De El Escorial a Robledo de Chavela
Cinco siglos atrás, Felipe II compró La Herrería, La Ferrería, Fuentelámparas, La Fresneda y otras fincas colindantes para crear una gran dehesa que embelleciera la obra del Real Monasterio, para el propio disfrute, el de sus súbditos y la admiración de quien pudiera contemplarlo.
Ayuntamiento de Robledo de Chavela |
En aquella época
deambulaban por estos terrenos grandes osos y otras importantes piezas de caza,
pero han sufrido evolución en su especie dando paso a los bici-osos, (que hay que dar de comer
aparte). Qué hubiera dicho el monarca de haber alcanzado a ver a AlfonsoyAmigos durante alguna partida
de caza de su tiempo.
Las nieves se resisten a
abandonar los terrenos espinariegos y optamos una vez más por dejarnos caer por
la cara sur de la Sierra del Guadarrama.
Quitas agua de un agujero hecho
en la arena de la playa y nueva agua toma su lugar. Cualquiera diría que todas
las gotas son iguales y, sin embargo, cada una es diferente y forman un todo.
Ermita de la Virgen de Gracia |
Tenemos ausencias
anunciadas de compañeros y otras que surgen espontáneas y, sin embargo, nueva
agua se desliza por las orillas del agujero para unirse al resto. Hoy acuden la
cita:
Andrés, Ángel, Chicho,
Chupo, Enrique, Ernesto, Eva, Juan Carlos, Juan Patricio, Paco, Patrick, Rafa, Samuel,
Santi, Toño y Alfonso.
Abandonamos el
aparcamiento dejando a nuestras espaldas el Real Club de Golf de la Herrería y enfilando hacia la Silla de Felipe II. Nuestras monturas
ya se conocen el camino.
La euforia de las primeras
pedaladas no nos deja fijarnos con detenimiento en la ermita que dejamos a
nuestra derecha, la de la Virgen de
Gracia, que a la vista no da impresión de tener mucha antigüedad. Os
contaré que esta ermita fue reconstruida en 1945 gracias al entusiasmo de
vecinos y veraneantes. La imagen
original era anterior a 1567, pero fue quemada en el año 1936 y encargada una
nueva talla a Mariano Benlliure en
1941.
El Monasterio de El Escorial en 1880 |
Recorremos dominios de San Lorenzo de El Escorial (la Virgen de Gracia es su Patrona) y por
muy épica que pudiera resultar nuestra ruta, muy mal se nos tendría que dar
para llegar a sufrir lo que este Santo cuando fue martirizado en una parrilla
en el año 258. Conociendo mi enemistad
con el calor, mejor evitaré programar esta ruta en pleno verano.
Superamos la Silla de
Felipe II y seguimos adelante hacia la Cueva del Oso, (digo yo que habría más de uno), y la Casa de los Ermitaños de
Arriba (que se llevaban mal con los
Ermitaños de Abajo).
Pedaleo fluido hasta
alcanzar y tomar variante pedregosa para evitar un tramo de carretera por Pajares,
La Estación y Zarzalejo. No parecía complicado, pero algunos compañeros se nos
extravían al tomar otras opciones habituales.
No nos quita nadie un
tramo duro antes de realizar parada habitual en mirador y desde aquí podemos
ver perfectamente el trayecto que haremos hoy de ida y de vuelta. Allá vamos.
La siguiente parada junto
a la curva a izquierdas que coincide con el Arroyo de la Pontezuela. Siempre
vemos en este punto un depósito de agua y unas colmenas. Hemos alcanzado el punto más alto de la
jornada (1174 m).
Atravesamos dos kilómetros
de zona forestal muy agradables que nos llevan por la Umbría de Matarrubia
hasta cruce con otra pista que tomamos hacia la izquierda. Hoy no hay charcos
en la zona.
Descenso rápido,
divertido, peligroso a veces por la cantidad de piedra suelta que allí se
acumula. El camino se convierte en sendero habilidoso en algunos tramos. Las
vistas espectaculares. El sol brilla sobre nosotros.
Cogiendo pista forestal Foto: Enrique |
Aparece de nuevo una pista
que coincide con el GR10 y el Camino de
El Escorial, que fue arreglado hace unos años pero ya está muy deteriorado
por el frío y la lluvia. Próximo destino: Robledo
de Chavela.
En anterior ocasión
realizamos algunas variantes para intentar evitar zona urbana, pero hoy nos
empeñamos en cruzar por el centro, realizar visita turística y hacernos foto
junto al Ayuntamiento.
Eva Foto: Toño |
Tomamos el Camino de las Casas de las Navas del
Marqués, con la Fuente de la Mariquita
a nuestra izquierda (más seca que la mojama)
y acompañados por fresnos jóvenes. Por delante varios repechos fuertes que
atacar.
Algunos ya realizamos esta ruta el año pasado y conocíamos los repechos que teníamos que afrontar, pero la memoria es curiosamente selectiva y procura no archivar ciertos recuerdos si no resultan muy agradables. ¿Verdad Andrés?
Algunos ya realizamos esta ruta el año pasado y conocíamos los repechos que teníamos que afrontar, pero la memoria es curiosamente selectiva y procura no archivar ciertos recuerdos si no resultan muy agradables. ¿Verdad Andrés?
No habrá más remedio que pedalear
y sufrir, resoplar y ayudarte de piernas, brazos y lumbares para conseguir
coronar el paso del Alto de Navahonda.
Fuerza, habilidad con las piedras del camino, control sobre la respiración y
las pulsaciones, un ritmo que seas capaz de aguantar sin poner pie en tierra y
sabiendo que el siguiente tramo es aún más duro.
Ya estamos arriba, parada,
reagrupamiento y felicitaciones merecidas. La vista se pierde en la lejanía de
un día muy claro.
Casi cuatro kilómetros de
descenso rápido y divertido hasta el objetivo de nuestra ruta, siendo necesario
a tramos tener precaución y pericia para no caer.
Patrick en pleno esfuerzo Foto: Toño |
Estamos frente a la ermita
de Nuestra Señora de Navahonda (patrona de Robledo de Chavela), que data
de los siglos XVI-XVII, cuando Robledo de
Chavela pertenecía aún a Segovia.
Fuente la Mariquita - Robledo de Chavela |
Fueron precisamente segovianos
los que protegieron durante años la talla de la Virgen para protegerla de los
musulmanes. Cuando iba a ser restituida por los robledanos al perder pleito,
las caballerías que la transportaban se negaron a continuar en este punto (la historia dice que por intercesión de la
Virgen) y allí quedó para siempre. Delante del pórtico de entrada podemos
ver un crucero - humilladero de piedra de granito que recuerda el hecho.
Alfonso alcanzando el Alto de Navahonda, a su rueda Eva Foto: Toño |
La ermita nos abre sus
puertas y nos permite hacernos foto junto al altar, con la Virgen de Navahonda que esperamos proteja a AlfonsoyAmigos en esta y próximas rutas.
Nos encontramos en el
ecuador de la ruta de hoy, ya solo queda regresar. Pero no será precisamente en
descenso. Por delante nos vamos a encontrar casi nueve kilómetros de continuo
pedalear sin descanso para recuperar el desnivel perdido.
Dejamos la ermita y
seguimos un tramo de la M-531 que abandonamos para coger el Camino de Zarzalejo a San Martín de Valdeiglesias,
aunque le recorremos en sentido contrario a su nombre.
Desde los primeros metros
sabemos que no será sencillo este tramo. El aire no es un obstáculo, pero el
calor aprieta y estamos muy abrigados. Los toboganes se suceden pero sin dejar
de tomar altura.
Nuestra Señora de Navahonda - Robledo de Chavela |
Los más fuertes en cabeza
y varios pequeños grupos por detrás. Las breves paradas se agradecen, agrupan y
dan un respiro antes de continuar.
Tener la población de
Zarzalejo a la vista da algo de respiro, pero aún queda buen tramo por
realizar.
Ángel y Ernesto disfrutando de descanso al sol |
Cuando la vía pecuaria se
cruza con la M-521 es señal de que tendremos un respiro. Chicho me pasa amablemente un plátano, que me ayudará a recuperar la energía perdida, gracias.
La pista va en suave descenso y anima a apretar la marcha hasta alcanzar la Fuente 1916 de La Estación y Pajares (Zarzalejo).
La pista va en suave descenso y anima a apretar la marcha hasta alcanzar la Fuente 1916 de La Estación y Pajares (Zarzalejo).
Ermita de Navahonda - Robledo de Chavela |
Las piernas van reclamando
ya el final de ruta, pero nos quedan 4 kms para retomar altura, situarnos
nuevamente por encima de la Silla de Felipe II y tomar ahora trialera en
descenso.
En la Fuente 1916 de Zarzalejo |
En zona complicada Eva se
llevará un revolcón que seguramente ya dolerá en casa. La rueda delantera se me
ha hecho un “buruño”, nos cuenta. Y las risas no faltan mientras le ayudan.
Unos metros más adelante
es Rafa el que acaba por los suelos. ¿Estás bien?, preguntamos. Se me ha hecho un
“buruño” la rueda delantera, bromea.
Confiamos en que el lunes ya se encuentren bien los dos.
Confiamos en que el lunes ya se encuentren bien los dos.
Estamos de regreso en los
coches cerca de las dos de la tarde y con 47 kms en la mochila. Mientras cruzamos abrazos a diestro y siniestro, Chicho
nos contará que hemos tardado y nos hemos detenido bastante menos que la vez
anterior… Hoy el aire no fue un enemigo.
Compartiremos unas cervezas antes de marchar para casa, recordando la ruta de hoy y pensando ya en la próxima.