Nuevo plumilla en el Grupo, pero… Santo Tomás, una y no más
Ruta llena de recuerdos
Crónica: Fer
El
martes pasado recibí una llamada de Alfonso: ¡Hola
Fer!, ¿qué te ha parecido la ruta de La Nava? Bien,
muy bien, le contesté. ¿Y
las fotos? Geniales,
añadí, la melliza de Eva tiene que venir más a menudo.
Por cierto, me dijo, ¿puedes preparar ruta por la zona de San Rafael, pero que no tome mucha altura? Pues claro contesté, tengo una reciente que puede venir al dedillo.
Por cierto, me dijo, ¿puedes preparar ruta por la zona de San Rafael, pero que no tome mucha altura? Pues claro contesté, tengo una reciente que puede venir al dedillo.
Me
puse a la tarea de pensar en el recorrido, hilo por aquí, hilada por allá, como
hemos hecho otras veces… pues bueno, creo que tengo la ruta perfecta.
Tenía ganas de visitar con los compañeros zonas y lugares llenos de recuerdos y nostalgia de los inicios del grupo y que no son muy habituales en nuestros últimos recorridos.
Pensé que la ruta era apta para todos los públicos, ni corta ni larga y sin mucha exigencia, eso sí, muy divertida, por lo que di visto bueno a Alfonso para que lanzara la convocatoria.
De momento, mantenemos las quedadas a las 9 y la mañana de San Rafael es fresquilla a esa hora, pero en el Paseo Rivera aparecen:
Alberto,
Alfonso, Andrés, Ángel, Fernando, Jesús, Juan Carlos, Juan Patricio, Lorena,
Luis Ángel, Nacho, Patrick, Pawel y Fer. Confiamos
en que Laura, la borrasca Laura, ni se asome.
En esta ocasión, la salida la realizamos en sentido contrario al habitual, en dirección a la iglesia de San Rafael para coger algo de altura y llegar al primer punto de referencia, el Camino de los Pastores, que recorremos hasta el antiguo aserradero de maderas y el Centro de Formación Profesional que en su día fuera Preventorio (ver reportaje).
Con la precaución de siempre, cruzamos la carretera de La Coruña N-VI, para atravesar hacia El Estepar y por la Colada de Lucas Gómez dirigirnos hacia la pequeña ermita de la Soledad, que visitaremos en otra ocasión, y acercarnos desde ahí a la zona del Pinarillo, ya en El Espinar.
En esta ocasión, la salida la realizamos en sentido contrario al habitual, en dirección a la iglesia de San Rafael para coger algo de altura y llegar al primer punto de referencia, el Camino de los Pastores, que recorremos hasta el antiguo aserradero de maderas y el Centro de Formación Profesional que en su día fuera Preventorio (ver reportaje).
Con la precaución de siempre, cruzamos la carretera de La Coruña N-VI, para atravesar hacia El Estepar y por la Colada de Lucas Gómez dirigirnos hacia la pequeña ermita de la Soledad, que visitaremos en otra ocasión, y acercarnos desde ahí a la zona del Pinarillo, ya en El Espinar.
Pasaremos junto a la Yeguada El Espinar (Sarasola), en cuyas instalaciones falleció el pasado año Ennio, el caballo alazán que fuera olímpico en Atlanta y Sidney.
El Matadero de El Espinar a nuestra derecha y seguimos por el mismo camino, pero en breve giraremos a la izquierda para cruzar puente sobre el Río Moros y llegar a la curva del Molino de la Villa. (ver reportaje). El desvío de la carretera nos permite rodar este tramo sin tráfico.
En este punto y abriendo la puerta cogemos el camino que recorre el margen derecho del Río Moros, con poco caudal porque sus aguas son retenidas en el Embalse de El Espinar y en el Embalse del Tejo, y que conduce por desvío al puente del Sauquillo, derribado por la última riada y que ESPERAMOS REHABILITEN, pues en la actualidad no se puede cruzar el río Moros de un lado a otro en kilómetros.
Llegamos
a vereda que sale a la derecha, muy divertida, por la zona de Las Rinconadas, que
se va cerrando entre la vegetación y nos
acerca a la Urbanización Río Moros y los Ángeles de San Rafael.
Bordeamos campo de golf 500 metros para llegar hasta la depuradora de aguas, primer reto del día, con 200 metros de cuestecilla que nos mira de reojo y se supera con éxito.
Llegamos a rotonda ajardinada dentro de la urbanización donde un busto de Gil y Gil, antiguo presidente del Atlético, consiente en que nos hagamos unas fotos sin perturbarse.
Giramos a la izquierda por asfalto, poca cosa, que nos lleva al antiguo campo de golf para empezar una de las buenas de la mañana, con descenso divertidísimo que nos sitúa primero en el campo de fútbol en el que entrena el Atlético de Madrid y después más abajo, en cantera donde podemos ver gran charca de manantial, hermana gemela a la de la cantera de Navalvillar.
Antes de cruzar el Embalse de los Ángeles por su pantalla, el grupo se detiene, Jesús ha roto la cadena (Jesús, ¿llevas la cuenta?), y los técnicos se esmeran en solventar la avería con prontitud. No se está mal al sol.
Ojo, que cogemos vereda a la derecha por entrada que hay que conocer y que nos conduce a la subida de Matute, segunda prueba de la mañana, que se resuelve con esfuerzo pero sin problema ninguno.
Seguimos junto al campo de golf, pero en esta ocasión nos encontramos en el camino que une Vegas de Matute y El Espinar, muy utilizado antiguamente para conducir ganado y carros de tiro. Podremos saludar a grupo grande de andarines.
Un par de kilómetros mas adelante llegamos a uno de los objetivos de la mañana, ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA LOSA, (ver reportaje), cada día más deteriorada, una lástima. Foto va, foto viene, barrita por aquí, gel por allá…, pero ¡vámonos! que todavía nos queda recorrido.
Bordeamos campo de golf 500 metros para llegar hasta la depuradora de aguas, primer reto del día, con 200 metros de cuestecilla que nos mira de reojo y se supera con éxito.
Llegamos a rotonda ajardinada dentro de la urbanización donde un busto de Gil y Gil, antiguo presidente del Atlético, consiente en que nos hagamos unas fotos sin perturbarse.
Giramos a la izquierda por asfalto, poca cosa, que nos lleva al antiguo campo de golf para empezar una de las buenas de la mañana, con descenso divertidísimo que nos sitúa primero en el campo de fútbol en el que entrena el Atlético de Madrid y después más abajo, en cantera donde podemos ver gran charca de manantial, hermana gemela a la de la cantera de Navalvillar.
Antes de cruzar el Embalse de los Ángeles por su pantalla, el grupo se detiene, Jesús ha roto la cadena (Jesús, ¿llevas la cuenta?), y los técnicos se esmeran en solventar la avería con prontitud. No se está mal al sol.
Ojo, que cogemos vereda a la derecha por entrada que hay que conocer y que nos conduce a la subida de Matute, segunda prueba de la mañana, que se resuelve con esfuerzo pero sin problema ninguno.
Seguimos junto al campo de golf, pero en esta ocasión nos encontramos en el camino que une Vegas de Matute y El Espinar, muy utilizado antiguamente para conducir ganado y carros de tiro. Podremos saludar a grupo grande de andarines.
Un par de kilómetros mas adelante llegamos a uno de los objetivos de la mañana, ERMITA DE NUESTRA SEÑORA DE LA LOSA, (ver reportaje), cada día más deteriorada, una lástima. Foto va, foto viene, barrita por aquí, gel por allá…, pero ¡vámonos! que todavía nos queda recorrido.
Seguimos
adelante y recorremos y cruzamos tramo que ya pasamos esta mañana, junto a
la yeguada, para llegar a la carretera de El Espinar a La Estación, junto a rotonda,
con duro tramo de asfalto pero corto y después por camino que conduce a piscina
climatizada. Se nos une Santi, que ha salido al encuentro y finalizará con nosotros.
Ojo con los espinariegos, que la ruta tenemos que terminarla todos juntos y finaliza donde empezó. Aviso y reclamo, pero Fernando anda pillado de tiempo y tiene que abandonarnos.
Giramos para subir por La Fuensanta hacia la casa de Las Lanchas, pues no podíamos desaprovechar la ocasión de recorrer La Mata por debajo de la carretera forestal, con sus senderos divertidísimos que nos conducen ya muy cerca del final de ruta.
Pero cuando todos estamos más relajados, suelto la sorpresa, la guinda de la ruta, con trialera técnica y dura que sube a la carretera forestal junto al puente del ahorcado.
Alguno se va acordando de mi santa familia, seguro, pero tengo buenos compañeros y ni rechistan, aprietan los dientes y para arriba.
Y ahora sí, bajamos, bajamos y bajamos llegando al camino de Las Hadas, que se debería llamar “de los ogros” por cómo está de sucio y abandonado ¡¡madre mía!! para volver al Paseo de Rivera.
Y con este final se acaba una ruta llena de emoción, nostalgia, con lugares emblemáticos y mucha diversión regada con muy buenas cervezas en Las Farolas.
Ojo con los espinariegos, que la ruta tenemos que terminarla todos juntos y finaliza donde empezó. Aviso y reclamo, pero Fernando anda pillado de tiempo y tiene que abandonarnos.
Giramos para subir por La Fuensanta hacia la casa de Las Lanchas, pues no podíamos desaprovechar la ocasión de recorrer La Mata por debajo de la carretera forestal, con sus senderos divertidísimos que nos conducen ya muy cerca del final de ruta.
Pero cuando todos estamos más relajados, suelto la sorpresa, la guinda de la ruta, con trialera técnica y dura que sube a la carretera forestal junto al puente del ahorcado.
Alguno se va acordando de mi santa familia, seguro, pero tengo buenos compañeros y ni rechistan, aprietan los dientes y para arriba.
Y ahora sí, bajamos, bajamos y bajamos llegando al camino de Las Hadas, que se debería llamar “de los ogros” por cómo está de sucio y abandonado ¡¡madre mía!! para volver al Paseo de Rivera.
Y con este final se acaba una ruta llena de emoción, nostalgia, con lugares emblemáticos y mucha diversión regada con muy buenas cervezas en Las Farolas.
…planes y ánimo para los próximos
días no faltan.
Confío en que hayáis disfrutado tanto como yo.
Para ver todas las fotos
Confío en que hayáis disfrutado tanto como yo.
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