Como casi todos los fines de semana cuando estamos disfrutando de la ruta con AlfonsoyAmigos surge la pregunta: ¿bueno y la semana que viene qué haremos?
Cronistas: Santi Calleja
López y Luis Ángel Dominguez Sol
Fotografias: el Grupo (varios autores)
Edición: Alfonso
Fotografias: el Grupo (varios autores)
Edición: Alfonso
Casi sin pensarlo surgió la
idea de visitar el Valle del Jerte ahora que se espera que por fin llegue su
floración, ya que este año con las sucesivas borrascas y bajas temperaturas
sabemos que va con cierto retraso.
Este tipo de ideas son muy peligrosas, pues una vez salen de la mente del
sujeto infectado invaden la de otros que al escucharlas empiezan a imaginar
esto y aquello… no hay quien las detenga. Dicho y hecho aquella misma tarde ya
circulaban informaciones al respecto, distancia al objetivo, posible track,
como y cuando comunicarlo al grupo y un largo etcétera de cosas por planificar.
Al paso de los días los planes van tomando color a falta de las previsiones meteorológicas que pueden condicionar a más de alguno. Aun habiendo previsiones de posibles lluvias los planes siguen adelante.
Al paso de los días los planes van tomando color a falta de las previsiones meteorológicas que pueden condicionar a más de alguno. Aun habiendo previsiones de posibles lluvias los planes siguen adelante.
El track de Ruta MTB es una variante de la conocida ruta de los Pinos de Tornavacas, que modificamos poniendo como punto de partida la localidad más importante de toda la comarca, Jerte.
El Valle del Jerte es una comarca situada en Cáceres, Extremadura. El valle está declarado bien de interés cultural desde 1973. Consta de 11 municipios, 373 km cuadrados y 11008 Vallexerteños censados.
Todos los años, en la segunda quincena de marzo se celebra en el Valle del Jerte la fiesta de El Cerezo en Flor, declarada de Interés Turístico Nacional. Millón y medio de árboles florecen casi al unísono, tiñendo el valle de blanco durante quince días.
Los motivos para acudir están expuestos. Finalmente a la cita acudieron 12 representantes de AlfonsoyAmigos: Andrés, Chicho, Enrique, Juan, Luis Ángel, Lourdes, Miguel Ángel, Nico, Paco, Pepo, Santi y Toño. A los demás compañeros no presentes les llevábamos en nuestras mochilas como siempre.
Especial día, muy especial. Con un inicio de la jornada con un tiempo buenísimo, lo cual nos permitió contemplar la maravilla del valle con todos los cerezos en flor.
Un espectáculo de blancos
y verdes difícil de imaginar. Esa primera parte del día transcurría por la
parte baja del valle alucinados por lo que veíamos. A partir de ahí empezamos
a abandonar la parte de los cerezos para adentrarnos en un puerto salvaje, por
su dureza, por sus subidas, por su nulo ofrecimiento al descanso, rampas
terroríficas e inacabables.
Prácticamente 16 km sin dejar de subir y en
ocasiones casi escalar.
Tras los primeros 8 kilómetros de subida sin cuartel, empezaría la lluvia, y el viento. Quedaban 8 kilómetros más de subida, con pendientes sin descanso del 12-15-18%. Terrible.
Mi frase de “esto no va a durar toda la vida....” empezaba a ser casi una mentira. Pero quedaba lo peor. Al coronar todos los elementos se pusieron en contra: lluvia, niebla, frio, viento y el señor agotamiento.
El grupo se había partido
en dos grupos casi idénticos en número. Tras coronar el primer grupo decidió
empezar a bajar. Era imposible esperar. El tiempo era dantesco.
La bajada fue casi peor que la terrorífica subida.
No se veía nada y a todos esos elementos se le unía el barro y el agua de la pista. A medida que bajábamos ¡¡el tiempo era peor!!! ¿Cómo era posible?
Al seguir bajando por fin el tiempo empezó a clarear algo, lo que nos permitió
disfrutar en toda su majestuosidad la Garganta del Diablo con otro espectáculo
del río, sus arroyos, la zona de los Poyales, rápidos y cascadas inolvidables.
Finalmente tras atravesar la zona del centro de interpretación y el camping en el fondo del valle, en dos grupos partidos con bastante tiempo entre uno y otro llegábamos al punto de inicio de ruta junto a los coches.
Calados y con barro en
todo lo imaginable, pero lo mejor, lo más grande, con una sonrisa por saber que
habíamos visto algo que difícilmente se puede uno imaginar si no lo ve, y
además en unas condiciones que cualquiera podría pensar: ¿De verdad os
compensa?
Podríamos decir que esta no nos la cuentan. Eso es cierto. Pero lo que de verdad hay que decir hoy es que esta ya no se nos olvidara jamás.
Solo dos cosas finales que apuntar: algo tuvo que tener la ruta porque aun en esas condiciones y con esa dureza, todos convenimos en que hay que volver.
Gracias especiales a Santi por proponer esta ruta y por su empeño en hacerla en la fecha perfecta aun con las condiciones tan adversas. Y a todos vosotros por haber compartido un día tan tremendo.
Sí, llegó a convertirse en un “infierno” de agua pero no nos quedó más remedio que preguntarnos: ¿Nos gusta la bici?
Una mención para la renovada una vez más "Pequeñita Frankestein" de Toño que hoy relucía especialmente con su nuevo cuadro. Ya habrá días para que la aproveche en su medio natural, las trialeras, de las que hoy disfrutamos muy poco.