¿Dragones en la Sierra de Guadarrama?
Reportaje remitido por Patrick Schoch
En la Sierra del Guadarrama, la montaña de los “7 picos” se
conoció durante gran parte de la Edad Media como “La Sierra del Dragón” debido a la silueta de esta montaña, que se parece
mucho a la cabeza y al dorso con espinas de estos seres mitológicos.
Siete Picos |
Esta montaña la conocemos todos bien de vista, de nuestras excursiones con la bicicleta, ya que está situada en la zona central
de la Sierra de Guadarrama cerca del pueblo de Cercedilla y su silueta es
inconfundible.
Su cara norte
pertenece al término municipal de Real Sitio de San Ildefonso (Segovia) y la sur al de Cercedilla (Madrid). Los 7
picos están encajados entre el Puerto de la Fuenfría al oeste, el Puerto de Navacerrada al este, el Valle de Valsaín al norte y el Valle de Navalmedio al sureste.
Siete Picos y la silueta del dragón |
Es la formación más reconocible de la sierra, con su
línea de cumbres que se recorta en el horizonte. Los 7 picos que la forman y le
dan su nombre se numeran de oeste a este, desde el primero, más plano y occidental (1.934
m) hasta el séptimo, más alto y algo apartado del resto (2.138m), que también es el más oriental y cercano al
puerto de Navacerrada.
Este es el detalle de nombres y alturas.
- Majalasna 1934 m.
- De Tomás López 2093 m.
- De Benito López 2098 m.
- De Francisco López 2097 m.
- De Nemesio López 2109 m.
- De Juan López 2119 m.
- Siete Picos, de Nemesio López o Somontano 2138 m.
Al fondo "Siete Picos" |
El análisis de ambas descripciones ha hecho concluir
que los dos autores se refieren a Siete Picos, cuyo perfil no debió resultar
difícil convertir durante la época medieval en el espinazo encrespado del
fantástico animal.
A finales del XIX, 600 años más tarde, los Siete Picos
se convirtieron en el nacimiento del Club de Alpinismo de la sierra de Guadarrama.
Alberto Oetli, junto con el cónsul británico en Madrid, Arthur Jackson, realizó la primera ascensión conocida a estas cumbres, en 1891.
Alberto Oetli, junto con el cónsul británico en Madrid, Arthur Jackson, realizó la primera ascensión conocida a estas cumbres, en 1891.
Más tarde en 1926, el austriaco Eduard Schmid, trazó
un camino desde el refugio de la Fuenfría que regentaba, hasta el
albergue que su club Peñalara tenía en el puerto de Navacerrada. Esta ruta pasa
por la vertiente norte de Siete Picos y hoy es el rey de los caminos de la sierra.
Otro montañero madrileño Enrique Herreros, abrió otra senda a lo largo de
la vertiente sur de los Siete Picos, uno de los trazados más vertiginosos que
pueden recorrerse en Guadarrama y que desde entonces lleva su nombre.
Estas dos sendas enlazadas se conocen hoy como el
“Anillo del Dragón” ya que permite darle la vuelta completa al macizo de Siete
Picos.
La Sierra del Dragón – Silueta inconfundible de los 7 Picos
Dragones en Robledo de Chavela
El año pasado al realizar
restauraciones en la bóveda de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción en Robledo de Chavela,
se descubrieron 80 dragones que fueron
pintados hace más de 500 años.
Se trata de unas pinturas muy poco habituales en las iglesias y se encontraban ocultas debajo de varias capas de cal, posiblemente por culpa de una epidemia de peste que paso por la localidad a principios del siglo XVIII.
Las pinturas, son de una calidad excepcional y datan de la última parte del siglo XV o principios del XVI: representan figuras de Dragones con largas colas y grandes fauces en tonos negros, rojos, ocres, y verdes.
Se reconocen perfectamente las fauces abiertas, con enormes colmillos y largas lenguas rojas ondulantes. También se pueden identificar muy bien los ojos, las cejas y las grandes orejas que son elementos identificables de los dragones.
Se trata de unas pinturas muy poco habituales en las iglesias y se encontraban ocultas debajo de varias capas de cal, posiblemente por culpa de una epidemia de peste que paso por la localidad a principios del siglo XVIII.
Las pinturas, son de una calidad excepcional y datan de la última parte del siglo XV o principios del XVI: representan figuras de Dragones con largas colas y grandes fauces en tonos negros, rojos, ocres, y verdes.
Se reconocen perfectamente las fauces abiertas, con enormes colmillos y largas lenguas rojas ondulantes. También se pueden identificar muy bien los ojos, las cejas y las grandes orejas que son elementos identificables de los dragones.
El dragón es un ornamento con dos posibles significados:
Desde la Edad Media la figura del dragón hace referencia al mal, por lo
que estas representaciones en las bóvedas de una iglesia pueden ser un
recordatorio constante de la lucha contra el demonio y el pecado.
A finales de la Edad Media,
el dragón adquiere un significado positivo y en ocasiones se han incorporado estos
monstruos como protectores, en los accesos de numerosas iglesias.
Los Dragones, seres mitológicos, siempre han producido temor pero
también fascinación, quizá por eso, estos 80 dragones custodian, escondidos en
su cúpula, la iglesia de Robledo de Chavela.
Reportaje en TELEMADRID.
Reportaje en TELEMADRID.