En el Día de la Madre
En
fecha tan señalada para todos como el Día de la Madre, se podría prever que
hubiera alguna baja. Los compromisos familiares son habituales y justificables.
Pero
los que han acudido a la convocatoria de hoy, han debido pensar que lo más
importante para una madre, la propia o la de tus hijos, es verte contento y feliz.
Para que sea así, nada mejor que salir a sufrir-disfrutar en compañía de amigos
y volver a casa orgulloso de la ruta y el esfuerzo realizado.
Con
compromisos o sin ellos, a la hora prevista estábamos en el punto de encuentro
Andrés, Antonio Montero, Cheli, Ferluy, Fernando, Galo, Iraitz, Javier B, Juan,
Kona, Paco, Risitas, Sergio, Sergio C, Santi Calleja y vuestro cronista más
querido.
Estaba
pensando si hoy debía celebrar también mi día, pues en más de una ocasión me
han dicho que actúo como una madre
para todos. Regalos no he tenido... o sí, ya que Ferluy me ha regalado hoy
mismo unas gafas muy chulas y me ha entregado otras para que las sortee en
próxima ocasión, ya os informaré.
Terrenos
conocidos, pero hoy la ruta era totalmente inédita en cuanto al recorrido a
realizar. Ignorábamos los kms que nos podían salir, el tiempo que podríamos
emplear y la dificultad añadida que resultaría. Pero
la propuesta está realizada y allá vamos.
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Fuente de las Abiertas (ahora sin agua) |
San Rafael, Gudillos y una vez más nos
adentramos en la zona y por los senderos que actualmente se encuentran más
sucios de ramas abandonadas tras la corta.
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Parada y foto junto al Refugio de La Vaqueriza |
Alcanzamos
la Fuente de los Aserraderos, nuestro popular “pilón” y nos adentramos en la
Garganta del Río Moros.
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Ascenso a Marichiva |
La
consigna es realizar los primeros kms muy agrupados y sin grandes desgastes,
pues la mayoría sabemos lo que nos espera.
Pedaleo
fácil y con divertida conversación y bromas. Nadie fuerza, ninguno demarra y al
que lo intenta (por descuido), se le da toque de aviso y colleja si te coge a mano
La
Garganta está preciosa y a este ritmo se disfruta con mayor intensidad. Te
fijas en detalles que en otras ocasiones pasan desapercibidos. Aquí una cascada
en un arroyo, allí una fuente, más allá otra. En este margen corujas, al frente
restos de nieve sobre las cimas de los montes. El agua discurre por los
márgenes del camino.
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Sergio en la Fuente de Marichivas |
Pararemos
a hacernos una foto, a despejar las vejigas, a tomar alguna barrita energética,
preparando el momento más duro de la ruta:
El ascenso al Collado de Marichiva.
El
desvío se nos presenta por la derecha e invita a atacarlo con alegría, pero es
una trampa en la que no puedes ni debes caer.
Cuando
inicio el ascenso, ya puedo ver por delante a algunos compañeros que van en el coche de San Fernando, unos ratos a pié
y otros andando.
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Fuente de Marichivas |
Lo
siento, hablo de mi, no he sido consciente de si a alguno le he podido
adelantar o si me han adelantado. Aquí no hay compañeros, ni siquiera
conocidos... eres tú, tus piernas, tu respiración, tus pulsaciones y tu máquina,
el resto no existe.
Se
que he necesitado detenerme en dos ocasiones. Las piernas querían y podían
seguir pero, sin llevar pulsómetro, he notado que era aconsejable detener la
marcha unos segundos para bajar ritmo cardíaco. Pero en el mismo punto de parada
he retomado la marcha. Alguno más ha pasado por esta situación.
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Fuente del Infante |
Galo,
Sergio C, Juan y no se si Kona, han alcanzado el alto sin detener la marcha e
incluso alguno se ha permito volver atrás por si podían echar una mano.
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Puerto de la Fuenfría |
Que
gran satisfacción vernos todos arriba... haciendo lo posible por recuperar el
aliento.
No sabemos quien ha llegado antes, quien después, realmente no importa, allí estamos.
Recuperados, todos
han dejado que les condujera, por un sendero muy agradable, hacia la Fuente de
Marichiva, que ninguno conocíamos.
Regresamos
a la puerta en la que Segovia y Madrid se dan la mano.
Tendremos
que realizar ascenso por pista, con varios repechos duros, sencillos si nos
acordamos de lo que hemos ascendido hace unos minutos.
Las
vistas son de lujo, a nuestra derecha la senda por la que se asciende desde
Cercedilla. En otras rutas daremos cuenta de ella.
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Casa Eraso |
La
pista reduce desnivel y permite acelerar la marcha hasta llegar al Puerto de la
Fuenfría.
Sorpresa
y alegría se mezclan cuando nos encontramos con nuestro compañero Jorge.
Temiendo posibles atascos en la carretera tras el puente madrileño, ha optado
por salir con otros compañeros desde Madrid y allí hemos coincidido.
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Toño y Sergio en Casa Eraso |
Cogemos
la calzada romana, peligrosa en ocasiones por la humedad. Abundante agua
discurre por cauces naturales y sobre el empedrado, con cierto peligro de
resbalar e irte al suelo.
Esta
calzada, de segundo orden, se extendía según el itinerario del Emperador
Antonio, desde Segovia a Miacum (Meco), con 73 millas romanas de distancia.
(1.666 m la milla), empedrada con sillares sin labrar y de menores dimensiones
que los empleados por los romanos en vías más importantes.
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Alto Guarramillas - Bola del Mundo |
La zona es espectacular de verdad.
Llegaremos
a Casa Eraso, también conocida como Pabellón de Casarás, ruinas enclavadas en
las estribaciones del Montón de Trigo, en un lugar muy bello. En ella albergaron reyes, cancilleres y duques. Varias leyendas envuelven sus muros.
Un
km de descenso rápido y nos encontramos en la Fuente de la Reina, no podíamos
dejar de visitarla. Con nieve, frío o con un estupendo sol como el de hoy ahí está la fuente para saludarnos.
Varios
kms nos separan ahora del Puerto de la Fuenfría y todos emprendemos el regreso
por la pista que se ha convertido en más habitual, paralela a la calzada romana
y más fácil de rodar. Hemos dejado a nuestra izquierda la pista por la que
subimos en anterior ocasión, por el Arrastradero de Minguete.
No
hay pérdida, no hay opciones y ello permite que se produzcan algunas escapadas,
Juan toma la cabeza, también necesita verse delante en alguna ocasión.
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Iraitz se va al suelo, pero con arte |
Estos
kms me gustan y empiezo a rodar a buen ritmo. Algunos salieron antes pero logro
darles alcance. A los pocos segundos me veo flanqueado por dos escuderos de
lujo, por dos gregarios de excepción, Galo y Sergio C., que ya no me abandonarán
hasta alcanzar Fuenfría.
Sigo
la marcha que me imponen y acepto sus palabras de aliento para mantener el
ritmo. Zonas empedradas o con cambios de desnivel invitan a aflojar, pero ahí
tengo a mis personal trainner
dándome duro para no dejarme aflojar. Cuando ya está a la vista la meta me
permito esprintar y llegar con buen ritmo cardiaco. ¡Genial!
Rosario
de compañeros van apareciendo. El esfuerzo ha sido duro.
Nuevas
vistas excepcionales mientras regresamos al Collado de Marichivas. Se producen
algunas escapadas en sana competición.
En
el Collado, unos tomarán la pista por la que ascendimos y otros optaremos por
coger la margen derecha del río y descender por zona más habilidosa y
divertida, no exenta de riesgo por el alto desnivel en tramos.
Llegando
al punto de encuentro, Iraitz realizará voltereta acrobática que le deja unos
segundos pensativo en el suelo. Toño le ayuda, pero ya se recupera.
José Villena nos ha abandonado para coger el camino más rápido a casa, conocido y sin peligro.
Nos
queda tiempo para seguir bordeando la Garganta y lanzarnos hacia La Estación y
los aperitivos de la Asociación.
Ya
es habitual que ocurra y hoy no iba a ser menos. El camino de vuelta es
conocido, no hay desviaciones ni posibles extravíos. En descenso, es fáil
sacar las fuerzas que a unos les quedan y que otros han retenido por amoldarse
a la marcha del grupo.
Pincha para ver el vídeo
Podemos
comprobar que, con BTT y por pistas algo irregulares, se han alcanzado los 63
kms por hora de Ferluy. Una auténtica barbaridad, de la que es responsable nuestra
adrenalina, que ha acabado por las nubes.
Ruta
inédita que nos ha quedado de lujo, con más de 50 kms. Una gozada.