Seguramente habría dado igual el lugar donde se celebrase esta ruta
Lo importante de
hoy no iba a ser los rampones, ni las trialeras, ni las largas distancias, ni
los esfuerzos extremos, ni tan siquiera los fríos o los calores.
Se lanzó la
convocatoria como siempre y por una vez nadie preguntó por el track, ninguno
pareció interesado por los pronósticos del tiempo. Estaba claro que lo habitual importaba poco, porque el objetivo de hoy
era diferente.
Fuente del Avellano |
En el Paseo Rivera
de San Rafael, lugar ya mítico de las convocatorias de AlfonsoyAmigos, aparecemos unos cuantos amigos, tal vez cargaditos
de años, pero con la misma ilusión de chavales que se reencuentran tras unas
“vacaciones”, locos por volver a compartir rutas y reír juntos.
Ángel, Chupo, Enrique,
Fer, Fernando, Forlán, Jesús, José María, Juan, Juan Carlos, Luis Ángel, Nacho,
Patrick, Pawel, Santi, Sergio y Alfonso. Y otros muchos que
sabemos hubieran querido acompañarnos y hoy no han podido muy a su pesar. Un recuerdo para todos ellos, a los que echamos de menos.
Hemos llegado
todos con tiempo, pero la marcha no se inicia. Es imposible
evitar que los saludos se multipliquen, que se crucen diálogos cortos entre
unos y otros, quizá más propios de una celebración de cóctel con orquesta de
fondo. Y las mascarillas presentes ¿eh? a pesar
de que la mayoría ya hemos pasado por el trámite de la vacunación. Una vez en ruta y corriendo suave viento fresquillo ya será diferente.
No tanto como
queríamos, pero ya nos vimos las caras hasta en tres ocasiones por breves
minutos y ahora parece que todo hubiera seguido como al principio, como si hubiéramos dado un salto en el tiempo de más de un año, culpable de alteraciones en nuestros recuerdos.
¿Listos? Pues arrancamos, en busca de la primera cuesta, con ansias de adentrarnos en pinares conocidos, muy familiares, pero alguna rueda decide perder aire y nos demora por unos minutos. Los senderos por encima de Prado Acero nos dan la bienvenida y aquellos que antes estuvieron bien marcados junto a la Cerca de las Monjas ahora casi han desaparecido bajo hierba alta.
Enrique reconoce el lugar y pregunta aun estando seguro de la respuesta: “Es aquí donde se rodó El
Laberinto del Fauno, ¿verdad?” Así es, respondo,
atravesamos el Prado de Juan Llanos.
Nuevo rampón y ya
tenemos la posibilidad de dejarnos caer por camino de arena hasta los depósitos
de agua o coger opción más trialera por la derecha… la duda ofende. Afortunadamente, el sendero está limpio y se disfruta sin
complicaciones.
Con giro a la derecha tenemos que vadear el Arroyo de la Gasca y pasar bajo el Puente del Umbrión, en zona muy erosionada por el agua, hacia la zona de Gudillos y coger a la derecha sendero “la Alfonsina” por el que avanzamos a buen ritmo, casi comiéndonos unos a otros, hasta cruce con el Camino del Agua.
La Puerta de Campanillas es hoy lo más parecido a una estación central de trenes o autobuses, a donde la gente accede para tomar diferentes destinos. Es aquí donde nos tomamos un pequeño respiro y aprovechamos para saludar a conocidos que entran y salen.
Fuente de la Chispa |
Inicio ascenso al Collado de Marichiva |
Embalse de El Espinar o del Vado de las Cabras |
Ya habrá ocasión
de visitar los Ojos del Río Moros o
de subir a Las Barandillas, pero hoy
seguiremos pista adelante tras girar por encima del Embalse del Espinar o del
Vado de las Cabras.
El cielo se cubre
un poco más y baja la temperatura de manera apreciable justo cuando teníamos
intención de coger desvío para izarnos hasta la pista alta de la Garganta y
alguno aprovecha para recordar que hoy hay intención de celebrar el encuentro
con una cerveza en la mano.
De acuerdo, pero
antes vamos a acercarnos a la pantalla del embalse, que nos ofrece su mejor
estampa, marco ideal para hacernos una fotito de grupo y mandar nuestro abrazo más cariñoso y nuestros mejores deseos de pronta recuperación al “incombustible” Andrés que ahora, más que nunca, tiene que hacer gala de ello.
Descenso rápido pero con mucha precaución, pues nos vamos a cruzar con andarines solitarios o
con familias que han salido a disfrutar como nosotros de la naturaleza. El Puente Negro bajo nuestras ruedas, ascenso de nuevo hasta la Puerta de Campanillas, Las Mesas, sendero junto a la Fuente de Majada Alta, la mina de
wolframio y un apeadero de San Rafael que cada vez siente más nostalgia de la llegada de alegres jóvenes excursionistas.
En la terraza de Las Farolas celebramos nuestra ruta,
nuestro encuentro. Brindamos por Andrés y por los que
hoy no han podido acudir. Brindamos por la salud de todos y por AlfonsoyAmigos.
¡Por muchos años!