minuto de silencio que es roto por el aplauso emocionado de 21 amig@s.
ooOoo
El viernes por la mañana,
AlfonsoyAmigos lanzó su convocatoria para la ruta del domingo.
Se enlazó con la crónica
de la ruta de exploración que había realizado meses atrás, en la que no se ocultaba su dureza.
No faltó tampoco enlace
con el track de Wikiloc, que fue definido como Ruta Muy Difícil.
A quién preguntó se le
dijo que la ruta sería cuando menos “complicada”.
Pues no me lo explico, no acabo
de entenderlo. Llega el domingo y a las 9 de la mañana nos presentamos:
Andrés, Ángel, Ángel 16, Chicho,
Enrique, Ferluy, Fernando, Jesús, Luis Ángel, Luis Ángel JR., Jorge, José
Ramón, Juan Carlos, Lourdes, Manolo, Patrick, Rafa, Samuel, Santi, Toño y
Alfonso
Pero bueno, 21 bici-os@s. ¿Es que no se os ha
avisado...? ¿Pero qué grupo hemos creado?
Superamos Manzanares El
Real para comprobar que la niebla reposa sobre el Embalse de Santillana.
“Mañanita de niebla...”
Veo compañeros muy
abrigados, pero tal vez se equivoquen en su decisión. Las temperaturas subirán,
también por el duro esfuerzo.
Iniciamos la ruta por
trazado común a otras rutas, pero hoy tomaremos variante que será la que
“complique” el recorrido.
Se nota cierta prudencia
en el pedaleo de un grupo en el que Rafa certifica que ha cogido el “virus” AyA
y además contagia a Ángel, su hijo de 16 años, (que vuelve a bajarnos la media de edad); recuperamos a Fernando, al
que no quisiéramos volver a perder; abrazamos a Patrick en momentos tan
difíciles; compartimos la alegría de Santi al estrenar su nueva bici, atractiva
y llena de color (que la disfrutes por
mucho tiempo); disfrutamos de las delicias de nuestra repostera preferida Lourdes
y podemos compartir un mínimo de 21 abrazos.
Para qué dar esa vuelta si
se puede por aquí –dirán algunos. Pero acabarán metidos en zona pantanosa que
no se veía a primera vista. Samuel mete una pierna casi hasta la ingle, pero no
será el único ¿verdad JR.?
Primer desvío a la derecha
en las cercanías de la Capilla de San Blas, que siempre dejamos pendiente de
visitar.
Ascenso duro y largo, pero
algunos se atreven a endurecerlo más cogiendo un “falso atajo”. ¡Caray, qué envidia!
El remontar un duro rampón
nos indica que debemos reagrupar, repostar y avisar de que comienza la
alternativa propuesta.
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¿Quién hizo la foto? |
Descenso rápido por el
Camino de la Fuente del Cura al Monte Aguirre, que nos conduce al Área Recreativa
de la Fuente del Cura, que en esta ocasión es generosa con su agua.
Y el aviso queda lanzado: “A
partir de ahora tomároslo con calma, que vienen curvas”
Superamos duras pendientes
para alcanzar el Embalse de Miraflores de la Sierra, pero esta vez un candado
bloquea el acceso y nos impide hacer unas fotos.
La pista ancha se
convierte en estrecho sendero sembrado de hojas caídas y éste en otro plagado
de piedras que dificultan la marcha y obligan a ser muy habilidosos para no
caer. Ya somos varios los que a tramos ponemos pie en tierra sin remedio.
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Junto al Embalse de Miraflores |
Un claro despejado de
árboles nos invita a parar para descansar y dar tiempo a que los compañeros
lleguen y se arregle una rotura de cadena de Ferluy.
El sol ya calienta más de
lo habitual en estas fechas, pero la hierba está húmeda por el rocío de la
noche y dificultará mucho más el ascenso que estamos realizando campo a través,
intentando seguir en ocasiones un amago de sendero.
Estamos subiendo por el
PR-11, pero aparece y desaparece como el Guadiana.
Localizamos la fuente que
teníamos marcada en la ruta y nos da otro respiro. Todavía hay quien intenta
llegar montado en su bicicleta.
Y lo peor se nos echa
encima, tenemos que atravesar un piornal que oculta cualquier sendero y obliga
a levantar las bicicletas por encima de las cabezas. Ya nos pasó a los
exploradores en Agosto, pero os aseguro que han crecido en estos meses.
El avance resulta
terrible, es imposible dar dos pasos seguidos sin que alguna rama te impida
seguir e incluso te hagan algún arañazo.
Las maldiciones e
improperios se pierden en el aire sin dejar eco, pero las intuyo.
Alcanzamos de nuevo la
pista siguiendo el trazado del Arroyo de la Vejiga, para recordarnos que hemos
acabado “hasta los mismísimos”.
La pista es más llevadera
y vamos al encuentro de la M-611. Las vistas son formidables, espectaculares y
el sol se deja notar.
Dos kilómetros por
carretera con apenas desniveles del 7 ó 9%, pero las piernas están muy
castigadas y el grupo se estira y se estira y se estira. Cada uno impone su
ritmo.
Reagrupamos en el Puerto
de la Morcuera para foto de familia y minuto de homenaje.
Y emprendemos regreso por
el PR-12 o Camino del Monte Aguirre, que se nos muestra muy pedregoso y
complicado en casi todo su recorrido. Veo salir por piernas a Ángel 16 y nos cuentan que Lourdes acabó comprando
una parcela y recibió un fuerte golpe al girarse su manillar, pero es fuerte y
sigue adelante.
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Perdidos en el piornal
Foto: Chicho |
Al alcanzar la pista
principal el descenso será rápido, enloquecido para algunos, pero habrá que
detenerse a medio camino, Ángel 16 ha sufrido un doble pinchazo.
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Al fondo el Embalse de Miraflores |
Podía proponer algunas
alternativas, pero la hora se nos ha echado encima y ya hay compañeros con
prisa. ¡Rápido, rápido, da pedales!
En el último desvío Juan
seguirá de largo. Creo que le vieron por la Hoya de San Blas antes de darse la
vuelta. Acabará pinchando más adelante.
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Al fondo la ladera que atravesamos |
Y no alargo más esta
crónica, pues todos pudimos llegar a los coches sanos y salvos, con algo de
barro pegado a las zapatillas, con arañazos por las piernas, con muestras de
cansancio… pero todos satisfechos.
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Embalse de Santillana |
No hubo cervecitas, pero
degustamos el delicioso brownie con el que nos obsequió Lourdes.
¡Hasta la próxima amig@s!
y sed benevolentes.
El track de la ruta (en los enlaces de los compañeros que acudieron)