Después de tener muchas dudas durante la semana sobre la salida de este domingo, dejamos para última hora la decisión final
Abortamos la idea
inicial que propone Santi, Las Tres en Raya, impensable tras salir Fernando de explorador el sábado y regresar dando
no muy buenas noticias de las condiciones del terreno, mal, muy mal dice, nieve
y barro por todos los lados.
Nos ponemos en contacto, llamo a un amigo conocido por algunos de nosotros de Vegas de Matute, Juanpa, hermano de Javi Vegas ¿qué tal están Las Vegas Juanpa? bien contesta, se ha quitado toda la nieve.
Sin pensarlo, me
pongo en marcha para proponer ruta, dicho y hecho. Como es habitual en el Grupo,
ni un pero, ni una queja, todo el mundo de acuerdo y “este pequeño mundo” se
refiere a, Andrés, Fernando, Forlán, Galo, Pawel, Santi y Fer. Pawel, sale desde
su casa y llega a tiempo de salir con nosotros.
Quedamos en el
aparcamiento de El Lupa en El Espinar,
nos dirigimos por la parte más baja de El Estepar a la yeguada Sarasola para
coger pista de Junta Los Ríos, dirección ermita de La Losa y Vegas de Matute.
¿Subimos los rampones de Monte Vegas? NOOO…, en esta ocasión elegimos los RAMPONES, con mayúscula, que salen de la dehesa de Zarzuela del Monte, desembocando justo detrás de la Ermita de Las Navas de San Antonio. STOP.
No seguimos por pista
habitual de asfalto, giro a la izquierda y otra novedad para la mayoría,
senderos, veredas y algún repechón que otro que nos conducen de nuevo a la
pista de La Losa y Junta Los Ríos, cerca del campo de Golf.
Bajamos a Los Ángeles de San Rafael, a la pantalla del pantano, trozo de asfalto y trialera de las buenas que nos enseña Pawel y con la adrenalina aún en los labios comenzamos un ascenso con un 10% casi constante y largo que nos conduce al mirador del Río Moros.
Desde este
lugar, Pawel se despide de nosotros, yo llevo prisa y Pawel decide subir otra
subida épica (comenta que será la primera
vez que la sube, ya nos contará) llegando a las antenas de la urbanización,
¡¡tela con el amigo!!
Los demás regresamos a El Espinar, por la vereda del Río Moros en ascenso llegando por pista hasta el molino, pista a la derecha para desandar el inicio de ruta y derechos al punto de partida con algún kilillo de más por el barro en nuestras bicis e indumentaria.
Y pensar que no teníamos por donde montar ¿? Y pensar que nos podíamos haber quedado en casa ¿? Menudo disgusto, pero quién dijo miedo, si no fuera por estos ratos y otros mejores menudo aburrimiento.
Un gran abrazo
amig@s.