Tan clásica y tan distinta
Andrés, Ferluy, Fernando, Javier,
Jorge, José “Kona”, José Villena, Juan, Juan Carlos, Paco y Alfonso.
Grupo de ONCE que, sin haber
comprado ningún cupón y partiendo del Paseo Rivera de San Rafael, hemos
realizado otra de las Rutas Clásicas
que no podemos borrar del calendario anual.
Difícil comentar la
ruta de hoy sin caer en la redundancia, por mucho que lo intente, puesto que
en los últimos años el mismo recorrido ha caído varias veces en la saca.
La “alfonsina”, por detrás
de Iberpistas, el Camino del Agua hacia la Casilla de Peón Caminero, el ascenso
(ya todo un clásico) hacia la Antigua Casa Hilario, el Alto del León y la
Fuente de la Hondilla vuelven a ser testigos de nuestro recorrido.
Descenso hacia pista
forestal con mucho desnivel, que era perfectamente transitable después de que “metieran
máquinas”, pero que ahora sufre los estragos del agua como otras zonas.
Disfrutar rodando por pista
forestal con toboganes que te ayudan a tomar buena velocidad y más tarde,
armarse de valor y atacar las duras subidas, primero por zona de asfalto que se
pega con cariño a las cubiertas y después por caminos con mucha piedra que
dificulta la marcha.
Objetivo para algunos: Alcanzar la pista del Viacrucis sin poner pie en tierra.
Jorge, especialista en estos
terrenos, toma la delantera y se distancia. Está muy fuerte.
Yo voy tras la rueda de
Ferluy, siguiendo su trazada e intentando como él no patinar. Logramos cumplir
el objetivo y nos felicitamos por ello. Juan Pérez (el de Madrid) llega
pisándonos la rueda. Ha sido muy duro.
Juan Carlos “platón” llega
pletórico de fuerzas.
Alguno cuenta que, en este
punto y en anterior ocasión, Santi sufrió una pájara que seguro no olvida. Un saludo cariñoso para él, hoy ausente.
La ruta ha dado comienzo a las 8,30 y hemos logrado darla por finalizada poco
más allá de las 12,00, pero que nadie piense que no ha sido dura y además se ha notado que la
climatología había recuperado la temperatura habitual para estas fechas.
Javier ha encerrado en la
jaula la “pájara” de la semana pasada. Fernando, por su parte,
va recuperando buenas sensaciones y la forma física que se dejó olvidada en
algún recodo del camino.
Sin averías reseñables pero,
bajando rápido por el Collado Lagasca, Ferluy olvida por un instante que hoy
monta una rígida y acaba por los suelos en zona conflictiva.
Susto para los que le han
visto caer de forma aparatosa, para los que hemos oído el golpe de la caída y
por supuesto para el mismo Fernando.
Todos acudimos a su
encuentro.
Golpe fuerte, algún rasponazo y
mal apoyo de la muñeca izquierda que se la dejará resentida y que ya estaba
tocada de anterior ocasión. Es fuerte, ha habido suerte y en unos minutos
retomamos la marcha.
Le deseamos que se recupere
pronto.
Las últimas lluvias
torrenciales, caídas por la zona a primeros de semana, han arrastrado mucha
arena de los caminos, dejando la mayoría de ellos bastante descarnados, con
surcos profundos y muy peligrosos.
Se nota que la precaución es
extrema en algunas zonas. No hay más incidentes.
La hora a la que hemos
regresado (José Villena está feliz), nos ha permitido disfrutar de algo que también forma parte de las
rutas de Alfonsoyamigos: la charla y las bromas frente a unos refrescos y
aperitivos. En esta ocasión, en Las Farolas.
Permitidme que aproveche la
ocasión para hacer algunas reflexiones y me atreva a dar algunos consejos que
debería empezar por aplicarme yo mismo.
Hablábamos el día 22 de
Agosto del Síndrome de Abstinencia, pero siempre hay dos extremos.
Los ciclistas profesionales
conocen la importancia de un descanso y recuperación adecuados después de un
ejercicio intenso. Incluso saben lo importante que es cesar con la actividad
durante un tiempo prolongado y tomarse unos meses de respiro para después
comenzar a preparar el cuerpo de forma moderada, de cara a la nueva temporada.
Andrés "el magnífico" |
Sin embargo, algunos
confundimos un “descanso adecuado”, con echarnos una buena siesta después de la
ruta dominical.
No somos capaces de pasar sin la bicicleta un par de semanas,
queremos estar en forma todo el año e incluso pretendemos seguir mejorando día
a día.
Cuando tienes oportunidad y
eres un “bici-oso”, es lógico que intentes aprovechar tus horas libres para
pedalear cuanto más tiempo mejor pero, ¿seguro que estás haciendo lo correcto?
A mayor entrenamiento, mayor
es la posibilidad de que tu rendimiento mejore... pero todo tiene un límite.
Tal vez te deberías conformar con mantenerte a un nivel óptimo y disfrutar de
la bicicleta en cada escapada.
El espíritu competitivo y
esas ganas de mejorar a cada pedalada te puede pasar factura y hacerte caer en
el “sobreentrenamiento”.
Puede que tengas algunos de
los síntomas y ¡OJO peligro! si los tienes todos.
Alteración del sueño,
reducción del apetito, irritabilidad, disminución de energía, sensación de
agotamiento, desgana en los entrenamientos, bajo rendimiento en las rutas.
La suma de estos síntomas
puede dar lugar también a lesiones musculares por sobrecarga.
Por mi parte, debo reconocer
que al menos tengo un par de síntomas y la sobrecarga es patente.
Los que han sido capaces de
desconectar y cambiar de aires lo tienen mejor, porque ahora volverán incluso
con más ganas.
El descanso total, sobre
todo a partir de ciertas edades, puede implicar una pérdida exagerada de la
forma física, que tal vez no sea lo más recomendable si quieres seguir
disfrutando con tus compañeros cada fin de semana.
En estos casos es preferible
realizar un descanso activo, o
salidas en las que el nivel de intensidad sea bastante menos exigente, que
acabará actuando como un masaje recuperador.
Si finalmente te dejas
llevar y fuerzas la marcha, con intensidad o velocidad, la salida se convertirá
en entrenamiento y no en recuperación y descanso.
Tampoco estaría de más y puede
que incluso fuera recomendable, bajar “un punto” la intensidad en las salidas
grupales, a modo de “comienzo de temporada”. Pero en esta opción todos debemos colaborar. Es difícil,
muy difícil, intentar rodar a menos revoluciones si ves que tus compañeros se
distancian.
Exijámonos con cabeza y no
nos olvidemos de tomar los debidos descansos. Disfrutaremos mucho más de la
bicicleta.