¡¡FELIZ DÍA DE LA MADRE!!
Se nota que es día especial de celebraciones y que la ruta del viernes ya ha cubierto las expectativas de más de un compañero.
Otros amigos temen el regreso en las carreteras, la
posibilidad de coger un buen atasco y no se animarán a desplazarse.
De ahí que hoy nos juntemos un grupo reducido, pero siempre
dispuestos a compartir risas y pedaladas.
Todavía un par de bajas más de última hora que nos son
avisadas por WhatsApp y en el punto de encuentro aparecemos:
Daniel, Daniel Jr., Juan, Samuel y Alfonso. Minutos más tarde se nos unirá Santi Calleja, pero ahora lo contamos.
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| Refugio del Vivero |
Con una puntualidad que deja de serlo por partir antes de que
sean las 9,00, iniciamos marcha y nos alejamos de San Rafael convencidos de que
nadie más aparecerá.
Nos dirigimos hacia Gudillos al ritmo que impone Daniel Jr.,
que parece tener muchas ganas de llegar a un destino aún desconocido y todos le
seguimos muy a nuestro pesar, incluso avisando de que marchamos demasiado
rápidos.
De camino para la puerta de Campanillas solamente Juan será
capaz de alcanzar y superar al impetuoso joven.
Menos mal que la parada es obligada para superar puerta de
entrada a la Garganta del Río Moros.
En este momento compruebo la llamada que no he atendido
minutos antes y es Santi Calleja, que si que fue puntual y no encontró a nadie
en el Paseo Rivera. Afortunadamente ha cogido el camino correcto y avanza a
nuestro encuentro.
Juan actúa una vez más como mecánico, esta vez con la
bicicleta de Samuel y con ello damos tiempo a que Santi nos alcance y a poder
saludar a Daniel San Román, que quiere ir al Puerto de la Fuenfría y que acepta
nuestra recomendación para cambiar el sentido de la marcha que tenía prevista.
Retomamos camino y enseño a mis compañeros tramo que la
mayoría no conoce y que nos situará a espaldas del Refugio del Vivero. El
paraje siempre es espectacular, pero algunos caminos cuesta reconocerlos por
estar cubiertos de ramas de cualquier tamaño, restos de cortas recientes o
antiguas y las caídas de forma natural durante el invierno.
En las opciones que hoy tomamos nos encontraremos muchos
tramos complicados, senderos que ya han desaparecido definitivamente o que se
han convertido en tremendas zonas pantanosas enfangadas y repletas de peligrosas
ramas. Nos empeñamos en limpiar cuanto podemos a nuestro paso, pero tendrá que
ser labor de este y mucho días más si no se cuenta con más ayuda que la
generosidad de la naturaleza.
Junto al Puente Negro, por el que superamos el Río Moros,
encontramos embarcadero de ganado y uno de los pocos senderos que hoy
disfrutaremos limpios y perfectamente transitables.
Duro ascenso que atacamos con alegría pero con prudencia.
Varios tramos reconocibles con mayor o menor dureza, pero que superamos todos
hasta cruce con la Cañada Real Leonesa, que es el GR-88.
Pero giramos a la derecha y se complicarán más los tramos,
con duros desniveles, agua, barro, ramas hasta situarnos junto al Pino
Cardosillo.
Ahora si que nos tomamos un merecido descanso, mientras una
suave lluvia empieza a caer.
Nuestra intención es alcanzar el Embalse de El Espinar y allá
que vamos.
Alguno nos hemos puesto el chubasquero en previsión de que
caiga mas agua, pero otros aguantarán sin problemas con la manga corta.
El ascenso al Collado de Marichiva ha quedado a nuestra
izquierda y emprendemos ya el descenso con relevos en la cabeza de pelotón.
Es pronto y todos conformes afrontamos descenso por camino
alternativo que nuevamente nos empeñamos en limpiar y disfrutar a la par.
A ratos divertidos y en tramos peligroso, zigzagueo continuo
para evitar que alguna rama se introduzca entre los radios de la bicicleta y te
haga caer.
Seguimos esos caminos que ya nadie puede ver pero que sabemos
que se encuentran bajo nuestras ruedas.
Y hoy nos hemos empeñado en abandonar la pista principal en
la medida de lo posible y así lo haremos para volver nuevamente junto a las
Casas Forestales de Campanillas. Llegando a este punto Daniel Jr. sufre un
doloroso tirón, pero seguirá adelante.
Y no es de extrañar, pues ha procurado ir siempre en cabeza y
afrontar cuanto desnivel se ha presentado, pero es posible que no se haya
hidratado o comido lo necesario.
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| Junto al Pino Cardosillo |
Algún compañero recuerda que hay compromisos familiares
pendientes, pero seguimos llevando buena hora. Los kilómetros van cayendo pero
el ritmo se ha mantenido vivo.
Muchas son las opciones para regresar a San Rafael, todas
divertidas, pero hoy bordearemos la Cerca de Montosa y avanzaremos por sendero
que discurre al margen del Río Gudillos y en el que se nota que las motos ya lo
conocen.
Nuevamente se requiere habilidad y perfecto entendimiento con
tu bicicleta para moverte por estos terrenos.
Ya estamos prácticamente en zona conocida por todos pero al
cruzar arroyo echamos en falta a los dos Danieles, que nos seguían de cerca y
ahora no aparecen.
Llamadas a voces pero no responden. Dejamos las bicicletas en
el suelo y emprendemos regreso en su busca cuando ya oímos voces. Daniel reclama
la presencia de nuestro galeno Santi.
Corremos y acudimos, el joven Daniel se encuentra tumbado en
el suelo y se queja de dolor.
Profesional reconocimiento por parte de Santi en una pierna
muy dolorida.
-- No parece haber nada roto, nos tranquiliza.
Juan y el preocupado padre ayudaran al lesionado a
avanzar cojeando por el complicado terreno. Samuel y yo nos manejamos con dos
bicicletas.
A duras penas se consigue que Jr. monte en su bicicleta y se
deje caer en tramos o empujar en otros (por Juan, por supuesto).
Me adelanto con mi bicicleta y salgo escopetado hacia San
Rafael, mi casa y las llaves de mi coche para regresar con el en busca del
accidentado.
Les acabaré encontrando cerca de Iberpistas y Daniel Jr. ya
consigue dar alguna suave pedalada.
Escoltando con mi coche al grupo llegamos a las puertas del
Restaurante Las Farolas, pero hoy hay más preocupación que ganas de tomar unas
cervezas.
Daniel Jr. y su bicicleta se montan en mi coche y traslado a su casa,
pero ya parece que se recupera. El tirón sufrido se debió juntar con un mal
giro al caer y causó la preocupación. Esta tarde ya nos dicen que se encuentra
dolorido pero bien y en observación.
Todos confiamos en que no haya sido más que un susto.
La salida ha merecido la pena, se ha disfrutado, a Santi le han
salido 48 kms y hemos regresado a casa a buena hora.
