La amenaza estaba encima de la mesa. Los mensajes subliminales al principio
y explícitos más tarde se fueron lanzando progresivamente: “el pino nos espera”... “hay que buscar
una fecha”... “la semana que viene quizá pueda ser un buen momento….si no
llueve” en fin.
Lo inevitable tenía que ocurrir y eso
que en esta ocasión no quisimos hacer mucho caso de las predicciones
meteorológicas. Sí
las hubo y anunciaban lluvias, pero también para el jueves, viernes y sábado y
lluvia hubo poca. Incluso
nos mandaron las predicciones desde el aeropuerto de Villanubla (Valladolid). Nos daba igual. La cita a las 8:45 en Revenga a la que nos
presentamos: Andrés,
Fer, Fernando, Isi, Pawel y Santi.
A las 9 de la mañana el día era fresco y con lluvia fina y baja visibilidad. Las bicicletas a punto y nosotros con la firme determinación de acometer la ruta. Nos dirigimos en dirección a la pantalla del embalse de Puente Alta y tomamos el camino de siempre en dirección a la cola del pantano. Desde allí en paralelo por la ribera izquierda del Río Frío que alimenta el pantano.
Los repechos como siempre en su lugar, pero además el suelo saturado de agua y las raíces resbalosas eran el motivo perfecto para irse al suelo. A lo largo de la ruta no se libró nadie de hacerlo en algún momento sin grandes consecuencias. El precio del suelo subió con tanta compra de parcela.
Atravesamos la acequia de Revenga, que otras veces es simplemente invisible, pero que en esta ocasión tuvimos que saltarla y cruzarla como pudimos por el gran volumen de agua que transporta. Más adelante a la altura de la Fuente Fría, giramos a la derecha y abandonamos el cauce del río para subir por la pista que nos dirige a nuestro primer objetivo del día. Cota 1300m. Se trata de un puerto de 5,6 km con 450 m de desnivel acumulado, recorriendo caminos bien asentados con desniveles de hasta un 23% según comentan los compañeros.
Finalmente y pedalada a pedalada se alcanza el objetivo y nuestro querido amigo, impertérrito, allí nos recibe: El Pino Solitario, en su explanada del Collado del Río Peces a 1758 m de altitud. Cuantos recuerdos en visitas anteriores con frío, con nieve, con sol… lo conocemos en todas las versiones y se hace buen repaso con los compañeros.
Bien podría haber servido llegar allí para una más que buena ruta de domingo, pero no. Nuestro plan era más ambicioso. Nos dejamos caer por la fuerte pendiente para cruzar el arroyo del Retamar, donde muchas veces nos hemos mojado los pies cada cual a su manera, ayer también fue día para ello y así alcanzar el camino a Cabezagatos.
Este nos conduce y nos invita a atravesar el arroyo de Palomino donde comienza el segundo puerto del día. Por supuesto sigue lloviendo, no lo ha dejado desde que salimos. Estamos en la cota 1537 y se inicia la ascensión de un puerto de 7 km que discurre por la pista forestal de la Fuente de la Reina (que es a su vez parte del recorrido del Camino de Santiago que parte desde Madrid en este ramal y 596 km hasta su destino).
Pequeña parada en la Fuente de la Reina
y seguimos recorrido hasta llegar al puerto
de la Fuenfría a los 1792 m de altura. Segundo reto del día conseguido. Nos reagrupamos mientras conversamos
con un conocido de los compañeros de la Estación, que por su acento quedó
delatado por ser oriundo del País Vasco y que andaba pasando la mañana
corriendo por la vertiente Madrileña de esta sierra.
Tomamos dirección por el camino o vereda del Infante y llegamos al collado de Marichiva. Aquí se modificó levemente el recorrido previsto pues el día no invitaba a recorrer muchas veredas y se decidió llegar hasta la pista de la garganta para remontar los pantanos y tomar la pista alta de la solana. En la cola del pantano del Vado de las Cabras la altura aproximada es de 1546 m y desde allí nos esperan 6,1 km de duro, durísimo ascenso (que bien todos en el Grupo conocemos) hasta llegar a alto del Pasapán a los 1846 m (+ 300 m de desnivel).
En este momento Andrés decidió con muy
buen criterio, buen juicio y firme decisión tomar dirección alternativa hacia
la Estación de El Espinar, pues lo de dejar de llover no estaba para nada claro
y estábamos calados hasta el tuetanillo.
La verdad que llegados a este punto ya ni se siente ni se padece y lo que en otro momento pudiese haber sido motivo para no salir, refugiarse y buscar ropa seca, al resto del grupo como inconscientes que somos nos pareció necesario completar la ruta por aquello de hacerla circular y ver las mejoras en el camino que se habían realizado semanas antes. Estamos un poco locos la verdad. Por supuesto no dejaba de llover.
Tercer puerto, tercer reto del día
completados. El
descenso desde el collado del Pasapán no fue tan vertiginoso como suele ser
pues, el frio, el suelo húmedo y la lluvia no nos dejaron y alguna parcela
también se compró en este tramo. Aun así y poco a poco llegamos hasta el
cruce con el camino de la ladera de la Mujer Muerta que nos acercaba un poco
más a nuestro destino. Por
fin tomamos la cañada real en dirección Soria que se encuentra anegada en
muchos tramos pero que libramos con un poco más de barro encima. A estas alturas nos daba lo mismo. Por fin a nuestro alcance de nuevo cruzar el Río Frío y la cola del pantano de
Puente Alta y lo que es mejor el origen de nuestra ruta.
El cruce de abrazos y la cara de satisfacción a pesar del frío y la caladura que llevábamos todos encima no nos dejó mucho más tiempo que recoger las bicis quitarnos parte de la ropa húmeda y buscar cuanto antes una ducha caliente donde empezar a recomponer nuestra figura.
Han sido casi 49 km de recorrido y 1485 m de desnivel acumulado. Creo que esta visita al Pino y lo que estaba por venir no se nos va a olvidar ya para siempre.
Un abrazo amigos y cuidaros mucho todos
a uno y otro lado de la sierra.
