Crónica: Luis Ángel Dominguez-Sol
Fotografía: Juan Carlos y Alfonso
Afrontábamos
el domingo con la misma incertidumbre que la semana pasada. El tiempo era el
protagonista de todas las consultas meteorológicas durante el sábado y ninguno
de los amigos hacía uso del WhatsApp por miedo a que alguien pronunciara la
palabra maldita: ¿suspendemos?.
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Castillo de Manzanares El Real o Castillo de los Mendoza |
Y como si actuase de autodefensa, ni un solo
mensaje apareció en el chat de AlfonsoyAmigos durante todo el fin de semana. Es
más, caras sonrientes al llegar al punto de encuentro y un numeroso grupo
dispuesto a desafiar todas las previsiones y alarmas de frío, lluvia, nieve y
viento para el domingo. Todas las inclemencias juntas.
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El Cerro San Pedro a la izquierda desde Urbanización Peña el Gato |
Compruebo
al salir de casa que el cielo está semi despejado y me digo, por lo menos
empezar la ruta la empezamos. En este grupo hay algo claro, si se empieza un
track, ese lo acabamos. Ya van muchas, muchas rutas en que las condiciones han
sido tan adversas como para no empezar o incluso darse la vuelta y siempre que
se empieza se sigue hasta completar la excursión: ¡no hay dolor!
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AlfonsoyAmigos en el punto de encuentro |
Al
llegar a Manzanares El Real, veo a todos ya con ganas de salir, para afrontar una ruta
que me enseñó nuestro buen amigo Bombi hace unas semanas y que yo ya había
repetido para poder proponerla al grupo. Una ruta que se encuadra dentro de
aquellas de la sierra baja y es óptima para los meses de hielo y nieve en cotas
más altas. Bombi hoy no nos acompaña y le mandamos un fuerte abrazo ya que
además esta ruta es muy suya.
Allí
estamos dispuestos a empezar: Alfonso, Andrés, Ángel, Chicho, Enrique, Eva, Ferluy, Jorge, Juan Carlos, Juan Patricio, Manolo, Patrick, Pawel, Rafa, Santi, Toño y Luis Ángel. Y tras los saludos
y bromas iniciales acerca del agua y condiciones que nos esperan, emprendemos nuestra
ruta de los domingos.
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Andrés se mete en todos los charcos |
Comenzábamos
bordeando Manzanares el Real divisando sus dos castillos, tanto el viejo como
el nuevo, y enseguida entramos en un sendero que orilla todo el embalse de
Santillana. Comprobaremos enseguida la cantidad de agua que existe en todo el
camino y el terreno, algo que a los que repetimos de la semana anterior no nos
pilla por sorpresa.
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La lluvia arrecia |
Vadearemos algún charco importante con dificultad en
algunos casos para sortear y no empezar muy calados desde el principio, superamos el Arroyo del Recuenco, pero
será el Arroyo de Santillana el que
nos obligue a dar la vuelta para proseguir por carretera hasta el desvío al Cordel de Prado Herrero que inicia subida hacia la Morcuera.
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Ferluy y Manolo |
Tomaríamos
este camino que ha servido en otras ocasiones de punto
de partida para excursiones hacia La Morcuera o la Hoya de San Blas, y es ahora
y aquí donde necesitamos hacer una parada técnica para enfundarnos los
chubasqueros que serían ya imprescindibles para el resto de la jornada.
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Ese, ese soy yo, Alfonso y Ángel |
Según
subíamos por esa pista conocida, torceríamos a la derecha para dirigirnos hacia
Soto del Real.
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Jorge y Chicho |
Tras una bajada rápida
por pista, llegaríamos al cruce por donde pasa el Arroyo del Mediano y
comprobamos que era imposible cruzarlo por la crecida y velocidad de la corriente.
Eso nos obligó a bajar un poco más para encontrar un paso alternativo que nos
permitiera cruzar ese torrente de agua.
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En grupo pasados por agua |
Es ahora cuando Jorge decide volverse, ya que considera que hay exceso de agua y prefiere dejarlo para días con mejores previsiones. Tanto él como Andrés ya se habían cambiado de calcetines a esta altura.
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Yo diría que se puede, dice Luis Ángel |
Llegaríamos
a Soto del Real y deberíamos cruzar el pueblo y las urbanizaciones colindantes.
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Pinchazo de Santi, el único momento que le vimos detrás |
Un pinchazo de Santi nos detendría unos minutos en estas inmediaciones pero
proseguiríamos en breve para ya adentrarnos en una senda que nos conduciría con
mucho barro y una subida tendida que castigaba las piernas hacia la Carretera
de Guadalix.
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No se puede utilizar el puente |
En este tramo es Eva la que sufre un pinchazo y es aquí donde con
unas vistas impresionantes sobre el embalse de Manzanares, el propio pueblo y
la Sierra al fondo, comprobaríamos que
el día iba a ser de los duros, de los muy duros, por un viento tremendo, agua
nieve en muchos casos y sol que aparecía y desaparecía dándonos alguna tregua
de vez en cuando.
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Eva siempre alegre |
No
haríamos más de tres, cuatro kilómetros por carretera para llegar a la primera
gran prueba del día. Comento con Alfonso según nos acercamos por carretera, que al
fondo y casi pintada de rojo por lo arcilloso del terreno se divisa la tremenda
subida al Cerro de San Pedro. Cuando abandonamos la carretera y nos dirigimos
hacia esa durísima subida, comprobamos que Santi ya está arriba.
Les
comento a todos las características de la subida y allá vamos. Tras una pequeña
bajada disuasoria de lo que nos espera, llega la primera rampa, dura, casi
mortal.
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Luis Ángel y Patrick |
Llevo a Eva detrás mío y le comento el pequeño truco para subirla con
menos esfuerzo (????). Pronto me doy cuenta que no necesita ningún consejo,
valiente, brava y dura como pocos, subimos esa rampa donde en algunos tramos
marca el 25% según nos apunta Enrique, siempre atento a amenizar cada domingo
con un sinfín de datos curiosos e interesantes.
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Culminando un repecho |
Al llegar arriba compruebo que prácticamente todos los compañeros han podido
completar con esfuerzo pero con empeño toda la subida. Lolo lo intenta de
manera ímproba pero parece que hoy las piernas le pesan más de lo habitual a un
tipo que siempre pone un empeño extremo en todas las salidas.
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¡Caray la que nos espera! |
Toño y Juan,
incombustibles siempre, le ayudarían en la medida de lo posible y su gran tesón
le haría proseguir con un ánimo, discreción y tesón digno de admiración. ¡Bravo
Lolo!
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Juan Carlos - Se nota al fondo que la lluvia nos persigue |
Tras
coronar todos esta cima justo a los pies del Cerro de San Pedro y como si fuera
un premio de todos para con todos decidimos hacer la primera gran foto de grupo
homenajeando esa nueva conquista.
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Añadir leyenda |
Desde
aquí un auténtico tobogán de subidas y bajadas, donde Andrés sufrió también un
pinchazo. Llegaríamos a una explanada desde donde divisaríamos Colmenar Viejo,
nuestro inmediato objetivo, con una larga y rapidísima bajada. Eso por lo menos
es lo que anuncié.
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Ferluy |
Es aquí donde el viento ya se convirtió en infernal. Después
de un pequeño avituallamiento, emprenderíamos la bajada.
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Enrique y Ángel |
Una bajada que yo ya
había realizado y que es de las que dejan huella y sin embargo en esta ocasión comprobaríamos
que las bicicletas no avanzaban, es más había que esforzarse en pedalear para
coger algo de velocidad por la fuerza de cara del viento que nos azotaba.
Tendremos que volver. Volveremos.
Llegaríamos
ya a Colmenar Viejo, con algún tramo de pista embarrada, pero a decir verdad
menos del que creíamos en un principio. Ahora el protagonista era el viento
y comenzaba un agua nieve que incomodaba
la marcha y la vista.
Es en estos momentos cuando cogeríamos una trialera
divertida y con variantes que hizo que pudiéramos disfrutar durante algunos
minutos de un trazado diferente al que habíamos llevado toda la mañana.
Y desde
ahí hasta el Puente del Batán por Las Dehesas. Otra foto de grupo en este
puente medieval para empezar esa subida larga, tendida, dura por interminable,
por el Camino de Santiago y el Camino de las Liebres. Aquí el viento, el granizo, el agua nieve, el
cansancio y las ganas de terminar harían de esta subida un recuerdo por mucho
tiempo. Seguro que no se nos olvida.
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Toño abrigado hasta las cejas |
El grupo en estos momentos se estira, tal
vez en demasiadas unidades y algunos finalmente reclamarían mayor
reagrupamiento para poder dosificar el esfuerzo y avituallamiento. Seguro que
es una lectura positiva la que se puede sacar para posteriores ocasiones.
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El gran Patrick y Alfonso (agachado) |
Ya
solo quedaría un descenso rápido y trialero hasta los coches. Divertidísima
bajada técnica hacia el embalse de Manzanares que parece hacer olvidar el
tremendo esfuerzo de la jornada, y como de manera incongruente hace a todos y
cada uno de nosotros reír y respirar contentos y orgullosos de lo que
acabábamos de terminar. Grandes abrazos
y felicitaciones por una ruta que como todas, recordaremos con especial
atención; y esta lo fue por haber sido otra de las que se podría haber
suspendido. Pero... no hay dolor!!!
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Eva descendiendo por la ladera |
Por
mi parte agradecer a todos las felicitaciones por la propuesta de la ruta.
Siempre es de agradecer que la ruta haya sido del agrado y haya cumplido las
expectativas puestas en ella. Yo sabía que era una ruta apta para AlfonsoyAmigos y
así pareció quedar plasmado.
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Tren por aquí no, por aquí tampoco |
Después
de una ruta como esta podemos asegurar que nos gusta la bici, que nos gusta
mucho la bici. A algunos les apasiona... y otros somos enfermos de la bici.
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Puente del Batán |
La
semana que viene estaré en Estados Unidos de vacaciones y no podré acompañaros,
y sin embargo no hago más que pensar que el próximo domingo me perderé la ruta.
A eso es a lo que llamo ser un enfermo de la bici.
Gracias
una vez más por creer y hacer crecer el espíritu de AlfonsoyAmigos.
Un
abrazo a todos.
Luis Ángel Dominguez-Sol
(La considera "moderada"... ya te lo diré cuando la repitamos con mejor tiempo. Alfonso)