domingo, 23 de julio de 2017

AlfonsoyAmigos cabalgan juntos - Santo Domingo de Silos - Sad Hill

No hay paisaje castellano ni tierra más brava que ésta. Gallardía hay en la cuesta y misticismo en el llano

Crónica: Enrique Moratalla

Cuando se acerca el verano es tiempo de proponer una ruta fuera de nuestro entorno habitual y con la excusa de conocer “nuevos territorios” compartir un fin de semana completo y disfrutar de la amistad y la bici.



El pasado año conocimos el Camino del Cid, ruta que partiendo de Vivar del Cid y terminando en Orihuela recorre multitud de localidades, muchas de ellas con muy poca población. En aquella ocasión estuvimos por la provincia de Teruel y en esta vez se propuso irnos a la provincia de Burgos.




Y dicho y hecho, escalonando la llegada entre la tarde del viernes y la mañana del domingo nos encontramos en Santo Domingo de Silos Alfonso, Andrés, Ángel, Chicho, Ferluy, Jesús, Juan, Juan Patricio, Lourdes, Luis Ángel, Miguel Ángel, Paco, Pawel, Santi, Toño, y este que les resume la crónica, Enrique.



Por mucho que revises track, veas información de la zona y de la persona de quien la tomas, siempre tienes la incertidumbre del desconocimiento e intenté busca una ruta no demasiado dura "sobre el papel" y que tuviera “cositas” que ver.






Así, tras reparaciones varias de última hora, salimos de Santo Domingo de Silos con rumbo a nuestro primer alto de montaña, el de la Merendilla. Subida por pista con algún rampón corto pero intenso pero que al ser de inicio se subió por todo el grupo a buen ritmo, eso sí, tras reparar un megapinchazo de Chicho.






Desde allí es mirar hacia a las montañas y decir: “este paisaje me suena”, es como si lo tuviéramos grabado en la memoria desde pequeños. ¿Quién no ha visto películas del oeste y jugado a indios y a americanos?




Nos encontrábamos viendo las montañas que rodean el valle del cementerio de Sad Hill, mítico lugar donde “El Rubio”, “Sentencia” y “Tuco” se retaban para encontrar la tumba que escondía 200.000 $ en oro….



¿No sabéis de que hablo? Es una de las escenas más míticas de uno de los mejores western: “El bueno, el feo y el malo” con una música que está grabada en la memoria de cada uno de nosotros. 




Iniciamos un descenso vertiginoso y allí nos plantamos a rememorar y recordar escenas de la película.




Tras las múltiples fotos realizadas, ahorcados incluidos, proseguimos la ruta descendiendo por pista hasta Contreras y viendo los restos de un árbol fosilizado de más de 120 millones de años.



Subidas cortas pero intensas a través de los sabinares del Arlanza hasta llegar a Retuerta, pueblo muy próximo a Cobarrubias, el cual visitamos el sábado, pero que no era punto de paso de esta ruta y tras tomar carretera asfaltada iniciamos ascenso de unos tres kilómetros para llegar a otra zona de sabinas y disfrutar de una trialera preciosa que nos lleva al pueblo escondido en un valle, Ura.


Es en esta localidad donde sale el sendero que te adentra en el cañón del Mataviejas, ciclable prácticamente en su totalidad que en media hora te lleva hasta Castroceniza por un recorrido precioso y con buitres sobrevolando continuamente a nuestro alrededor… daba miedo echarse la siesta por si bajaban.



De nuevo nos vemos obligados a tomar carretera para llegar ahora por el denominado camino de las ermitas a Quintanilla del Coco, visitar la Ermita de Nuestra Señora de las Naves, dónde se afanaba en restaurar un mueble de la misma una restauradora, y es por ello que pudimos verla abierta..



 Y a través de un llano de cebada llegamos a la ermita de Santa Cecilia. Esta es una auténtica joya, ermita prerrománica de finales del IX principios del X, una auténtica preciosidad situada sobre una loma que resalta aún más su belleza en soledad.




Allí la tranquilidad del grupo se turbó con una llamada procedente del Hotel dónde teníamos las cosas y si bien generó cierta inquietud, al final todo terminó bien, aunque esto daría para otra crónica.



Estamos tan solo a 10 km del final, nos queda una “cuesta” y luego bajar hasta el desfiladero de la Yecla y de ahí al hotel...




Pero ojo, hace calor y la cuesta se llama Alto de la PedrajaPedazo subida, por terreno suelto, rampones del 15 %, calor, final de ruta… tanto es así que por un descuido Jesús y Lourdes se nos despistan.



Cuando coronamos vemos que no llegan y el gran Juan no hace sino tirarse por esos rampones hacia abajo para buscarlos. Tras varios minutos de espera nos informa que Jesús ha bajado hasta la Yecla y que ya que íbamos hacia allí, para qué subir de nuevo, pero que Lourdes sube hacia el alto. ¡Bravo Lourdes!.




Nos tiramos por una trialera un poco complicada al inicio, llegamos a Hinojal de Cervera y de allí carretera que pasa por el desfiladero de la Yecla, que visitaríamos tras la comida y llegada a Silos por la puerta del Monasterio y la iglesia de San Esteban.





Aunque Ángel y Toño faltos de subida todavía se atrevieron con unos rampones brutales para llegar a la ermita que está enfrente del Monasterio.




Llegada al hotel, arreglarnos, recoger y corriendo a comer para seguir disfrutando de una gran jornada entre amigos.



Un placer haber compartido la organización y este fin de semana con vosotros. 












sábado, 22 de julio de 2017

Paseo por las historias de San Rafael

La Asociación Centenario volvió a convocar, en colaboración con la Concejalía de Turismo del Ayto de El Espinar, a un nutrido grupo de personas para realizar el Paseo por las historias de San Rafael


Ermita del Carmen - San Rafael - AlfonsoyAmigos


En en esta ocasión arrancó en la ermita del Carmen con una introducción sobre el contexto histórico en el que se construyó la ermita para, a continuación, una vez dentro del templo, oír las explicaciones sobre su historia.



La segunda parada se realizó en el albergue juvenil, antigua iglesia de San Rafael, que fue desmontada piedra a piedra y reconfigurada como residencia del ilustre médico José Goyanes.




En la plaza del Coyote (Cerrillos Redondos) escuchamos historias sobre hoteles y personajes de nuestra intrahistoria fondillera para, a continuación, dirigir nuestros pasos frente a lo que fue el Gran Hotel y recibir las explicaciones sobre la presencia de Alberti en San Rafael.




La visita, de más de dos horas de duración, concluyó en la plaza Castilla. Una actividad muy amena rodeada de intrahistoria, anécdotas y sucedidos de nuestra tierra.

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