La ruta de ayer es una de las más
bonitas que conozco y además acompañó una temperatura no demasiado calurosa,
con una suave brisa que no nos abandonó y una paisaje en pleno esplendor, con
vegetación auténticamente primaveral y los arroyos con abundante caudal. "Todo muy potito".
El punto de partida era el pueblo
de Revenga y allí nos encontrábamos
9 animosos a las 9,30 horas para emprender la ruta.
Algún percance de primera hora
que se resuelve sobre la marcha y Javi “Vegas” que llama para decir que podrá
acompañarnos unos kilómetros, (una alegría verle)
Así, comenzaremos a rodar Carlos,
Ferluy, Javier B, Javier “Galo”, Javi “Vegas”, Santi Calleja, Santi Fdez.,
Paco, Toño Montero y se me olvida alguien... ah, yo mismo.
Primeros metros de fácil rodar,
pero el camino irá tomando desnivel y no sorprenderá a los que ya conocemos la
ruta, al empinarse de forma brusca para tomar altura y quedar dejando Cabeza Grande (1428 m) a nuestra
izquierda y el Embalse de Puente Alta
o de Revenga-Riofrío a nuestros
pies. Aquí necesitamos recuperar aliento antes de
continuar.
Las vistas que se nos ofrecen ya
son una maravilla y no dejarán de sorprender a la mayoría a cada pedalada.
Los
que ya lo conocemos disfrutamos doblemente al poder mostrarlo a otros.
Antes de llegar al punto
emblemático de La Cruz de la Gallega,
todavía tendremos que afrontar un duro repecho que solventamos con cierta
facilidad, aún estamos frescos.
Encrucijada de caminos, siempre
marcada por los pinos cortados allí apilados que esperan con paciencia su
recogida. Se puede ver que algunos de estos pinos no son de esta temporada y ya
presentan signos de haberse echado a perder .
Estamos en el punto en el que se
cruza el Camino de Santiago, marcado
por hitos, que ahora seguiremos girando a la derecha y atravesando una zona de
cierta dificultad por lo pedregoso del camino. Algo de fuerza y habilidad para
superarlo antes de alcanzar la zona de la buitrera.
En esta ocasión veremos
alguna res muerta en espera de que lleguen los comensales, pero han debido
quedar para más tarde, pues allí solo vemos un par de buitres que comprueban si
todo está en orden.
Poco más adelante, un pequeño
chozo y la Fuente del Pastor, que
permite rellenar alguna botija ya sedienta.
A partir de aquí no hay pérdida
hasta la Fuente de la Reina, por la Calzada Romana de la Fuenfría, pero si
es cierto que uno no recuerda muchas veces que, hasta llegar a ella, aún habrá
que superar algunos toboganes, de cierta dureza, que siempre suben más que
bajan.
Galo hace gala (Je, je) de su
poderío y compite con unos descerebrados que se han atrevido a adelantarnos.
Conseguido poner nuestra bandera en la meta regresa a buscarnos.
Sin problemas parar a reagrupar tantas
veces como resulta necesario, pues siempre da lugar a intercambiar unas risas y
hacer alguna fotillo.
Seguimos rodando dejando a
nuestra izquierda el
Refugio de la
Camorca, hasta alcanzar pista forestal que circunda los
Montes de Valsaín.
Doscientos metros y tenemos a la vista el
Alto de Guarramillas con la
“Bola del Mundo”, previo a conseguir
nuestro primer objetivo, la
Fuente de la
Reina.
Desde aquí podríamos seguir al
Puerto
de la Fuenfría y bajar a
San Rafael
por el
Collado de Marichivas, pero
será en otra ocasión.
Deshacemos camino recorrido volviendo a la
Pradera de la Venta de la
Fuenfría para, por la izquierda, coger sendero en descenso que nos llevará
por zona con especial encanto entre pinos hasta el
Arroyo de los Horcajos, al que fluyen el
Arroyo de las Cabras y el
Arroyo
del Regajo entre otros.
Ferluy, Paco, Santi Fernández,
Galo y Toño se atreverán a vadear el arroyo, con bastante caudal, montados en
sus máquinas.
El resto preferiremos descalzarnos y refrescar los pinreles, lo
que viene bien para afrontar varios cientos de metros que obligarán a tirar de
todos los piñones disponibles.
Arriba, por supuesto, parada y fonda.
Zona de sube y baja entre pinos y
junto a plantación, aparentemente no gestionada, de acebos de gran volumen e
impresionante presencia. A continuación, descenso que hace las delicias de los
más atrevidos y pone al rojo vivo los discos de frenos.
Recorreremos unos kms por pista
forestal, pero con falsos llanos y desniveles que te obligan a reducir la marcha
si o si, hasta regresar a la La Cruz de la Gallega.
En este momento podemos regresar
a los coches por el camino rápido, pero Carlos y Javier B, a pesar de tener las
fuerzas ya mermadas, acceden a que continuemos marcha, por una variante que nos
conducirá por un sendero en descenso rápido y habilidoso, nuevamente con vistas
impresionantes.
Los más rápidos, los más
atrevidos y habilidosos nos esperarán al final del sendero.
Hemos seguido una
vez más el
Camino de Santiago.
Fácil pedalear hasta cruzarnos con la
Cañada
Real Soriana Occidental, que tomaremos con giro a la izquierda.
Aún nos restan unos kilómetros en
suave ascenso, que realizamos bastante agrupados y tras cruzar dos puertas
metálicas, afrontaremos los últimos tramos en descenso que nos llevarán hasta
los coches.
Dicen que el porcentaje de
accidentes aumenta cuando se está llegando al destino, bien por cansancio o
bien porque te relajas y Ferluy aumenta esta estadística con una caída
aparatosa que, por suerte, no deja más huella en él que alguna rozadura y el
golpe contra el suelo. ¡Menos mal!.
Bicicletas a los coches y
encuentro en el Restaurante Jesús, para degustar cervezas y aperitivos, siempre
de lujo.
A mi me ha parecido una excelente
ruta que entra en la saca. ¡Felicidades a todos los participantes!... y vaya "ladrillo" que acabo de meteros.
Gazapo: Las fotos de hoy también tienen un gazapo. Prueba a encontrarlo, es fácil.
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