Queríamos
comprobar si las últimas nieves caídas habrían dado más vida
al Embalse de San Juan, así que lanzamos convocatoria por las cercanías de
Pelayo de la Sierra
La mañana ha
amanecido oscura y fría, con sensación de humedad en el ambiente cuando llego al
punto de encuentro, pero esto no parece haber echado para atrás a los que acudimos
a la cita:
Ángel, Edu, Enrique, Eva, Jesús, Juan, Luis
Ángel, Miguel Ángel, Nacho, Patrick, Rafa y Alfonso.
El Grupo se pone
en marcha por el Cordel del Puente de San Juan, con unos toboganes que parecen
querer intimidarnos, pero acabamos de empezar. La primera parada
para fotitos en el Mirador del Embalse de San Juan que, efectivamente, tiene
mejor aspecto que en anterior ocasión.
Recorremos
bastantes kilómetros por pista forestal de fácil rodar en su mayor parte, pero
con algunos repechos duros y otros muy duros por la Cuerda de la Parada para
alcanzar el Cerro o Alto de Parada. Apenas nos
detenemos de vez en cuando para reagrupar.
Descendemos muy
rápidos hasta el Arroyo de Vallefrías y es irremediable tener que volver a
coger altura por Cuerda Verduguera, disfrutando de espléndidas vistas. “Y tan cerca de Madrid”, como comenta Nacho.
Con un tramo por
carretera que no podemos evitar nos acercamos hasta la localidad de Robledo de
Chavela, que ya pisamos la semana pasada. Pero hoy el
recorrido es diferente, nos toca atacar el duro ascenso, pedregoso y muy
empinado, hacia el Alto de Navahonda.
Imposible de
evitar que el Grupo se estire y cada uno coja el ritmo que le permita subir y
subir sin morir en el intento. La alegría es inmensa al reagrupar
en el punto más alto de la ruta, donde hoy no hace el aire y frío de otras
ocasiones.
No sé quien partió
delante ni quien queda por detrás. Cojo como
referencia la rueda de Luis Ángel para abrirnos paso por la formidable trialera
de descenso. Él avanza con desparpajo y yo le sigo,
trazando con soltura, avisando de los obstáculos… y nos vamos
animando.
Un resbalón en una
lancha de piedra detiene nuestra marcha y Nacho, que era quien rodaba tras de
mí, adelanta y toma el relevo. Es él el que marca el trazado en
los últimos metros antes de acabar un descenso que a todos nos ha hecho
desbordar adrenalina a raudales.
Lugares
emblemáticos
La Ermita de Navahonda se ha ganado por
derecho propio el figurar en la lista de los lugares más emblemáticos de nuestras rutas. Encrucijada de caminos que nos ha visto llegar por cualquiera de sus
vías de acceso desde los tiempos más remotos, incluso antes de que
AlfonsoyAmigos fuera algo más que una vaga idea de intenciones.
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Diciembre 2020 |
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Enero 2020 Encuentra las diferencias |
La Ermita de
Navahonda fue durante un tiempo el punto más lejano de varias de nuestras
rutas, destino casi inalcanzable para algunos y de orgullo para los que tuvieron
fuerzas para llegar pero, pasados los años, la misma Ermita dejó de ser meta y punto de retorno para tenerse
que conformar con ser para AlfonsoyAmigos lugar de descanso y sosiego antes de reemprender
marcha hacia los destinos más variados. Eso sí, siempre amable,
agradece que queramos inmortalizar cada visita con una foto.
Enrique parte
rápido, llevamos algo de demora, pero ahora descendemos hacia la M-531 que nos
conduce directamente al Complejo de Comunicaciones con el Espacio Profundo de
Madrid (MDSCC) de Robledo de Chavela y en la puerta de una de sus instalaciones
se indica: “Centro de Entrenamiento y Visitantes”, “Training and Visitors
Center”, en el que no falta el escudo de la NASA.
Su primera antena,
de apenas 26 metros de diámetro, se colocó en 1961 para el “Programa Mariner”. Impresiona ver la antena más actual de 70 metros.
Los centros de
Robledo de Chavela y el de Fresnedillas de la Oliva (localidad de nacimiento de mi abuelo paterno), comparten el orgullo
de haber participado en el seguimiento del Apolo 11 y su llegada a la Luna en 1969.
¡Enrique para!, que
estamos haciendo fotos… pero ya han partido con él algunos compañeros. El descanso le viene bien a un Edu que ya empieza a sentir muy cargadas
las piernas y que pregunta si lo que queda es duro. Nacho responde: Sí, queda lo más duro, el regreso.
Aún queda un ascenso
hacia el Cerro del Monje en las Navas del Rey, que no parece muy duro después
de lo ya superado pero que acaba acalambrando a Edu. Afortunadamente, se puede decir que el resto de la ruta ya es en
descenso y no le van a faltar palabras de ánimo hasta llegar a los coches.
Tras descenso rápido, rodaremos unos 3 kms por la ribera del Río Alberche (afluente del Tajo), disfrutando de las vistas y de la crecida del
Río hasta cruzar la pantalla del Embalse de San Juan (de 1955) y ahora sí felicitarnos por la formidable ruta compartida.
Un abrazo muy fuerte para la "Vertiente Segoviana"