Buenas pedaladas, muchas risas, comida compartida y felices reencuentros
Todas las rutas que
realizamos son planificadas con antelación y la de hoy no fue un caso diferente,
pero si dio lugar a un hervidero de mensajes en WhatsApp fuera de lo habitual.
Se anunciaba con tiempo
que finalizaríamos la ruta comiendo juntos, celebrando la llegada de las
fiestas navideñas y nadie se la quería perder.
Yo ruta y comida, decían
algunos. Yo sólo puedo a la comida, apuntaban otros. A mí me resulta imposible
acudir, se lamentaban también amigos.
Ya se sabe que el “hombre
propone…” y después surgen los imponderables y los numerosos compromisos de
estas fechas.
El punto de encuentro
fijado en Moralzarzal y allí vamos apareciendo los que estamos dispuestos a
desafiar una temperatura de inicio de -5º, pero con una sensación térmica
inferior por el viento que se deja notar y sentir.
Unas demoras de última
hora que deberemos hacer propósito de corregir para el nuevo año. ¿Vale?
Nos hubiera gustado hoy ser
más pero allí, sobre las bicis y como locos por pedalear para empezar a entrar
en calor estamos:
Ángel, Chupo, Daniel, Eva,
Ferluy, Forlán, Juan Patricio, Luis Ángel, Miguel Ángel, Nico, Patrick, Pawel, Toño,
Víctor y Alfonso.
Curioso que con la
llegada de Víctor parece haberse roto el eterno binomio y coletilla “…Toño y
Alfonso”. Bienvenido sea.
Abrigados, muy abrigados,
algunos realmente irreconocibles y ya estamos dando pedaladas siendo guiados por
un Patrick que conoce la zona como la palma de su mano ¿o no?
Nos alejamos de los
coches por zona urbana y superamos algunas calles empinadas que ya nos acaban introduciendo
en zona forestal que forma parte del Parque Regional de la Cuenca Alta del
Manzanares.
Sendero a la izquierda,
sendero a la derecha, jara por aquí y por allá… ¡Patrickkkkkkkk! Da igual,
todos los senderos acaban alcanzando la pista principal, una de las que han
dejado como “autopistas” por la zona.
Toboganes rompe piernas y
seguimos cogiendo temperatura en los cuerpos, aunque unos son más frioleros que
otros.
Las pistas dan lugar a
trialeras que se superan con sorprendente facilidad. Se ve que el duro
entrenamiento de la semana pasada da sus frutos.
En una zona especialmente
complicada tendrán que esforzarse los más fuertes y si no es al primer intento…
pues al segundo o tercero. Que por esfuerzo no quede. Y nuestra “chica
fantástica” Eva lo logra recibiendo indicaciones y apoyo de todos.
Descendemos hasta la localidad
de Hoyo de Manzanares, pero pronto giramos a la izquierda para introducirnos de
nuevo en zona que recordamos dura y que nos pondrá a todos a prueba.
Sin paradas y sin
inoportunos pinchazos avanzamos por duros desniveles pedregosos que requieren
potencia y habilidad. Parece sencillo cuando ves delante a Chupo y a Toño
superarlo sin aparente esfuerzo.
Yo, al menos, me doy por
satisfecho cuando compruebo que supero tramos donde recordaba haber puesto pie
en anteriores ocasiones. La adrenalina fluye desbocada por las venas y te da la
valentía suficiente para atreverte también por complicados descensos donde, en las zonas más
difíciles siempre encuentras un compañero que te da indicaciones: Por la
derecha, ahora por la izquierda, déjate ir… Y tú te dejas ir y lo logras.
Una breve parada junto a
una encina nos da pie para tomar alguna barrita o gel, o para cruzarnos todo
tipo de frutos secos. Se agradece el sol que no ha parado de lucir, aunque no
caliente demasiado.
Un tramo muy divertido con
senderos rápidos que hacen la delicia de todos pero… ¿qué pasa? Medio grupo no
aparece. Esperamos un buen rato. ¿Se han extraviado? ¿Alguna caída? No, un
móvil que ha saltado del bolsillo de Luis Ángel al suelo y soportado que Ángel
pasara por encima con su bicicleta.
Ya reagrupados. Sabemos
que tenemos un tramo largo por carretera que nos obliga a superar un pequeño
puerto y aquí cambiamos el chip, metemos el plato más grande disponible y de a
uno, bien pegaditos al arcén, avanzamos como si este fuera nuestro hábitat natural.
Dejamos atrás la Academia
de Ingenieros y abandonamos el asfalto para coger variantes (estudiadas con detalle por Patrick y Chicho,
hoy ausente en ruta) por senderillos revirados llenos de piedras y de
cardos que hoy no causarán daño y donde disfrutamos como niños.
A nuestra derecha el pequeño
Embalse de Ladronera con su superficie congelada y más adelante, ya podemos
coger el desvío hacia el Cordel de Cantalojas que en rápido recorrido nos lleva
hasta el Puente del Batán.
Toño parece hoy una
auténtica cabra montesa, que se aleja en cuanto puede del terreno fácil y busca
cualquier sendero alternativo. No faltarán quienes le sigan. Le habremos visto superar la zona más dura y complicada de la ruta pero no pudimos captarlo para enseñároslo.
Del Cordel de Cantalojas
al de Fuente de las Liebres, que coincide con el Camino de Santiago, con sus
temidos desniveles que suelen pasar factura a quienes ya andan cortos de
fuerzas. No han sido pocos los compañeros que en alguna ocasión u otra han
sufrido por esta zona más de lo esperado.
Nos hacemos la foto de
rigor en la Fuente de las Liebres que hoy se encuentra más seca que la mojama.
Ni una gota de agua testimonial.
Vamos por caminos en buen
estado y los platos grandes vuelven a aparecer dando el máximo de su
rendimiento. Recorremos ahora tramo de la Cañada Real Segoviana camino de
Moralzarzal, pero antes cogeremos desvío hacia la Urbanización de El Berrocal,
para añadir algún repecho más y algunos kilómetros.
Y ahora sí enfilamos
hacia Moralzarzal, dando rienda suelta a nuestras máquinas que parecen querer
llegar más rápido que nosotros mismos.
Indescriptible la satisfacción por la
estupenda ruta realizada sin incidentes y por la enorme alegría de encontrar esperando
a los amigos que nos reciben con orgullo.
Chicho (enfermo para la ruta pero que hace el
esfuerzo de acudir), Ernesto (que se
deja ver menos de lo que nos gustaría), Paco (al
que vemos después de mucho tiempo y de recuperarse de su terrible caída de bicicleta), Santi (que ha salido
de guardia), Lourdes, Andrés y la sorpresa de Luis Ángel JR., que se
presenta sin avisar y da una gran alegría a todos los que le queremos y le hemos
visto crecer con nosotros.
Sabed que hemos echado
mucho de menos a los que no habéis podido acudir. Fuerte abrazo para todos
vosotros.
Un salón para nosotros en
Asador Casa Mariano, donde nos reciben
con amistad y cariño.
Buenas viandas, estupenda
charla, anécdotas pasadas, rutas por hacer y al final, esa serie de abrazos
generosos e interminables, que prolongan la despedida como si ninguno quisiera
irse.
Regreso a casa con “cara
de tonto”, con una enorme satisfacción. Seguro que me lo nota cualquiera que me
vea.
¡¡Felices Fiestas a
todos!! A los compañeros y a los amigos que seguís nuestras aventuras y formáis
parte de AlfonsoyAmigos.
¡¡Os deseamos lo mejor y
mucho más!! ¡¡Intentad sed muy felices!!
…el día 24, día de Noche
Buena también tendremos ruta. Ya os contaremos.