La Garganta del Río Moros cierra sus puertas en julio y las vuelve a
abrir a primeros de octubre. AlfonsoyAmigos
es testigo de ello desde hace años.
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Altiplano de las Barandillas |
Nuestra vida es un
continuo abrir y cerrar de puertas. Con cada cierre dejamos atrás cientos de
kilómetros, miles de pedaladas, millones de momentos compartidos con los
amigos. Y al abrir una nueva, creamos expectativas, ilusiones, ocasiones para
disfrutar cómo y con quien queremos, en un entorno privilegiado.
¡Eh, eh! Para, para, que empiezas a filosofar.
Vale, vale… me contengo. Vayamos
al principio de la jornada y a las 8,30 para dar la bienvenida a los que acuden
a la convocatoria:
Andrés, Enrique, Juan
Carlos, Juan Patricio, Luis Ángel, Luis Ángel JR., Nacho, Patrick, Pawel,
Ramón, Santi, Toño y Alfonso.
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Puente del ferrocarril
Apeadero del Gudillos |
Se dejan ver las primeras
mangas largas, más ropa de abrigo de lo habitual, algún pantalón pirata e
incluso alguna pernera larga. Habrá quien inicie la ruta con cortavientos y la
finalice sin habérselo quitado.
¡Garganta del Río Moros
allá vamos!
Un grupo animoso de
ciclistas se aleja del centro de San
Rafael en dirección al apeadero de Gudillos y a la altura de las
instalaciones de Iberpistas ya llega por walkie el primer aviso de alguna
pequeña avería. Habrá más avisos durante la ruta.
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Fuente de los Aserradores |
Desde el primer momento y
ya de camino hacia la Fuente de los
Aserradores se aprecia un ritmo bastante vivo de pedaleo.
Nos alejamos de la Puerta
de Campanillas para atacar el primer ascenso duro. Nos acompaña una mañana
fresca, muy agradable para mi gusto, no tanto para los compañeros, pero pronto
entraremos todos en calor.
Fuerte desnivel, mucha
rama suelta y sendero muy roto que apenas deja posibilidad de una trazada limpia. El grupo se
estira y asciende lento en fila india, dejando a la derecha el Arroyo del
Cuervo.
Aprovechamos para
reagrupar y quitarnos algo de ropa de abrigo, no mucha, pues ahora tenemos un
rápido descenso y te puedes quedar frío.
Hemos alcanzado la pista
de la garganta y la volvemos a abandonar para coger variante, suave al
principio entre jaras, en un entorno muy agradable, pero después el camino
empieza a tomar desnivel y el esfuerzo es obligado. Tal vez lo recordaba más duro de lo que ha
parecido en esta ocasión para todos.
Nuevamente en la pista
principal, lo que permite rodar con fluidez, en ocasiones agrupados y otras
acicateados por un Andrés que, no es la primera vez, se lanza al frente para
provocar que le sigan y después renuncia a seguir a los que ya van lanzados.
Nos reagrupamos, huyendo
de la sombra, a la vista del Refugio de la Vaqueriza, donde son obligadas
algunas fotitos. Se nota que llevamos buena marcha, pues es muy pronto y ya
hemos recorrido gran parte de ruta.
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Fuente de la Chispa |
Poco más adelante una
nueva parada, muy breve, solamente para coger agua en la Fuente de la Chispa
que, a diferencia de los arroyos cercanos, no está seca.
Tenemos a la vista el
Embalse del Tejo, pero se aprecia con claridad que las lluvias se están haciendo de rogar a estas alturas del año.
El ascenso al Collado de
Marichiva nos desafía por la derecha y solamente Luis Ángel JR. (No sé si algún compañero más) aceptan
parte del reto pero para regresar a los pocos minutos junto al resto del grupo.
Doy aviso a todos de que en breve nos
llega el desnivel más duro del día, pero al grupo se le ve animado y confiado.
La intención es alcanzar
el altiplano de las Barandillas Altas,
pero por la senda que siempre recorremos en peligroso descenso.
Reconocemos el inicio del
camino porque es zona que acumula mucha piedra suelta, pero no parece
intimidar. Se lanzan en el intento Toño, Patrick… y se les ve subir con cierta
fluidez en los primeros metros. El resto les seguimos la pista, no parece en
principio tan difícil.
Pero tras superar la
primera curva, cuando el camino toma mucho más desnivel y coincide con la parte
más rota y seca, los que vamos detrás ya vemos a los delante resbalar y poner
pie en tierra. Todos los compañeros lo
intentan, pero el resultado es el mismo, resbalón y pie en tierra.
Son veinticinco o treinta
metros que habrá que empujar la bicicleta o cargar con ella como JR. Juan
Carlos insiste a tramos, cabezón como él solo.
Cuando el camino ya se
presenta con las piedras más asentadas volvemos a montar y retomamos el ascenso,
que sigue siendo muy duro pero asequible. Uno tras otro avanzamos y nos da
confianza.
Me adelanta Juan, que se
ha dado cuenta de que ha pinchado la rueda delantera. Lo normal sería detenerse
y realizar la reparación, máxime teniendo en cuenta que la rueda ya ha perdido
todo el aire, pero de Juan se puede esperar cualquier cosa.
Sin detenernos le aviso de
que podría rajar la cubierta o dañar la llanta, pero Juan pedalea y pedalea con
claro esfuerzo que no le hace renunciar. Avanza corrigiendo los quiebros
involuntarios que provoca una cubierta totalmente floja que se niega a rodar.
¡Señores ha llegado arriba!
en las peores condiciones imaginables, realizando un esfuerzo que solamente
Juan es capaz de realizar. ¡Bravo!
El esfuerzo de todos ha
merecido la pena y las felicitaciones no faltan. Nacho me cuenta lo satisfecho
que está de acompañarnos… y nosotros de que estés en el grupo.
Ya son conocidas pero
volvemos a disfrutar de las formidables vistas a las curvas de la Mujer Muerta
y de un sol que te invita a tumbarte relajado en el suelo.
Santi se resiente de
sobrecarga en una rodilla, pero seguimos adelante, cruzando el Río Moros y
desechando la opción de subir a los Ojos.
El descenso por la solana, la zona
alta de la Garganta es rápido, divertido y nos permite acercarnos una vez más al Pino
Cardosillo para sacar nuestra foto de recuerdo.
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Pino Cardosillo
Garganta del Río Moros |
A la altura de Puente
Negro nos abandona Santi, que prefiere no forzar la rodilla y le acompañará
Ramón. Más arriba, junto a la Casa Forestal de Campanillas, el que nos deja es
Nacho.
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Pino Cardosillo
Garganta del Río Moros |
El resto seguiremos recorriendo
variantes que nos llevan a la “alfonsina”, a pasar junto al depósito de agua de
San Rafael, (comprobando que ya han
cerrado la zanja que se produjo meses atrás), y descender hacia Arroyo
Mayor, a las puertas de San Rafael y de Las Farolas, donde tendremos nuestro
fin de fiesta... viendo ganar al Atlético.
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En el restaurante Las Farolas
San Rafael |
Ruta formidable, empate del Madrid, descalabro del Barcelona y triunfo del Atlético. ¿Qué más se puede pedir?. Lo siento, ¿se me notan los colores?