Cueva Valiente, emoción al máximo

Texto: Luis Ángel

Dos escollos importantes nos esperaban el domingo, por una parte el intenso calor anunciado, por otra ese reto importante que siempre supone subir Cueva Valiente.

AlfonsoyAmigos junto al hito de Cueva Valiente

En el Paseo Rivera de San Rafael nos encontraríamos a las 8:30 los amigos que hoy podríamos emprender esta excursión. Allí estaríamos Alfonso, Andrés, Ángel, Eva, Félix (que se nos une por primera vez a ruta dominical), Ferluy, Jorge, Juan Carlos, Juan Patricio, Miguel Ángel, Patrick, Pawel, Toño y Luis Ángel.

Y como no queriendo pensar en lo que nos esperaba pusimos rumbo hacia uno de los primeros objetivos intermedios que era Peña el Águila.

Foto: Luis Ángel

El ritmo hoy parece más vivo que días anteriores, estamos a inicio de temporada con compañeros que vuelven de vacaciones y sin embargo parece que la forma de algunos hace que el grupo pedalee con cierta soltura y con alegría.

Cueva Valiente desde el Mirador de Peña el Águila

Empezaríamos subiendo como en otras ocasiones junto a Arroyo Mayor para alcanzar el Mirador de Peña el Águila, adonde normalmente hacemos una parada para dosificar los primeros esfuerzos. Sin embargo el grupo que parece tener una fuerza más de lo normal continúa prácticamente sin parar y sin más, algunas unidades continúan hacia Collado Hornillo.

Mayor sorpresa sería comprobar que parte del grupo tampoco se detiene al inicio de la Cañada Leonesa, donde es habitual parada casi obligada en todas y cada una de las excursiones, y comienza a subir con mucho ritmo. En esta subida hacia Collado Hornillo como ya es sabido cada uno pone su propio ritmo, cada uno lleva su propio esfuerzo y por eso el grupo se estira más de lo habitual.

Aquí las unidades son individuales, grupitos de dos, de tres, pero cada uno intenta llegar arriba con esfuerzo pero guardando fuerzas para lo que queda a lo largo del día  que es mucho y muy duro. Al llegar al Collado Hornillo ahora sí parece que hay una parada para reponer algo de fuerzas y tomar algo de alimento. No en vano el calor empieza a apretar incluso desde primeras horas de la mañana. Es en este punto cuando Alfonso comenta que sería bueno llevar un ritmo menos exigente debido a que hay compañeros que vuelven de vacaciones y llevan tiempo sin montar. Tomemos nota.

Tras unos minutos de descanso decidimos retomar nuestra excursión dirigiéndonos ahora hacia Peguerinos siendo en este punto donde algunos deciden bajar por carretera y algún otro con Juan a la cabeza bajamos por esa trialera que debido al terreno tan seco parece incluso un poco más peligrosa de lo normal. Sería ya más abajo, donde el sendero se hace más divertido y sinuoso, cuando el grupo se reuniría para hacer esa senda que tantas veces hemos tomado.

Nos dirigimos en este punto ya por carretera hacia las inmediaciones de los campings Valle Enmedio y La Nava conscientes de que el objetivo máximo del día cada vez está más cerca y por ello el ritmo ahora parece más suave yendo todos mucho más reunidos y disfrutando de alguna manera de las zonas de umbría que encontramos por los pinares.

Nos encontramos ahora ya en la pista forestal que nos llevaría hacia Gargantilla. El ritmo sin ser lento es un ritmo que permite ir con una conversación amigable, distendida, eso si en busca de agua porque el calor sigue apretando y cada vez va a más.  

Otra de las paradas habituales en el Embalse de Cañada Mojada donde disfrutaríamos de uno de los paisajes mejores del día.

Embalse de Cañada Mojada
Foto: Luis Ángel

Reanudamos la marcha aunque tendríamos una breve parada en una de las fuentes de esta pista forestal para coger agua y refrescarnos un poco de cara a dirigirnos ya ahora así hacia Cueva Valiente. Nuestro objetivo máximo. Antes algunos de los integrantes de la ruta de hoy encabezados por Ferluy decide en vez de llegar a Gargantilla por la pista forestal acometer la subida por esa trialera de Arroyo Chuvieco que pone a prueba habilidad y piernas en más de un tramo.

AlfonsoyAmigos en el Embalse de Cañada Mojada
Foto: Juan

El grupo se vuelve a unir en Gargantilla y prácticamente sin parar como para no querer demorar ni pensar de ninguna manera la subida, empezamos lo que sería el gran reto de la jornada.

Recuerdo empezar junto a Andrés y a Alfonso como primeras unidades y detrás de mí siento la rueda de Pawel. El primer enemigo del día ya lo teníamos encima, el calor, el segundo nos vigilaba desde arriba desde aquella cima que nos esperaba como desafiante por si no éramos capaces de llegar.

Foto: Miguel Ángel

En el primer tramo de la subida me permití el ir aconsejando a Alfonso como dosificar un poco el esfuerzo, las pulsaciones, el dolor muscular de las piernas y parece que con ello y distrayendo de alguna manera el sufrimiento íbamos subiendo con gran esfuerzo. 

Luis Ángel en el Embalse de Cañada Mojada
Fotaza a cambio de aliento (Alf)

Eso sería la primera parte de la subida donde el terreno muy deteriorado aunque ciclable, permiten avanzar. Pero llega un momento donde las piedras sueltas y el tamaño de las mismas dificultan casi por completo el poder continuar encima de la bicicleta.

Hasta aquí el esfuerzo ha sido muy importante, pero no nos olvidemos, todavía queda casi lo peor. Y lo peor queda porque el hacerte descabalgar de la bici por lo roto del terreno hace que pierdas el ritmo y que las pulsaciones ya no puedan ser controladas como cuando vas a tu ritmo encima de la bicicleta. A partir de ahora cada uno tendría que esforzarse al máximo, ya casi no valen ni ánimos ni compañeros, eres tú sólo contra ese terreno destrozado

Juan, Ángel Sierra y Pawel coronan primero, Miguel Ángel, Toño y yo después, y cuando llegamos arriba aunque esta cima ya la hemos visto en muchas ocasiones la emoción se desborda.

Más todavía cuando vemos llegar a compañeros, uno tras otro, Eva con su sonrisa de siempre, Andrés, Alfonso y Ferluy con determinación, Jorge, Juan Patricio y Félix contentos por llegar, Patrick que parece llegar muy castigado, pero su valentía lo compensa todo,  en definitiva todos con esa cara de esfuerzo con ese pundonor y con ese empeño, la emoción prácticamente se desborda en todos y cada uno de nosotros.

AlfonsoyAmigos en Cueva Valiente
Foto: Miguel Ángel

Ninguno ha desistido, ENORME grupo que decidió vencer ese reto de hoy.

Podría decir que alguno vi con los ojos llorosos. Yo mismo, donde casi me emociona más ver llegar a todos y cada uno que a mí mismo.

Creo que por muchas veces que lo subamos Cueva Valiente puede ser una de las gestas más importantes de la temporada de AlfonsoyAmigos, los abrazos y las felicitaciones por haber conseguido volver a estar ahí arriba se suceden. Las fotos obligadas y el aplauso que nos dimos por haber llegado allí como si hubiéramos llegado un solo hombre, marcan la emoción al máximo del día.

Preferíamos bajar por la misma pista que habíamos subido y aquí el comentario sería que "como no va a costar la subida si la bajada se hace tan larga y las pendientes son prácticamente del 10-12% de media", yo mismo en algún tramo llegué a medir pendientes del 16%.

Junto al hito de Cueva Valiente
Foto: Miguel Ángel

Una vez en Gargantilla, Alfonso nos quiere enseñar una de las fuente de Jesús Bellver, la que se encuentra, según bajamos, en el sendero hacia la Cueva del Valiente, y allí nos dirigimos donde reponemos una vez más nuestros bidones y nuestras mochilas con agua bien fresca para afrontar por terreno divertido pero exigente a la vez nuestra última parte de la ruta.

Volveríamos a repetir como la semana pasada el sendero que Toño y Juan nos enseñaron y que desemboca en el Camino del Ingeniero. Los que no conocían este nuevo sendero lo disfrutan especialmente y creemos que será recorrido en varias ocasiones durante todo este año. Ya se habla de hacerlo de subida, el tiempo dirá.

AlfonsoyAmigos en el Refugio de Cueva Valiente
Toño, ¿dónde te has metido?

Estamos camino de vuelta a casa y aunque El Ingeniero se disfruta como siempre, hoy parece más duro, ya que las piernas han sufrido mucho y el calor ya es muy intenso si bien es cierto que por estos parajes con tanta sombra el calor ha dejado  casi de ser el enemigo que fue hasta que coronamos Cueva Valiente.

Otra foto junto al hito de Cueva Valiente
El que va en descenso en Félix, y el que asoma por la derecha Jorge, Je Je

Un pequeño susto con Ferluy que golpea con su pie una tocona en el camino y que le dejará dolorido para los últimos tramos de la ruta. Más tarde sabríamos que no tendría mayores consecuencias.

Fuente de Jesús Bellver Marqués

Una sensación extraña se apodera de varios de nosotros. Por una parte se agradece terminar la ruta, por otra, cierta pena de que se acabe una ruta semejante donde habíamos desafiado y vencido a nuestros dos enemigos del día.

Podríamos seguir describiendo el día, la ruta, pero no, hagamos una definición rápida: Emoción al máximo.

La alegría al final con las felicitaciones y abrazos, ponen fin a una jornada grande. Nos merecemos un rato de comentar la jornada, de tomar algo todos juntos en La Casona y de enorgullecernos de dos cosas: de la ruta de hoy y de poder compartirlo con este genial grupo de AlfonsoyAmigos.

La semana que viene AlfonsoyAmigos se desplaza a Teruel para un fin de semana que promete ser magnifico. Dos rutas por la Sierra de Albarracín y mucho tiempo para compartir durante estos dos días.

Gracias a todos amigos por una ruta memorable, y por el esfuerzo que hicimos todos juntos en coronar Cueva Valiente. 

Consulta nuestro track

Ibuprofeno y bicicleta

Ya en otra ocasión, hablando de pasada sobre el dopaje, recordaba lo que contaba Federico Martín Bahamontes:

“-¿Dopaje? Yo corría a base de carajillos. No me fiaba de nadie. Es más, me preparaba mi propia bomba. Al margen del bidón de agua, café o té, en una petaca de aluminio que llevaba en mi bolsillo trasero, me preparaba un mejunje, que era una especie de carajillo: dos cafés, media copa de coñac y un chorrito de Cola Astier, (una variante de cola y regulador del ritmo cardiaco) y Agua del Carmen. Cuando faltaban 50 kilómetros para la meta, yo sacaba mi petaquita y ¡zas! Para dentro y ya tenía excitación suficiente. Volaba.”

Se dice, se cuenta, se rumorea, que Helenio Herrera, jugador y entrenador de fútbol, tenía mucha confianza en el ácido acetilsalicílico, tanto es así, que antes de cada partido los terapeutas del Inter preparaban un termo con café italiano (fuerte) en el que se disolvía aspirina y otros fármacos que se vendían libremente en la época, para hacérselo beber a los jugadores antes de cada partido.

Tengo entendido que la aspirina con cafeína, la “cafiaspirina”, se sigue comercializando, pero en la actualidad se considera doping.

Con el tiempo supimos que la aspirina podía causar cierto tipo de úlceras estomacales y algunos males mayores. “Recuerdo que de niño las masticaba con gusto cuando mi madre me la daba para aliviar algún dolor fuerte”.

Y se convirtió en habitual para muchos dar el salto al Ibuprofeno, con propiedades antiinflamatorias, antipiréticas y analgésicas, con menos efectos secundarios que la aspirina.

Todo esto, viene a cuento de que he sabido recientemente que, para algunos amigos deportistas, es costumbre tomarse un ibuprofeno antes de salir a ejercitar, bien en bicicleta o simplemente corriendo. Lo utilizan para aliviar pequeñas molestias antes del ejercicio o pensando que el cuerpo aguantará mejor el esfuerzo.

Anuncio de 1916
Linimento para masajes musculares

Miro, consulto, pregunto al respecto y saco en conclusión que este hábito es “realmente peligroso para nuestra salud”.

En contra de lo pensado inicialmente, la ingesta de antiinflamatorios puede afectar negativamente al rendimiento y a la posterior recuperación. Puede provocar fallos renales e incluso un mayor daño muscular y tendinoso que puede dar lugar a lesiones.

Calentamiento previo suave, estiramientos después de cada prueba realizada (mejor después de la ducha, con los músculos algo relajados), alimentación equilibrada y variada (sobre lo que ya no merece la pena insistir)  e intentar no caer en el sobreentrenamiento.

Por mi parte queda dicho… allá cada cual.

ooOoo

Y cuando aún nos lamentamos por no poder acudir a la Garganta del Río Moros, nos enteramos de que en Aguas Vertientes, la ladera más cercana a San Rafael, se han iniciado las obras y preparativos para el próximo rodaje de otra película.

Daniel "Forlán" en la
Fuente de los Gabarreros
San Rafael

Si os acercáis por el lugar, tal vez buscando la Fuente de los Gabarreros, pronto encontraréis a vigilante de seguridad que os impedirá aproximaros a los materiales que por allí empiezan a almacenarse.

Peor aún, se nos dice que a partir del lunes 5 de septiembre y hasta muy avanzado el mes, se impedirá el acceso al lugar por la entrada junto a la Fuente de la Virgen de las Nieves y la que existe junto a la Cerca de las Monjas.

Parece ser que el lugar resulta muy del agrado de los "localizadores de exteriores", pues apenas rodarán unas decenas de metros más allá de donde se rodó El Laberinto del Fauno.

Se diría que entre los unos y los otros, quieren "echarnos de casa" y no dejarnos disfrutar de lo más bello que tenemos, los pinares.

ooOoo

Sábado 3 de Septiembre (¿ya estamos en Septiembre?)

Quedaremos como siempre en el Paseo Rivera de San Rafael 

Hora:  10,00

Ruta disfrutona de poco más de dos horas.

Refugio de Cueva Valiente
AlfonsoyAmigos en Julio de 2015

Domingo 4 de Septiembre

Hora de inicio de ruta: 8,30

Lugar de encuentro:  Paseo Rivera de San Rafael

Nos deslizaremos con sigilo junto a la Cerca de las Monjas, seguiremos el cauce (ahora seco) de Arroyo Mayor, alcanzaremos el Mirador de Peña el Águila y seguiremos pedaleando al encuentro del alto de Cueva Valiente.

¿Te lo quieres perder?

MTB al Refugio de la Salamanca 2016

Último fin de semana de Agosto y tal vez lleguen a su fin las vacaciones estivales para algunos que ya regresan y para otros que lo harán en breve, pero AlfonsoyAmigos continúa con sus Rutas de MTB. Todos saben dónde nos dejan al marchar y donde nos encontrarán al regresar.

AlfonsoyAmigos en el Refugio en el Cerro de la Salamanca

Los que partieron lejos nos echaron de menos, seguro, y los que tuvieron “la fortuna” de veranear sin alejarse demasiado, pudieron seguir compartiendo nuestras rutas.

Ya llevamos algunas fechas preparando una nueva escapada de fin de semana, esta vez a la Sierra de Albarracín, en Teruel, pero mientras llega ese día… en la ruta de hoy nos encontramos:

Andrés, Ángel, Eva, Juan Carlos, Juan Patricio, Santi, Toño, Alfonso, celebramos el regreso de Luis Ángel y de Luis Ángel JR. y nos alegra ver de nuevo a José “Kona”.

Alto del León

Ayer mismo se comprometió alguno más a acompañarnos, pero hoy no han aparecido. Parece ser que el seguir quedando a las 8,30 se hace duro para más de uno y, sin embargo, varios compañeros han subido desde Madrid sin poner objeción.

La convocatoria del jueves daba pocas pistas sobre la propuesta y destino, tal vez ninguna, pero todos acudimos teniendo conciencia de que disfrutaremos juntos de otra estupenda ruta ciclista.

Junto a la Fuente de la Hondilla

La verdad es que el objetivo de hoy lo conozco desde hace días y no lo escondo cuando me preguntan: Subir al Cerro de la Salamanca.

Tal vez lo natural hubiera sido coger una vez más la Cañada Leonesa hasta el Collado Hornillo, pero los compañeros ven cómo les dirijo, primero hacia Gudillos y después en ascenso por la “alfonsina”.

En la boca de la Mina de Wolframio

Rápidamente se ponen en cabeza aquellos que muestran un moreno de piel envidioso. Les seguimos el resto con ganas, por supuesto, pero tal vez sin la ansiedad provocada por el regreso a la bicicleta quizá añorada en las vacaciones.

Boca de la Mina de Wolframio

En ascenso a buen ritmo pero manteniendo charla con el compañero que llevas al lado. Y así se mantiene el grupo mientras damos pedales, comentando sobre las bicicletas eléctricas (tema que traerá cola) el próximo rutón o el calor que ya hace a primera hora de la mañana… sin apenas detenernos porque vamos agrupados... y porque Eva no nos deja. (Un besote)

Junto a la boca de la Mina de Wolframio

La pista que conduce a la Casilla del Peón Caminero debería ser, a mi entender, la más cuidada por el Municipio después de la pista forestal entre San Rafael y El Espinar y, sin embargo, el terreno no presenta buen aspecto y es peligroso de circular en algunos tramos. Los peores, en punto de referencia por donde se accede al Camino del Arcipreste.

El grupo se estira algo más cuando atacamos el ascenso al Alto del León que ya todos conocemos, evitando así desde hace años el recorrido que antes hacíamos por carretera. El terreno está muy seco en el último tramo y la tierra suelta provoca alguna puesta de pie en tierra.

Eva llegando al Cerro de la Salamanca

Aparecemos por detrás de la antigua Casa Hilario y cruzamos con precaución el Alto del León, donde los vehículos pasan a mayor velocidad de la recomendada. Instalaciones militares e iniciamos recorrido por el Camino del Viacrucis.

No podemos desperdiciar la ocasión de detenernos en la Fuente de la Hondilla, refrescarnos y tomarnos el primer descanso.

Juan llegando al Cerro de la Salamanca

Próximo destino el Collado de la Mina. La pista que recorremos fue arreglada hace pocos años y aún permite un buen rodar a pesar de los fuertes desniveles que se afrontan, que se hacen largos para los menos “pisteros”.

Porche del Refugio de la Salamanca

El Embalse de la Jarosa, la Cruz del Valle de los Caídos, Madrid al fondo. Estupendas vistas que disfrutamos sin dejar de dar pedales.

Refugio en el Cerro de la Salamanca

Superamos el Collado de Lagasca, protagonista de otros descensos, y delante de nosotros nuevos desniveles que superar que atacamos sin detenernos. Yo ya no me puedo permitir marchar en cabeza y el grupo parece seguir por inercia.

Alfonso y Santi llegando al Cerro de la Salamanca

Al llegar al Collado de la Mina hago esfuerzo por acelerar y dar aviso de parada. (Un recuerdo cariñoso para Ferluy en este punto). Eva no conoce la boca de la antigua mina de wolframio y no faltan voluntarios para enseñarla. Aprovechamos para hacernos foto con otro grupo al que enseñamos la localización.

Y se inicia el ascenso al Cerro de la Salamanca por uno de los senderos más estrechos y pedregosos de la zona. Piedras y pedrolos de todos los tamaños, recorrido ideal para los más habilidosos que parece haber sido superado íntegramente por Juan y Toño…tal vez alguno más, y a tramos largos por el resto, aunque las ramas bajas y vegetación abundante han complicado mucho el logro. Algunos hemos salido con rasguños del ascenso.

Juan y Ángel en el interior del Refugio de la Salamanca

El día impresionante, claro pero con viento junto al Refugio de la Salamanca, que cada año conserva menos tejas en su techado y amenaza con venirse abajo.

Momento ideal para tomarnos un breve descanso, disfrutar de las vistas y hacernos esas fotos que quedan como testigo de nuestros esfuerzos.

En esta ocasión descendemos por la ladera sur, siguiendo a José por algún escondido sendero o campo a través hasta llegar al Bunker de los Ferroviarios, en la zona del Quemado de las Mulas, que fue rehabilitado no hace mucho. Siempre nos gustan las fotos en este punto. Cambian las caras, pero no las sonrisas que reflejan.

Siguiendo alambrada descendemos al Collado Hornillo por camino trialero que cada uno supera como su habilidad le da a entender. Y en cuanto nos reagrupamos seguimos descendiendo por ese sendero que ya todos hemos recorrido miles de veces pero que disfrutamos en cada ocasión.

Toño en descenso por ladera sur del Cerro de la Salamanca

Bordeamos el Camping Valle Enmedio por la derecha y nos adentramos en los pinares hasta alcanzar el pequeño Embalse del Prado del Toril, que en esta ocasión encontramos a un nivel bajo de agua. El calor aprieta y más de uno nos quedamos con ganar de meter al menos los pies en remojo.

Ángel en descenso por ladera sur del Cerro de la Salamanca

La ruta nos lleva en ascenso siguiendo casi el cauce del Arroyo Prado Toril que, cuando lo vadeamos, está completamente seco.

En el Bunker de Ferroviarios

La gran explanada en las Navas del Toril nos permite otro breve descanso a la sombra y todavía hay quien se aleja hasta las rocas para hacerse unas fotos.

Suave ascenso al que le sigue disfrutar de trialera hasta llegar a pista forestal y a nuestra izquierda fuente que si nos ofrece agua fresca.

AlfonsoyAmigos en el Bunker de Ferroviarios

Unos por la pista y otros disfrutando de sendero habilidoso junto al Arroyo del Chuvieco, pero todos nos encontramos, casi a la par, en el Collado de la Gargantilla.

Toma de agua en la Fuente de Gargantilla o de Jesús Bellver y el descenso más complicado de la jornada que, sin embargo, superamos muchos sin poner pie en tierra. La adrenalina fluye por nuestras venas y nos produce una satisfacción realmente agradable.

Embalse del Toril

Tenemos en mente el sendero que nos mostró Galo en reciente ocasión y Toño sugiere tomarlo para enseñarlo a los que no estuvieron entonces. No hay discusión.

En punto alto tras breve repecho y en zona que encontramos en estado lamentable, una más, giramos hacia la Fuente de los Arteseros, remontamos un breve repecho y cogemos ya sin pérdida el sendero deseado. En suave descenso, con apenas un par de puntos conflictivos y siempre disfrutón a tope.

Alfonso se refresca por dentro y por fuera gracias a Santi

Casi dos kilómetros que nos sitúan en cruce con el Camino del Ingeniero y que ahora recorremos dirección San Rafael.

A la altura de la Fuente de Peña Morena detenemos la marcha, reagrupamos y felicitamos por el rutón y por haber acabado sin incidentes (no podemos esperar a finalizar la ruta).

Suave descenso hasta llegar a La Casona, donde disfrutaremos de varias rondas de cervezas y refrescos, estupendas viandas y nos invitarán a una más. El alborotar el gallinero con nuestras risas se da por conocido.

El Track de nuestra Ruta de hoy

En La Casona disfrutando de las merecidas cervecitas

Nos vemos en los caminos.